De ayer a hoy
Ocho de cada diez españoles se informan a través de los canales digitales
Dos efemérides, vinculadas: los 45 años de CincoDías y el medio siglo de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). Hace 50 años, algunos de los periodistas que luego fundamos el diario fuimos también los promotores de esa asociación nacida para profesionalizar la información económica y regenerar su ética maltrecha.
Medio siglo atrás, la frontera entre la información económica y la publicidad eran arenas movedizas, pues en casi todas las redacciones fungían como periodistas los receptores de sobres con notas de prensa cuyo oficio y beneficio consistía en colocar esos comunicados en las páginas del periódico. Digo beneficio porque, muchas veces, dentro del sobre se acomodaban unas buenas pesetas. Los llamábamos los sobrecogedores, y para levantar una frontera sin fisuras entre ellos y los periodistas profesionales es por lo que se creó la APIE. Una ética profesional basada en la independencia fue el pegamento en el nacimiento de esa asociación, y con esa misma ética nació CincoDías.
Desde entonces muchas cosas han cambiado y un vendaval tecnológico ha asolado mi profesión. Cuando entré en mi primera redacción, la música que escuchaba era el tableteo constante de las maltratadas máquinas de escribir. Luego llegaron las primeras pantallas, recibidas con recelo por muchos colegas entre los que, a mi pesar, me incluyo. Posteriormente, la aparición de internet contribuyó a cambiarlo todo y la revolución digital puso patas arriba el mundo de los medios de comunicación. Hoy, ocho de cada diez españoles ya se informan a través de canales digitales y la prensa ha perdido en diez años el 61% de sus lectores. Solo le quedan 5,6 millones en un país con 47,6 millones de habitantes.
CincoDías lleva 45 años navegando con éxito por ese mundo cada día más complejo e inestable, y creo que lo ha logrado, en buena parte, por la fidelidad de su gente a la ética que alumbró el nacimiento del periódico. En él han trabajado y se han formado grandes periodistas que, además, cuentan y contaron con la complicidad de una dirección muy profesional. Un inciso. Fernando González Urbaneja, uno de esos directores, acaba de recibir el primer premio con el que la APIE, en su cincuentenario, reconoce a la carrera más relevante del periodismo económico español.
La independencia, y un periodismo de calidad, son el pasaporte que debiera permitir que CincoDías continúe su navegación en un mundo lastrado por la incertidumbre económica desatada con el cambio tecnológico.
Hoy, la parte del león de los ingresos publicitarios se la llevan, sin producir contenidos, plataformas tecnológicas como Google, Meta, Amazon o Apple, y sin independencia económica y política la cuesta se empina mucho para los periodistas y sus medios. Al periodismo todavía le queda buena parte de su imagen glamurosa, pero esta cada vez se corresponde menos con la realidad. Me aterra el Informe anual de la profesión periodística 2022, de la Asociación de la Prensa de Madrid, donde se puede leer que las tres cuartas partes de los encuestados denuncian que reciben presiones de todo tipo para modificar contenido relevante de sus informaciones.
El periodismo tiene que adaptarse a la progresión fulgurante y exponencial del campo tecnológico, amar la tecnología y aprovechar sus herramientas de vanguardia, pero sin olvidar que en la era digital, cuando nos desborda la oferta de información y las noticias las tiene todo el mundo, su valor es cercano a cero. Por eso, independencia y periodismo de calidad son el revulsivo para recuperar el interés por la información y la confianza en la noticia, algo que hoy, en mi opinión, está muy en precario.
Francisco Mora del Río, fundador y primer director de CincoDías.