Las claves: China y EE UU se debaten entre el negocio a corto plazo y la geoestrategia
A Pekín le resulta más sencillo usar los chips ajenos, pero también quiere potenciar su industria local para reforzar su autonomía


Estados Unidos y China se debaten continuamente entre la colaboración a la que se ven obligados en campos como los chips y las tierras raras, y la competencia, para evitar tanto que el rival se aproveche de los conocimientos y las tecnologías ajenas como depender en exceso del rival. Donald Trump anunció el martes que permitirá a Nvidia vender en China chips avanzados para inteligencia artificial, con un arancel del 25%, eso sí. Acto seguido, el Financial Times informó de que Pekín limitará la compra de estos semiconductores. La Casa Blanca habrá hecho cuentas (eso incluye intentar agradar a un donante importante, como es Nvidia), y habrá encontrado un punto de equilibrio entre los intereses geoestratégicos y los corporativos a corto plazo. A China le resulta más sencillo usar los chips ajenos, pero también quiere potenciar su industria local para reforzar su autonomía y su papel en la industria global, como ha logrado, por ejemplo, con el automóvil. Para la ciencia y la innovación en general, vistas de forma neutra, tampoco es evidente qué es mejor: la cooperación ayuda a extender el conocimiento, pero la competencia estimula la imaginación y el intelecto.
La tasa de basuras para pisos turísticos, una oportunidad perdida
Madrid, Valencia, Zaragoza y Málaga no contemplan gravar más los pisos turísticos en el diseño de la nueva tasa de basuras, lo que supone, a todas luces, una oportunidad perdida. Las tasas a la actividad turística tienen un efecto menor sobre la demanda, pero consiguen devolver –si bien, no compensar– los efectos negativos que producen sobre las ciudades. Un gravamen específico para estos inmuebles no va a suponer su desaparición, ni mucho menos, pero permite a los consistorios recaudar un dinero que puede ayudar a la mejora, por ejemplo, de infraestructuras saturadas por el turismo (a despecho del vecino).
La plata, otra fiebre inversora que se beneficia de la abundancia de capital privado
El oro es refugio habitual en tiempos de volatilidad y de negatividad en las Bolsas. Lo llamativo es que ahora coincidan sus máxmos con una buena evolución de la renta variable, en particular Wall Street. O bien hay una burbuja en alguno de los dos mercados (puede que incluso en ambos), o bien hay un cambio de paradigma respecto al papel del metal dorado en la economía mundial.
Las subidas de la plata tienen un cariz distinto, más especulativo a priori, pues tienen un peso mayor de los inversores minoristas (el oro ha subido en buena medida gracias a las compras de los bancos centrales). El temor a la inflación y la gran cantidad de ahorro de los particulares está favoreciendo todo tipo de fiebres inversoras. Habrá que ver cómo de sólidas.
La frase
La decisión de congelar los umbrales del impuesto sobre la renta se tomó conjuntamente con el primer ministro, como equipo. No siempre es así entre los ministros de Economía y los primeros ministros, pero hay una colaboración muy estrecha entre el primer ministro y yoRachel Reeves, ministra de Economía británica
La tolerancia al aburrimiento y la capacidad de atención, batallas de nuestro tiempo
La neurocientífica Liset Menéndez de la Prida defiende que “no es normal buscar el placer permanentemente” y que es “importante aburrirse, estar tranquilo”. El placer, el entretenimiento, era algo reservado a los reyes, con sus bufones danzando mientras comían, y su conquista es de alguna manera una victoria, pero no por ello es bueno no poder comer unas lentejas sin tener que mirar obsesivamente aplicaciones que muestran videos de 10 segundos. La cuestión, más que buscar aburrirse, es tener tolerancia al aburrimiento. Y, en la medida de lo posible, entretenerse –complacerse– con productos y actividades que enriquezcan la mente. La otra gran batalla de nuestro tiempo, íntimamente relacionada con la primera, es la capacidad de atención.

