La deuda sénior de Popular anticipa ya la posibilidad de un rescate
Los cocos cotizan entre el 55% y el 60% del nominal La acción sufre un nuevo castigo en Bolsa y retrocede otro 18,16%
La situación del Banco Popular se sigue complicando a cada sesión que pasa. La acción, que perdió un 40% la semana pasada, 1.000 millones de euros de capitalización, se ha dejado un 18,16% este lunes. Y la impaciencia del mercado se refleja en la deuda. Dudan los inversores sobre si llegará una oferta de compra. Y si el dinero no llega de un comprador, serán los accionistas, y bonistas, quienes paguen el pato.
La junta europea de resolución bancaria ya ha advertido que "sigue muy de cerca" la situación del banco, apuntando a un posible rescate en caso de que no encuentre comprador. El BCE ha convocado a Emilio Saracho a una reunión mañana para analizar posibles opciones. El banco ha apostado por una operación de venta que cierre las necesidades de capital (aún por detallar),y quiere convencer a los supervisores para tener más tiempo en caso de que no lleguen ofertas satisfactorias.
La ampliación de capital que manejaba el banco como vía para ganar tiempo es más lejana cada día que pasa. Dado que el banco vale ahora la mitad que hace una semana, la capacidad para levantar fondos es más limitada. A 0,35 euros los accionistas se verían extremadamente diluidos incluso para conseguir una financiación que podría ser insuficiente para sanear el banco y disipar las dudas.
La deuda de menos calidad del Popular cotiza con fuertes descuentos anticipando un posible rescate ('bail in')
Así que el dinero bien puede llegar de los bonistas, lo que en el mercado se conoce como un bail in, es decir. Las obligaciones contingentes convertibles, conocidas como cocos, son la parte más expuesta: se convierten en acciones automáticamente si el capital del banco baja de cierto nivel (5,125% CET1 los cocos de 2013, un 7% los de 2015). Esta deuda cotiza entre el 55% y el 60%, aunque podría caer más si se ejecuta la conversión (a precios de a 1,6 y 1,55 euros por acción, respectivamente).
Por su parte, los bonos subordinados con vencimiento en 2021 cotizan al 70% y las preferentes perpetuas, al 65%. Estos dos tipos de deuda híbrida reflejan el esquema de asunción de pérdidas: primero se cargan contra los accionistas (aquí irían, también, los tenedores de cocos), después contra las preferentes, luego contra la deuda subordinada y, finalmente, contra la deuda senior y los depósitos de más de 100.000 euros.
Por primera vez, la deuda senior de Popular está pagando el riesgo de que no haya comprador. Los bonos con vencimiento en 2020 están en el 89% del nominal. El CDS, seguro del crédito de Popular, está en 440 puntos, es decir, el riesgo de impago percibido de una deuda senior por el mercado es similar al que marcó la deuda de España en 2011: hay que pagar 440.000 euros por asegurar contra el impago un bono de Popular de 10 millones.