Madrid, Cataluña y Andalucía flaquean en la inversión per cápita
En los últimos cuatro años la inversión civil en España ha superado los 13 billones de pesetas. Andalucía, Cataluña y Madrid son las comunidades autónomas donde el gasto en inversión real ha sido mayor, pero las tres ocupan los últimos puestos cuando el gasto se mide por habitante.
Los Gobiernos regionales, los ayuntamientos y el Estado gastaron durante los últimos cuatro años más de cuatro billones de pesetas en inversión civil en Cataluña, Madrid y Andalucía. La Junta, además, fue uno de los ejecutivos autonómicos que más dinero dedicó al capítulo seis del presupuesto (inversiones reales). Esto no sucedió en Madrid y Cataluña, donde los ayuntamientos han tomado la delantera, con un porcentaje de participación del 43% en el caso de la capital (27,82% la comunidad autónoma) y del 47,33% en el de la comunidad que gobierna Jordi Pujol (35,15% la Generalitat).
Pero estos cuatro billones de pesetas han resultado insuficientes para unos territorios tan poblados como los mencionados. No son las únicas comunidades, pero las tres están a la cola de la inversión real per cápita, incluso por debajo de la media. Durante el periodo 1997-2000, la inversión civil, que no incluye los gastos en Defensa, que corren a cargo del Estado en su totalidad, ha rebasado los 13 billones de pesetas y el gasto por habitante ha llegado a las 328.000 pesetas (menos en estas tres comunidades).
Estas comunidades, junto al País Vasco, la Comunidad Valenciana, Baleares y Galicia, Murcia y Ceuta están por debajo de la media en inversión civil, tanto en el cuatrienio de referencia como en el año 2000, último ejercicio del que se tienen cifras globales de inversión. Por el contrario, Navarra, La Rioja y Cantabria son los territorios donde el esfuerzo inversor más se ha notado tanto el año pasado como en los anteriores. Los datos, recogidos por el Informe económico-financiero de las Administraciones territoriales 1999, demuestran que la comunidad autónoma de Navarra está a punto de completar su ciclo inversor.
Esta comunidad, que desde 1997 ocupaba el primer puesto entre los territorios que más dinero destinaba por habitante a inversión civil, cedió el liderazgo a la vecina comunidad de La Rioja el año pasado, donde el presupuesto por habitante ascendió a 171.064 millones de pesetas, un 32,5% más que el año anterior.
En 2000, la inversión pública superó los 3,7 billones de pesetas. Esta cifra incluye 209.000 millones de pesetas no regionalizables y 31.000 millones que se invirtieron en el extranjero. Todas las regiones han incrementado en mayor o menor medida las inversiones realizadas en su territorio, con excepción de Asturias, que pasa de 60.700 millones a 59.900 millones de pesetas.
El documento analiza también la inversión y su relación con el PIB regional. En este caso, los datos se refieren a 1999. La menor participación, de nuevo, se da en Madrid y Cataluña (alrededor del 2%) y en el País Vasco, Aragón y Comunidad Valenciana; la mayor en Extremadura (más del 7%) y Castilla y León y Cantabria (5% en ambos casos).
Las entidades locales gastan el 40% del total
En los últimos cuatro años, el Estado ha ido cediendo protagonismo inversor y han sido las comunidades y los ayuntamientos los que han tomado el relevo. De hecho, de los 13 billones de pesetas invertidos, más de ocho billones han corrido a cargo de Gobiernos regionales y municipios -la mitad cada uno-.
Asturias y Baleares son la excepción a regla. En ambos casos, la inversión pública del Estado ha crecido en este tiempo, aunque sigue siendo más importante la de los Gobiernos regionales.
Durante el periodo 1997-2000 la inversión civil superará los 13 billones de pesetas, distribuyéndose entre las distintas Administraciones públicas de la siguiente manera: la Administración del Estado, el 25,8%; las comunidades autónomas, el 34,8%, y el conjunto de las entidades locales, el 39,4%, correspondiendo dentro de estas últimas la mayor parte a los ayuntamientos (82,4%).
En Aragón, Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja, el País Vasco y Melilla el primer puesto inversor lo ocupan los ayuntamientos. El caso de Madrid, Cataluña y Aragón llama la atención porque en todos estos territorios el gasto municipal supera con creces la aportación del Gobierno autonómico y supera el 40%.
Lo mismo sucede en Melilla, donde la aportación presupuestaria del consistorio rondó el pasado año el 73,80% del gasto total, frente a una inversión del Estado del 26,20%. En Ceuta sucede todo lo contrario, la aportación del Estado fue del 68,495% sobre un total de gasto de 4.760 millones de pesetas.