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Los pilotos de Iberia rechazan el arbitraje para frenar la huelga

Ayer fue un día de nuevas negativas y reiterados encastillamientos en el conflicto que vive el grupo Iberia con sus pilotos. La aerolínea propuso desbloquear la situación apelando a la necesidad de un arbitraje de obligado cumplimiento y pidió que durante el tiempo que durara el mismo los pilotos no realizaran más huelgas. El Sepla rechazó el guante, descartó el arbitraje y pidió a los responsables de Iberia que recompongan el diálogo sentándose a negociar de nuevo.

Iberia movió ayer pieza para intentar desbloquear las negociaciones con su colectivo de pilotos. La empresa presidida por Xabier de Irala propuso a primera hora una oferta de arbitraje de obligado cumplimiento para resolver el conflicto que ya se ha cobrado tres días de huelga (hay programados otros siete) y unas pérdidas cercanas a los 5.000 millones de pesetas.

Irala mandó una carta al Sepla en la que recuerda que la oferta económica realizada por la compañía es "justa, equilibrada, recoge las peticiones de los sindicatos de pilotos y está al límite de las posibilidades de la empresa, teniendo en cuenta la desaceleración económica y la evolución de los mercados" El máximo ejecutivo de la compañía asegura que "pese a los reiterados intentos de la empresa por llegar a un acuerdo, la intransigencia del sindicato" había impedido cualquier acuerdo.

En un comunicado, la aerolínea aseguró que se hacía imprescindible acudir a la fórmula del arbitraje, a la vista de "los gravísimos daños y perjuicios que esta situación está produciendo, tanto a los usuarios como a los resultados de la empresa, y su repercusión en otros sectores, así como las posiciones de las partes, que hacen imposible alcanzar un acuerdo".

La oferta de arbitraje de Iberia exigía que el Sepla se comprometiese a garantizar la paz social en la actividad de la compañía y desconvocar las huelgas previstas. Irala daba al sindicato de pilotos un plazo de 24 horas para aceptar la propuesta y, en caso de aceptarla, se establecería otro plazo de igual duración para designar árbitro, quien debería dictar su resolución en un periodo máximo de 15 días.

Igualmente obligaría a las partes a aceptar la resolución, que tendría carácter vinculante y efectos de convenio colectivo, por lo que quedaba, por tanto, excluida cualquier declaración de huelga sobre las materias contenidas en la resolución del árbitro.

Negociar de nuevo

La respuesta del Sepla no se hizo esperar. Rechazó de plano el arbitraje y reclamó a Iberia que se sentara a negociar de nuevo, ya que "no debe perderse más tiempo".

El Sepla calificó de "excusa" las razones que dio Iberia para retirarse de la mesa de negociaciones el pasado lunes. Hay que recordar que la dirección justificó su abandono de la negociación en base a la amenaza realizada por el Sepla de convocatoria de nuevas huelgas. El sindicato de pilotos aseguró que habló de la posibilidad de convocar nuevos paros forzada por "la provocación de la dirección con los 27 despidos efectuados (todos futuros pilotos en fase de formación) y por los expedientes disciplinarios abiertos".

Además, el Sepla apeló a razones técnicas para rechazar el arbitraje, "pues plantean el mismo sobre todo el convenio colectivo, y no, como sería lógico, sobre alguna materia sobre la que hubiera discrepancia", dijo.

El escenario que se abre ahora es enormemente complejo. Si la situación continua enquistada y ninguna de las partes se aviene a modificar sus posiciones, en Iberia se recuerda que el Gobierno tiene la potestad de establecer un laudo. Según la legislación vigente, el Ejecutivo, a propuesta del Ministerio de Trabajo, teniendo en cuenta la duración o las consecuencias de la huelga, las posiciones de las partes y la anormalidad en los servicios clave para el país, está facultado para instituir un laudo siempre que en él se respete el requisito de imparcialidad de los árbitros.

 

El Gobierno no descarta intervenir "si la situación se enquista"

El ministro portavoz, Pío Cabanillas, anunció ayer que el Gobierno se plantearía intervenir en el conflicto de Iberia si la huelga de los trabajadores de la aerolínea "se enquista", informa Europa Press.

"Puesto que estamos hablando de un servicio público esencial, si la situación se enquista, el Gobierno no descarta medidas al respecto dentro de lo que es la actual legislación, que abre las puertas a dicha actuación", dijo.

Pío Cabanillas matizó, no obstante, que "hasta el momento, los servicios mínimos de Iberia se han cumplido escrupulosamente", en contraste con el bloqueo registrado hace dos semanas en Baleares. Sobre este aspecto lamentó que, "desgraciadamente", el "Gobierno balear no fue capaz de hacer efectiva ni garantizar la aplicación de esos servicios mínimos durante la huelga".

El ministro portavoz indicó, por otra parte, la disposición del Gobierno a mediar en el conflicto de Iberia si le invitan a hacerlo. "El Gobierno siempre ha estado disponible para una mediación voluntaria, entendiendo por tal que sea pedida por las dos partes, porque estamos hablando de una empresa privada", manifestó.

Cabanillas admitió la "preocupación" del Ejecutivo porque "la actuación de un grupo importante, pero minoritario, de trabajadores de la compañía ponga en peligro la viabilidad de la misma empresa".

Por su parte, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, aclaró ayer que "no se ha ofrecido para mediar en el conflicto", sino que "está disponible" para ayudar al diálogo y al acuerdo si el Sepla y la dirección de Iberia lo requieren.

En este sentido, explicó que, si las partes implicadas en el conflicto no solicitan su mediación, "la misión del Ministerio de Fomento es el cumplimiento de la normativa de servicios mínimos, o en su caso, la exigencia de responsabilidades en su incumplimiento".

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