Nvidia es IA, pero solo por ahora
El riesgo es que, a medida que China y EE UU se separen, ambos conceptos ya no estarán tan entrelazados

Nvidia y la IA son prácticamente sinónimos. Cuanto más eficientemente pueden procesar bits sus chips, mejores o más baratos pueden ser los modelos de OpenAI o Anthropic. Eso hizo que los sólidos resultados que anunció el miércoles, incluyendo un crecimiento interanual del 56% hasta 47.000 millones de dólares en ingresos, fueran casi inevitables. Al fin y al cabo, cuando un gigante invierte en IA, está invirtiendo en Nvidia. La brecha entre EE UU y China amenaza esa omnipresencia.
Es difícil exagerar la importancia de Nvidia. Los documentos técnicos que detallan los nuevos modelos de IA comparan su tiempo de entrenamiento en horas de procesamiento gastadas en los productos de esta firma. Cuando Elon Musk habla sobre construir gigantescos centros de computación, los mide en múltiplos de su chip H100. Esto se traduce en una enorme rentabilidad. El margen bruto de Nvidia, en torno al 73%, supera con creces al de rivales como AMD.
Todo ello, pese a un gran obstáculo: la guerra comercial. Las previsiones de Nvidia para el próximo trimestre cumplieron las expectativas de los analistas, según Visible Alpha, incluso sin tener en cuenta las ventas del H20, diseñado para China. Probablemente sea lo seguro: Pekín está instando a las firmas nacionales a comprar productos locales de Huawei o la prometedora Cambricon.
Incluso si las cuestiones geopolíticas se calman, Nvidia afirma que prevé unos ingresos de hasta 5.000 millones por los H20, muy por debajo de la tasa de ejecución implícita anterior. Sigue siendo un valor muy alto que depende de las disputas transpacíficas. Si anualizamos esa cifra y le aplicamos el múltiplo de 18 veces de Nvidia, el valor es de unos 366.000 millones.
Jensen Huang apunta aún más alto y estima que China supone una oportunidad de 50.000 millones que crecerá un 50% anual. Pero el riesgo es que, a medida que las dos mayores economías se separen, Nvidia y la IA ya no estarán tan entrelazadas. Se dedicará parte del esfuerzo de investigación al desarrollo de chips y software alternativos, aunque los productos competidores de Huawei y sus homólogos aún no sean equivalentes. La inteligencia humana se esforzará por lograr adelantos en otros ámbitos. El coste de perder esos avances es mucho más difícil de calcular.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

