Las empresas de EE UU ajustan sus existencias a la caída de la demanda
Frente al temor de los analistas y los riesgos expresados el martes por el propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greens-pan, las empresas de Estados Unidos se están adaptando mejor de lo previsto a la desaceleración de la demanda, según los datos facilitados ayer por el Departamento de Comercio.
En diciembre, las existencias de bienes y productos no vendidos aumentaron un 0,1%, el incremento más bajo desde enero de 1999 y sensiblemente inferior a lo esperado (0,3%), más aún después de que en noviembre subieran un 0,3%. Las ventas subieron en diciembre un 0,1%, después de un descenso del 0,4% en el mes anterior.
Este ligero aumento de las existencias indica que los fabricantes, los mayoristas y los minoristas están ajustando su nivel de existencias y acompasándolo al ritmo de desaceleración del consumo.
Precisamente este aspecto fue uno en los que más incidió Greenspan el pasado martes ante el Senado.
El banquero central apuntó que la caída del consumo obligará a las empresas a equilibrar sus existencias hasta un nivel acorde al ritmo actual de la demanda y advirtió que, aunque las nuevas tecnologías de la información ayudarán en ese proceso, la economía podría sufrir mientras tanto una transición dramática.
Los datos de ayer se interpretan como un signo positivo de la economía estadounidense, reforzado por el mantenimiento de la proporción del tiempo necesario para agotar esas existencias dado el ritmo de ventas de diciembre. En ese mes, esta tasa se mantuvo en 1,36 meses, igual que en noviembre, cuando alcanzó su nivel más alto desde abril de 1999.
Millonarios contra Bush
A pesar de este buen dato, la noticia ayer en Estados Unidos era otra. Según publicaba The New York Times, unos 120 multimillonarios han firmado un documento pidiendo al Congreso que no apruebe la supresión del impuesto de sucesiones que propone el presidente George Bush.
La carta afirma que esta medida "enriquecería a los herederos de los millonarios de América y a los multimillonarios, mientras que dañaría a las familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes". Además, asegura, recortaría los ingresos fiscales y ello "será compensado inevitablemente subiendo los impuestos de los que tienen más dificultad para pagar o recortando la Seguridad Social (pensiones), el Medicare (salud para jubilados), la protección del medio ambiente y muchos otros programas importantes para el bienestar de nuestra nación". En definitiva, añade, "sería malo para nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad".
En la lista de signatarios figuran los inversores George Soros y Warren Buffet (cuarto en la clasificación de los estadounidenses más ricos que elabora la revista Forbes), William Gates (padre del fundador de Microsoft), el empresario Ben Cohen (cofundador del fabricante de helados Ben & Jerry) y los filantropistas David Rockefeller Jr. (ex presidente de Rockefeller & Company), Steven Rockefeller (presidente de la Fundación Hermanos Rockefeller) y Agnes Gund.