China lleva la batalla del transporte marítimo al mercado de capitales de EE UU
Pekín iguala las tasas portuarias de Washington, pero apunta a las entidades con acciones cotizadas en Nueva York

China ha abierto un nuevo frente en su épica batalla marítima con Estados Unidos. Pekín ha igualado las tasas portuarias de Washington, pero apunta a las entidades con propiedad de EE UU. Esto podría afectar a las firmas con acciones cotizadas allí.
Las tensiones comenzaron en marzo, cuando la Casa Blanca dio a conocer sus planes de imponer tasas especiales de atraque en los puertos de EE UU a los buques hechos en China o con bandera de ese país. El objetivo era reforzar a los constructores navales de EE UU, que tienen una cuota de mercado mundial del 0,1%, frente al 53% de los chinos. Pero, tras meses de rechazo por parte del sector, Washington acabó suavizando las medidas, que entraron en vigor el martes, al reducir notablemente las tasas respecto a las propuestas iniciales y eximir a muchos operadores con sede en EE UU.
No obstante, Pekín ha tomado represalias con tasas portuarias recíprocas a los buques vinculados a EE UU. Aunque son casi idénticas a las de este, las nuevas normas se aplican a los buques que son propiedad o están operados por entidades que pertenecen en un 25% o más a firmas o particulares de EE UU. Es inteligente: aunque los buques hechos en EE UU solo son el 4% de la flota mundial, entre las dueñas o fletadoras de buques que podrían verse afectadas están la australiana BHP y la brasileña Vale, ambas con certificados de depósito de EE UU que cotizan en Nueva York. Si es así, los analistas de HSBC creen que es probable que suban las tarifas de flete.
Eso podría ser mucho más perjudicial que las tasas de EE UU. Alphaliner estima que estas podrían costar hasta 3.200 millones de dólares en 2026 a las diez principales navieras, entre ellas MSC y CMA CGM; la china Cosco Shipping sería la más afectada. Además, Maersk y otras ya han retirado los buques vinculados a China de sus rutas marítimas de EE UU.
Quizá para demostrar poder, Pekín también sancionó el martes a cinco filiales vinculadas a EE UU de la surcoreana Hanwha Ocean, a la que acusó de ayudar y apoyar una investigación de EE UU sobre las prácticas comerciales chinas. Hanwha se comprometió hace poco a invertir 5.000 millones para ampliar su astillero de Filadelfia. Esto pone en alerta a otros constructores y fondos globales foráneos que están ayudando a Donald Trump en sus esfuerzos por relocalizar la construcción naval.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

