Los aranceles dejan a las aerolíneas europeas en la estacada
La economía puede hacer a los viajeros menos propensos a los vuelos de primera clase o a cruzar el Atlántico

Las aerolíneas de bandera de Europa occidental se han topado con una tormenta. Los principales grupos del continente (Air France-KLM, IAG, propietaria de British Airways e Iberia, y Deutsche Lufthansa) han visto cómo sus fortunas occidentales y orientales divergen desde la pandemia. Por desgracia, los aranceles estadounidenses y un panorama económico inestable podrían hacer que volar en cualquier dirección sea más difícil de rentabilizar.
Los vuelos de larga distancia son generalmente más lucrativos para las aerolíneas de servicio completo, dado, por ejemplo, el mayor potencial de vender asientos prémium de alto margen. Sin embargo, las aerolíneas que hacen muchos negocios volando hacia el este, como Lufthansa, llevan años luchando contra un problema de competitividad. Uno de los principales culpables ha sido la necesidad de evitar el espacio aéreo ruso, lo que aumenta el tiempo y los costes de combustible en las rutas asiáticas.
Antes de que se suspendiera en octubre, Lufthansa dijo que estaba perdiendo hasta 550.000 dólares en cada uno de sus vuelos de Fráncfort a Pekín. Un reciente mandato de la UE que exige un mayor uso del costoso combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) aumentará aún más los costes de los vuelos que salen de Europa. Los ejecutivos de una cumbre del sector celebrada en Bruselas el mes pasado se mostraron preocupados por el hecho de que las aerolíneas del continente, cada vez menos competitivas, simplemente llevarían a más pasajeros a volar a Asia a través de centros como Dubái y Estambul.
Aun así, el daño oriental no ha demostrado ser existencial en los últimos años. Los viajes de larga distancia en Occidente han tomado el relevo en gran medida, gracias a los turistas estadounidenses pudientes que se gastan un dineral en viajes a Europa como parte de un auge del ocio prémium en toda la industria tras la pandemia.
Las aerolíneas no revelan los detalles, pero los analistas de Barclays estimaron en marzo que los vuelos del Atlántico Norte representaban más de la mitad de los beneficios de explotación de las aerolíneas de bandera europeas, a pesar de que solo suponían entre el 20% y el 30% de los ingresos.
IAG
El principal beneficiario ha sido IAG, cuyas bases de Dublín, Londres y Madrid están claramente orientadas hacia el oeste. Sus ingresos por pasajero por kilómetro de asiento disponible en las rutas del Atlántico Norte –un indicador de la fortaleza de la demanda– crecieron más de un 6% interanual en 2024, superando con creces a otras regiones. Pero Lufthansa está aumentando su propia capacidad transatlántica, mientras que Air France ha renovado recientemente su cabina de primera clase para atraer a los grandes apostadores.
Un riesgo clave, por tanto, es el deterioro del contexto económico. Incluso antes del anuncio de los aranceles de Donald Trump, Delta Air Lines, con sede en Atlanta, había dado la voz de alarma sobre la demanda interna y la confianza de los consumidores, lo que, según Barclays, podría extenderse a los viajes internacionales.
Mientras que los directivos de las aerolíneas en Bruselas insistían en que no habían visto signos de debilidad transatlántica, Virgin Atlantic advirtió la semana pasada de la desaceleración de la demanda de viajes de Estados Unidos al Reino Unido, con las acciones de IAG cayendo casi un 7% en el día.
Las nuevas tarifas podrían poner aún más en peligro la gallina de los huevos de oro de los vuelos de larga distancia. La caída de los mercados bursátiles y las guerras comerciales pueden hacer que los viajeros sean menos propensos a optar por vuelos de primera clase o a cruzar el Atlántico.
IAG, Air France-KLM, Deutsche Lufthansa, Austrian Airlines y Eurowings vieron caer sus acciones alrededor de un 13% entre la presentación del plan arancelario de Trump el día 2 y el cierre del día 7. El índice de referencia Stoxx Europe 600 cayó alrededor de un 12% en ese tiempo.IAG cotiza ahora a unas 4 veces las ganancias futuras, según datos de LSEG, en comparación con 7 veces a principios de febrero. Los inversores se preparan para las turbulencias.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías