Los traspasos de jugadores restringen la competencia
Las reglas del fútbol sobre la compra y venta de jugadores viola las normas europeas de competencia al favorecer a los equipos más ricos y menoscabar los sueldos de los futbolistas, según un documento elaborado por la principal asesora del Tribunal Europeo de Justicia. El documento de la abogada Christine Stix-Hackl señala que los clubes de fútbol deberían considerarse empresas y, por tanto, no deben llegar a acuerdos que distorsionen la competencia, según Stix-Hackl. A pesar de que sólo estaba evaluando la posición de los jugadores cuyos contratos han expirado, sus opiniones podrían incitar a que se formulen objeciones a los reglamentos sobre transferencias dictados por el organismo regulador del fútbol, la FIFA, según los abogados.
"Quien quiera discutir estas normas podrá hacerlo con bastante seguridad de que estará en situación de probar que el sistema de transferencias infringe las reglas de la competencia", señaló Stephen Kinsella, abogado antimonopolios de Herbert Smith, en Bruselas.
La opinión de la abogada general se refiere a la demanda del jugador húngaro Tibor Balog contra un equipo de fútbol belga que pretendía recibir un pago por transferirlo a otro club después de que su contrato finalizara. La FIFA llegó a un acuerdo con Balog el 28 de marzo, un día antes de la fecha prevista para que Stix-Hackl presentara su informe, en el que daba la razón al jugador.
Recomendación
Aunque el documento no es oficial porque no hubo necesidad de publicar el informe, el tribunal acepta la recomendación de un abogado general en cuatro de cada cinco casos.
Los fichajes de los nuevos jugadores perjudican a los equipos con menores recursos, ya que no pueden competir por los mejores jugadores, según se lee en el documento de Stix-Hackl. Las retribuciones por transferencias también afectan a los salarios, desviando los recursos, que de otra manera irían a parar a los jugadores, dijo. El sistema "reemplaza al libre juego de la oferta y la demanda", señala el documento. "Reduce la capacidad de selección" de jugadores disponibles.
Para clubes más pequeños, que dependen de los ingresos procedentes de la venta de jugadores, un sistema sin pagos por transferencia los convertiría en poco más que en clubes encargados de alimentar a los grandes, según los analistas. "La libertad de movimiento de los jugadores podría acabar con el espíritu del juego", dijo Mark Costar, gestor de fondos de Clerical Medical Investment.
La opinión de Stix-Hackl habría llegado un mes después de que la Comisión Europea y la FIFA acordaran cambiar el sistema de traspasos, al tiempo que permiten a los clubes exigir pagos por los jugadores.