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El Banco de España pone en duda que la banca cumpla con Basilea II

La mayor parte de las entidades financieras españolas no están preparadas para afrontar los requerimientos incluidos en el acuerdo Basilea II del Banco de Pagos Internacionales, según señaló ayer el director general del Banco de España, José María Roldán. Los bancos, mientras, empiezan a cuestionar las nuevas exigencias de capital y consideran que los más beneficiados por Basilea II son los bancos de inversión.

El director general de regulación del Banco de España, José María Roldán, afirmó ayer que la gran mayoría de las entidades financieras españolas no están preparadas para afrontar los nuevos requerimientos de capital que impondrá el acuerdo sobre solvencia y exigencias de capital denominado Basilea II.

En su intervención en una jornada sobre "los retos del sector financiero español", organizada por el Instituto de Fomento Empresarial y el diario La Gaceta de los Negocios, Roldán señaló que la imposibilidad de encarar las nuevas condiciones de este acuerdo, que entrará en vigor en 2004, se hará patente sobre todo en la cobertura del riesgo operacional.

Un 20% de reservas

Las provisiones que requeriría este nuevo tipo de riesgo, no incluido en el anterior acuerdo de Basilea, promovido en 1988 por el Banco de Pagos Internacionales, consumirán un 20% de sus reservas de capital.

En el riesgo operacional se incluirían las pérdidas potenciales en que incurrirían las entidades como consecuencia de fallos en los sistemas de comunicación, errores humanos, fraudes y otros imprevistos.

Según Roldán, otro aspecto de Basilea II, todavía en fase de propuestas, es el cálculo de la cobertura del riesgo de crédito a partir de la calificación rating de los receptores de los préstamos, ya sean países, instituciones o empresas.

Esta novedad obligará al sector a calcular individualmente el capital del que deberán disponer para cubrir este tipo de riesgo, lo que exigirá grandes medios materiales a cada entidad y una mayor implicación en la gestión diaria del riesgo.

La nueva concepción del riesgo de crédito impondrá mayores garantías financieras a las entidades, aunque, por decisión de las autoridades supervisoras, a las que dispongan de sistemas sofisticados para su evaluación se les requerirán menores exigencias de capital.

La obligación que tendrán las entidades de ofrecer al mercado la información relevante sobre los distintos tipos de riesgo y su cobertura supondrá un elemento competitivo, que afectará más a las grandes entidades que a las pequeñas.

Una vez estudiadas las propuestas de Basilea II, los bancos han comenzado a comprobar las dificultades en la aplicación de esta normativa y critican que ésta favorece a los bancos de inversión en detrimento de la banca minorista. Además, consideran que aumentará la competencia y provocará más concentraciones por las mayores necesidades de capital.

Roldán indicó que existirán grandes dificultades para implantar el acuerdo Basilea II y añadió que los más de 100 países que cumplen las normas de Basilea I tardarán entre cinco y 10 años en adoptarlo.

Sobre su aplicación en España, dijo que la provisión estadística aprobada en julio de 2000 es acorde con algunos puntos de Basilea II, así como algunas prácticas supervisoras del Banco de España.

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