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BREAKINGVIEWS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El momento dorado del oro deslumbra a sus rivales de mayor valor

El petróleo y la plata parecen muy baratos, en comparación, y el platino está en una antiburbuja

Empleados de Krastsvetmet, una empresa rusa de metales preciosos, trabajando con oro.

El oro está viviendo un momento dorado, mientras los inversores se preocupan por la escalada de los precios y la estabilidad del dólar. Ajustado a la inflación, el oro ha superado su máximo anterior de 1980, tras lo cual su valor nominal se redujo durante casi dos décadas. El metal precioso cotiza ahora a más de tres desviaciones estándar por encima de su tendencia a largo plazo. Aunque ha conservado su poder adquisitivo durante varios milenios, ha demostrado ser una cobertura relativamente pobre contra la inflación a corto plazo. Tras un aumento del 25% este año, nunca ha parecido tan caro, tanto en términos reales como en relación con otras materias primas.

“El precio real del oro”, escribe Campbell Harvey, de Research Affiliates, “se asemeja a la relación precio-beneficio de las acciones. Unas relaciones precio-beneficio muy altas suelen ir seguidas de bajos rendimientos esperados. El historial del oro sugiere un patrón similar”. Desde 1975, los inversores que adquirieron oro a precios elevados perdieron dinero durante la década siguiente. Por el contrario, comprar oro cuando era relativamente barato proporcionó rendimientos positivos ajustados a la inflación.

Hoy en día, su precio está muy desfasado con respecto al de otras materias primas. Durante el último medio siglo, una onza de oro ha costado, de media, 21 veces el precio de un barril de petróleo. En la actualidad, la relación entre el oro y el petróleo es superior a 50 veces, su nivel más alto jamás registrado, salvo por un breve momento en 2020. El oro también parece caro en comparación con la plata. Desde 1975, se podían cambiar 60 onzas de plata por una onza de oro. Hoy en día, el oro vale alrededor de 100 veces más que su –más barato– primo.

Hay otro metal precioso que parece aún menos caro. El platino puede no tener el atractivo del oro, pero es mucho más difícil de encontrar. La producción mundial se concentra principalmente en minas profundas situadas en una pequeña región del sur de África. Este metal ha experimentado una montaña rusa en los últimos años. En la primera década del siglo, se vio envuelto en el superciclo minero, cuando experimentó un auge y luego se desplomó. La producción minera se interrumpió durante la pandemia, tras lo cual el platino subió por encima de los 1.200 dólares la onza en la primavera de 2021. Desde entonces, ha caído por debajo de los 1.000 dólares. En términos reales, cotiza un 25% por debajo de su media de los últimos 50 años.

Desde 1900, su precio se ha mantenido estable en relación con el oro, según Bryan Taylor, economista jefe de Finaeon (antes Global Financial Data). Durante los últimos 50 años, la relación entre ambos ha sido, en promedio, de aproximadamente uno a uno. Sin embargo, desde 2015, el oro ha avanzado y ahora cotiza al triple del platino. Este nunca ha estado tan barato en relación con el oro.

El significado de estas comparaciones es una cuestión de opinión. Al fin y al cabo, muchos consideran que el oro es una alternativa a las inestables monedas fiduciarias. Aunque la plata y el platino están oficialmente designados como metales monetarios, carecen de la fuerte marca de su rival amarillo.

Los sucesivos presidentes de Estados Unidos han amenazado con socavar el actual sistema monetario internacional dominado por el dólar. Después de que el país y sus aliados congelaran las reservas de divisas de Rusia en 2022, China y otros bancos centrales intensificaron sus compras de oro. En varias ocasiones anteriores, cuando se derrumbaron los regímenes monetarios internacionales, el oro sufrió un cambio de paradigma.

Precedentes

Por ejemplo, cuando se derrumbó el patrón oro a principios de la década de 1930, su precio oficial se elevó de 20,67 dólares por onza a 35. Tras el colapso del sistema de tipos de cambio fijos de Bretton Woods, instaurado tras la Segunda Guerra Mundial, a finales de los 60, el oro se volvió extremadamente volátil, pero se estabilizó en un precio medio más alto, en términos reales. Si echamos la vista más atrás en la historia, la desmonetización de la plata en las economías industriales occidentales durante la segunda mitad del XIX redujo de forma permanente su valor de mercado en relación con el oro.

Este podría encontrarse en las primeras fases de otro cambio de paradigma. Además, mientras que el metal amarillo se beneficia de la incertidumbre económica, las materias primas industriales son vulnerables a una recesión mundial. Al inicio de la pandemia, los futuros del petróleo registraron brevemente valores negativos. Aproximadamente la mitad de la producción anual de plata se destina a aplicaciones industriales, mientras que tres cuartos de la demanda de platino proviene de usuarios también industriales. Si la economía mundial entra en recesión, estas materias primas se verán sin duda afectadas.

Hay otra amenaza a tener en cuenta. Los denominados metales del grupo del platino, que incluyen el paladio y el rodio, son muy apreciados por su capacidad para soportar altas temperaturas. Alrededor del 44% de la producción de platino se utiliza en convertidores catalíticos para automóviles que reducen la contaminación producida por los motores de combustión interna. Los objetivos gubernamentales de poner fin a la venta de vehículos de motor tradicionales amenazan la demanda a largo plazo de petróleo y de platino y sus metales relacionados, que no se utilizan en los vehículos eléctricos alimentados por baterías.

Sin embargo, fuera de China, el rápido avance de los eléctricos se ha estancado. En 2024, el Gobierno alemán puso fin a las subvenciones para la compra de estos modelos. Donald Trump ha descartado el objetivo de su predecesor de que la mitad de las ventas de automóviles en EE UU sean eléctricas para 2030. Los híbridos enchufables han ganado cuota de mercado. Estos utilizan más metales del grupo del platino que los de gasolina y diésel. UBS, que el año pasado redujo su previsión de penetración mundial de los modelos con batería para 2030 del 50% al 40%, espera que la demanda de metales del grupo del platino se mantenga estable a medio plazo. Impala Platinum, una de las mayores mineras de este metal, informa de una demanda “sólida” por parte de su base de clientes. Por otro lado, el suministro de estos metales raros es cada vez más limitado.

Según Django Davidson, de Hosking Partners, en los últimos años las mineras de platino han invertido muy poco. Tienen pocos incentivos para hacerlo, ya que muchas de sus operaciones no son rentables a los precios actuales del mercado. El Consejo Mundial de Inversiones en Platino afirma que la oferta de este metal será un 17% inferior a la demanda en 2024, y prevé que el déficit de oferta continúe en los próximos años.

La reciente evolución parabólica de los precios sugiere que el oro podría estar en una burbuja. Los especuladores pueden seguir ganando a corto plazo. Pero los inversores que busquen proteger su patrimonio a la larga deberían buscar otras alternativas. En comparación con el oro, el petróleo y la plata parecen extremadamente baratos. Se podría decir que el platino está en una antiburbuja. Deprimido tanto en precio como en oferta, este metal tan escaso parece un mejor depósito de valor que lo que John Maynard Keynes denominó famosamente “reliquia bárbara”.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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