La inversión en oficinas cayó un 30% en el primer semestre del año
La compra de edificios de oficinas como inversión se ralentiza. El volumen total invertido en oficinas en Madrid y Barcelona hasta el pasado 30 de junio fue de 69.768 millones de pesetas (419,31 millones de euros), un 30,23% inferior al alcanzado en los seis primeros meses de 2000. La desaceleración de la economía y su influencia en los alquileres (se han cerrado menos operaciones de arrendamiento) estarían detrás de esta cautela que empiezan a mostrar los inversores inmobiliarios.
Los grandes inversores inmobiliarios empiezan a mostrar una mayor prudencia ante las oficinas. En Madrid, los niveles de rentas alcanzados en este segundo trimestre (7.000 pesetas por metro cuadrado y mes en los inmuebles situados en el distrito de negocios) hacen que los inversores sean más cautelosos y analicen con más detalle la evolución del mercado de alquileres y sus precios. En Barcelona, en cambio, la escasez de oferta y las expectativas de crecimiento de rentas han hecho que el interés del inversor haya disminuido menos.
En la consultora inmobiliaria internacional Jones Lang LaSalle estiman que el volumen total invertido en oficinas entre Madrid y Barcelona hasta el 30 de junio de 2001 ha sido de 69.768 millones de pesetas (419,31 millones de euros), incluyendo las operaciones llave en mano aunque no la compra de solares. De estos 69.768 millones de pesetas, 48.647 millones corresponden a inversiones en oficinas en Madrid, y 21.121 millones, a inversiones en Barcelona.
Preferencias
El total invertido en los seis primeros meses del año en la compra de edificios de oficinas para su explotación en alquiler es un 30,23% inferior a lo invertido entre enero y junio de 2000, que ascendió a 100.000 millones de pesetas (601 millones de euros).
"Los inversores prefieren edificios ocupados por inquilinos con contratos a medio y largo plazo frente a los que tienen revisiones de rentas próximas (salvo en aquellos casos en los que se están pagando precios claramente inferiores a los de mercado)", indican en Jones Lang LaSalle.
Barcelona, con un mercado más estrecho y expectativas sobre el recorrido de las rentas mayores que en Madrid, los inversores se muestran interesados especialmente en edificios situados en la zona centro, que abarcan Paseo de Gracia y Diagonal, donde la oferta es prácticamente nula. La situación en la Ciudad Condal es de "escasez de oferta y una fuerte demanda" , advierte el director de inversiones de Jones Lang LaSalle, Andrew McGregor.
En Madrid, la zona centro es también la más atractiva para el inversor por las garantías que ofrece frente a las zonas de la periferia, en las que sólo se aceptan edificios con contratos a largo plazo.
En Jones Lang LaSalle ponen como "ejemplos claros" del interés de los inversores en oficinas por el centro de la ciudad la compra por Inmobiliaria Colonial del edificio de Unión Fenosa, situado en la calle Capitán Haya, en Madrid, o la venta por Rodamco a la Mutua Madrileña Automovilística de un edificio ubicado en la calle Fortuny, también en Madrid.
En Barcelona, la falta de oferta explica la escasez de operaciones de inversión en lo que va de año. Puede destacarse, sin embargo, la venta de un inmueble ubicado en Gran Vía 332 y del edificio situado en Bergara, 3, adquirido por la compañía GE Capital.
Rentabilidades en crecimiento
Las rentabilidades de los edificios de oficinas han seguido incrementándose en el segundo trimestre del año para compensar los niveles de rentas actuales y el consiguiente menor potencial de recorrido al alza.
En los mejores edificios del centro de distrito de negocios madrileño las rentabilidades han alcanzado el 6%, igual que en la mejor zona de Barcelona, según Jones Lang LaSalle. En la periferia cercana de Madrid las rentabilidades se mueven entre el 6,75% y el 7,25%, y entre el 7% y el 7,25% en los inmuebles situados en la periferia de Barcelona.
A propósito del mercado de Madrid, el grupo consultor Barta & Partners advirtió ayer sobre la cuantiosa oferta de nuevas oficinas previstas en la comunidad madrileña para los próximos años, que supera los dos millones de metros cuadrados.
Consideran en Barta &Partners que, "para poder asimilar esta cifra sin tensiones, el producto interior bruto (PIB) de la capital española debe crecer a una media anual superior al 3,5%. De no ser así -pronostican en esta consultora-, se producirán fuertes tensiones en el mercado de oficinas".