Trillo descarta indemnizaciones por el 'síndrome de los Balcanes'
El ministro de Defensa mantuvo ayer en el Congreso que no hay relación causal entre los tres militares españoles muertos por cáncer y su participación en misiones de paz en los Balcanes. No se puede, en su opinión, hablar de síndrome y por tanto descartó indemnizaciones.
Asistido en todo momento por sus asesores en las respuestas que dio a los diputados de la comisión de Defensa del Congreso, Federico Trillo negó ayer la existencia del síndrome de los Balcanes y también haber mentido al Parlamento de manera reiterada acerca del conocimiento que tuvo el Gobierno sobre la utilización del uranio empobrecido en los ataques de la OTAN a la antigua Yugoslavia (marzo a junio de 1999).
Por esta zona han pasado hasta ahora 32.000 militares españoles en misiones de paz, aparte del personal civil perteneciente a organizaciones no gubernamentales. Tres militares han muerto de cáncer y otros cuatro han enfermado de esta dolencia, según datos oficiales.
Trillo ofreció a los diputados una lección sobre la "baja radioactividad" del uranio empobrecido y el origen de la leucemia e insistió en que "no hay motivo para la alarma", pese a lo cual anunció la creación de un "comité científico independiente" al que encomendará la investigación de un síndrome que, hoy por hoy, considera inexistente. Indemnizar por ello a los familiares de las víctimas sería, a su juicio, una "irresponsabilidad". Trillo, que ilustró sobre la práctica ausencia de riesgos en el empleo del uranio empobrecido, enfatizó al mismo tiempo que los aviones españoles de combate, los helicópteros y los carros Leopard no lo utilizan. Ningún diputado preguntó por qué.
Otro de los momentos relevantes de la comparecencia llegó cuando mostró de lejos a los diputados un informe supuestamente clasificado (secreto) de la OTAN con el que se instruyó a los militares desplazados a la zona de las medidas de protección que debían adoptar para evitar la contaminación por radioactividad.
Trillo se negó a facilitar la fecha del documento y reiteró que el Gobierno no conoció "formalmente" el uso de uranio empobrecido en la zona hasta que el nuevo secretario general de la OTAN, George Robertson, lo dio a conocer en marzo del año pasado. Entre el 14 de junio y el 22 de septiembre de 1999, el Gobierno negó en tres ocasiones al Congreso, en respuesta a IU, conocer el uso del uranio en los bombardeos efectuados en la antigua Yugoslavia.
Trillo consideró natural que los militares desplazados a la zona supieran antes de marzo pasado el terreno que pisaban y que, sin embargo, el Gobierno ignorara los riesgos de contaminación a los que estaban sometidos.
El PSOE, CiU, IU y el Grupo Mixto cuestionaron la versión del ministro de Defensa y criticaron su gestión de la crisis.
Ni moratoria ni retirada de las tropas españolas
Con el apoyo solitario del Partido Popular, Federico Trillo ofreció ayer a los diputados de la comisión de Defensa una versión de las circunstancias que rodean el síndrome de los Balcanes que otorga a las Fuerzas Armadas un alto grado de autonomía en las denominadas misiones de paz.
Tanto que pueden ocultar al Ejecutivo el uso de munición radioactiva en la zona de operaciones.
En un lance de "rabiosa sinceridad", el ministro informó que el pasado lunes habló con el director del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), el general Javier Calderón, para comprobar si él estaba informado antes de marzo del año pasado del uso de uranio empobrecido en los Balcanes por parte de los países aliados. La respuesta de Calderón, dijo Trillo, fue negativa.
El ministro anunció que el Gobierno español no se sumará a la petición cursada por Italia de una moratoria en el uso del uranio empobrecido y descartó también la retirada de las tropas españolas en la zona, reclamada por IU.
Trillo reveló que Defensa ha comprado un espectómetro de masas para vigilar con mayores garantías la salud de los militares destinados en los Balcanes, a los que se someterá a un estudio epidemiológico.