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Siemens y Talgo harán el nuevo AVE y Alstom se queda fuera

Renfe adjudicó el sábado el contrato de compra de los trenes AVE para la línea Madrid-Barcelona a Siemens y Talgo-ADtranz La gran derrotada fue Alstom, la multinacional que fabricó los trenes del AVE Madrid-Sevilla. Cada consorcio adjudicatario suministrará 16 trenes, por un monto total de 123.186 millones de pesetas.

Pero el pastel al que optan los fabricantes no se acaba aquí. El consejo de Renfe estudió también los criterios de reparto de los contratos pendientes, relativos a los llamados AVE regionales y trenes de doble ancho, a los que se sumará un nuevo pedido de locomotoras. El presupuesto de estos tres contratos puede llegar a 80.000 millones de pesetas.

Renfe resolvió el sábado el llamado contrato del siglo, la compra de los trenes de alta velocidad para la línea Madrid-Barcelona, al repartirlo de forma inesperada entre Siemens y Talgo, que fabricarán cada uno 16 trenes.

La decisión, tomada en un última instancia por el Ministerio de Fomento y sancionada por Renfe, supone un duro golpe para la multinacional francesa Alstom, primer fabricante del mundo de trenes de alta velocidad, incluidos los que circulan entre Madrid y Sevilla desde el año 1992.

La compra de estos AVE de altas prestaciones forma parte de un programa amplio de adquisición de nuevos trenes a corto plazo, y así fue explicado el pasado sábado por el Ministerio a los consejeros de la compañía ferroviaria.

Renfe tiene previsto adjudicar en próximas fechas tres contratos adicionales vinculados a la explotación de la futura línea Madrid-Barcelona: la compra de hasta 30 trenes AVE de tipo regional, con menor velocidad punta que los adjudicados el sábado, trenes con cambio automático de ancho de ejes, de los que piensa adquirir un máximo de 22 unidades, y una serie de locomotoras, previsiblemente de doble ancho y aptas para alimentarse con dos tipos distintos de corriente eléctrica, la que se utiliza en la red de alta velocidad y la empleada en la red convencional de ancho Renfe.

Esas máquinas servirán para remolcar los vagones de doble ancho que ya posee la empresa, según fuentes cercanas al consejo de administración de Renfe.

El presupuesto que maneja Fomento para esas compras pendientes de material para el Madrid-Barcelona suma un máximo de 80.000 millones.

El máximo órgano administrativo de Renfe debatió el sábado un dossier sobre los criterios de distribución de estos nuevos pedidos. Se quiere establecer un reparto más amplio que el utilizado en la adjudicación del sábado, donde un ofertante se quedó fuera, según las mismas fuentes.

Competencia en la vía

La intención del Ministerio es establecer la competencia en todos los segmentos de producto, salvo en el caso de los trenes AVE regionales, un producto que la Administración quiere aprovechar para el desarrollo del futuro tren paneuropeo. Se trata de que este producto sea fabricado de forma consorciada por toda la industria implantada en España, tanto nacional como extranjera.

En el caso del doble ancho, de forma simétrica a la entrada de Talgo en el segmento de la alta velocidad, Renfe quiere dar paso a la tecnología desarrollada por CAF: un bogie de ejes con cambio de ancho automático que puede circular a 250 kilómetros por hora.

Tras la adjudicación del pedido principal a Siemens y Talgo-ADtranz, Renfe recalca que dispondrá de tres tipos de producto para su mercado de alta velocidad, el AVE de Alstom, el ICE 350 de los alemanes y el Talgo 350 de la española. Y es que la compañía pretende explotar el corredor Sevilla-Barcelona de forma integrada, con trenes de distinto tipo haciendo servicios similares.

En cualquier caso, en Renfe ha causado sorpresa la decisión del Ministerio de repartir el pedido al 50% entre Siemens y Talgo. La compañía ferroviaria apostaba por un reparto entre los tres fabricantes, pero confiando el grueso del pedido a las dos multinacionales. Talgo se quedaba con una serie corta para que fuera madurando su producto, todavía en fase de desarrollo. Las fuentes consultadas consideran la decisión final de Fomento arriesgada y eminentemente política. El interés del Gobierno por introducir la tecnología Talgo en el exclusivo club de fabricantes de alta velocidad ha sido decisivo, así como la buena relación de la empresa con miembros del partido en el Gobierno.

La fabricación íntegra de los trenes, tal y como exigía el pliego del concurso, se realizará en España. Fomento ha aceptado la petición de los sindicato de que el personal de Renfe participe en el proceso. Renfe se ha reservado el 50% del mantenimiento de los trenes y el 20% de los trabajos de fabricación, con el fin de que la compañía renueve su capacidad técnica.

Renfe prevé abrir un proceso de negociación con Siemens y Talgo con objeto de definir las "fórmulas jurídicas y operativas" por las que financiará la compra de los trenes que prestarán servicio en el AVE a Barcelona, entre las que destaca la explotación conjunta de este futuro corredor ferroviario por parte de Renfe y estos fabricantes.

La compañía que preside Miguel Corsini podría constituir una sociedad participada por ella misma, Siemens y Talgo, que se encargaría de explotar el AVE Madrid-Barcelona, con el consiguiente reparto de los beneficios, según Europa Press. Renfe pretende recuperar la idea lanzada hace dos años de gestionar líneas mediante agrupaciones de interés económico con los fabricantes de trenes.

 

Inquietud en Cataluña por Alstom

La decisión del Gobierno, apoyada por unanimidad por el consejo de Renfe, de adjudicar a Siemens y Talgo el contrato de suministro de trenes para la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona es "una mala noticia" para las fábricas de Alstom en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) y en Albuixech (Valencia), según afirmaron fuentes de Comisiones Obreras.

El secretario general de la Federación del Metal de esta central en Cataluña, Vicent Rocosa, afirmó que la factoría de Alstom Barcelona, que emplea a un millar de trabajadores, necesitaba imperiosamente del pedido del AVE para poder subsistir. Los directivos de la empresa francesa "habían condicionado su viabilidad a la consecución de este contrato. La fábrica depende ahora de pequeños pedidos para el mercado exterior para mantener su actividad -explicó-".

Rocosa dijo desconocer los factores que han inclinado al Gobierno a adjudicar el contrato a Siemens y Talgo. Siemens posee una factoría en Cornellá de Llobregat (Barcelona), en la que trabajan unas 300 personas y podría fabricar los motores de tracción de los trenes para la nueva línea. Sin embargo, Rocosa afirmó que esta adjudicación no supone mucho trabajo para la planta de Siemens "cuyos ojos están puestos en el contrato de electrificación de la línea".

La dirección de Alstom en España, por su parte, ha decidido mantener silencio hasta que, de acuerdo con los responsables de la multinacional en Francia, se defina una estrategia común. No obstante se declaran muy dolidos por la forma en que conocieron la decisión de la Administración española. "Nadie nos dijo una palabra y tuvimos que enterarnos de lo que finalmente iba a ocurrir por los periódicos". En la compañía nadie duda de que la solución del concurso tendrá repercusiones en las plantas de fabricación españolas de Alstom.

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