México y la UE completan el Acuerdo Global para la cooperación económica
México y la UE establecieron ayer el marco definitivo para la cooperación económica y política. Un acuerdo que prevé la liberalización total de las barreras para los intercambios comerciales en un plazo de seis años.
La UE desembarca en México. Bruselas acogió ayer el primer consejo conjunto entre autoridades comunitarias y americanas y la reunión sirvió para la puesta en marcha definitiva del Acuerdo Global, un proyecto de colaboración política y económica que fija un trato preferencial entre México y los países de la UE. Los exportadores de ambos lados del Atlántico acceden así a un área de 470 millones de consumidores.
El acuerdo UE-México fue alcanzado en realidad en 1997, pero estaba temporalmente suspendido a falta de la aprobación de uno de los capítulos esenciales en materia comercial, el relativo a los servicios, inversiones y propiedad intelectual, que ayer recibió el visto bueno del consejo conjunto.
De esta manera, mañana entra en vigor el llamado Tratado de Libre Comercio (TLC), que abre los sectores de servicios a las empresas europeas, desde las telecomu-nicaciones a la banca.
El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, se mostró ayer muy satisfecho y afirmó que las relaciones UE-México habían entrado en una nueva era: "El acuerdo firmado pone a la UE en un plano de igualdad con Canadá y EE UU en el mercado mexicano". Lamy subrayó que era esencial llegar a un acuerdo en materia de servi-cios, ya que, afirmó, "son el punto principal de las exportaciones de la UE".
El comisario europeo manifestó su confianza en que el TLC permitirá a las empresas europeas obtener una posición importante como proveedoras de servicios en México.
Entre los sectores más beneficiados están los de telecomunicaciones, construcción y, sobre todo, bancos y compañías de seguros, que podrán operar directamente en México, sin tener que establecerse primero en Canadá o en EE UU.
El acuerdo obliga además a las dos partes a eliminar en 10 años las medidas comerciales en vigor que sean discriminatorias para cualquiera de los dos bloques y a no introducir ninguna nueva medida de ese tipo.
La UE es el segundo socio comercial de México. El comercio de servicios entre ambos ascendió en 1999 a 3.116 millones de euros (más de 500.000 millones de pesetas), según informó ayer el Ejecutivo comunitario.
Además, el Acuerdo Global prevé una progresiva liberalización de los pagos relativos a inversiones, promoción de proyectos conjuntos y el compromiso de proteger las inversiones. Las partes también acordaron una cláusula de revisión dentro de tres años, en la que revisarán su marco legal relativo a las inversiones, para elaborar un nuevo calendario con liberalizaciones más profundas.
Inversión directa
Entre 1994 y 1999, la inversión comunitaria en México fue de 11.200 millones de dólares (unos dos billones de pesetas), lo que representó el 21% del total de las inversiones extranjeras directas en el país, según los datos que maneja la UE. Las fuentes comunitarias añadieron que el 36% de las compañías mexicanas en las que han invertido las empresas europeas se encuentran en el sector servicios.
En materia de derechos de propiedad intelectual se afirma el compromiso de respetar los acuerdos internacionales y el sometimiento al procedimiento de arbitraje.
Respecto a los contratos públicos entre la UE y México, el acuerdo establece que ya pueden celebrarse, aunque siguiendo los pertinentes intercambios de información estadística detallada. Desde la parte mexicana abarca petroquímica, construcción y electricidad. Las autoridades mexicanas prometieron convertir la UE en un socio comercial equiparable a EE UU.