La represión de Erdogan frena la mejoría turca
Los inversores estaban comprando con entusiasmo la normalización de la economía gracias a una política monetaria más ortodoxa

Las tendencias antidemocráticas de Tayyip Erdogan no son ningún secreto. Puede sorprender, pues, que la detención de un rival político clave del presidente turco provocara una fuerte venta masiva de divisas el miércoles. La razón es que los inversores estaban comprando con entusiasmo la normalización de la economía gracias a una política monetaria más ortodoxa.
El miércoles, las autoridades detuvieron al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, figura clave del Partido Republicano del Pueblo, y que dijo que se trataba de un “intento de golpe de Estado contra el próximo presidente”. Forma parte de una represión más amplia contra los posibles rivales políticos de Erdogan.
La lira turca cayó a alrededor de 39 unidades por dólar, frente a las aproximadamente 37 de la mayor parte del martes, mientras el índice BIST 100 perdió casi un 7%. Entre los que más bajaron, un décimo, se encontraban bancos como Yapi Kredi, Isbank y Akbank. Mientras, el retorno de los bonos soberanos turcos a 10 años subió 2 puntos porcentuales, hasta el 28,4%.
Hay muchas razones para el pánico de los inversores, aparte de un repunte general del riesgo político turco. Un temor, por ejemplo, podría ser que las medidas aumenten las opciones de que un Erdogan más atrincherado vuelva a las políticas económicas populistas del pasado, como favorecer tipos insosteniblemente bajos. Eso representaría un giro en U perjudicial desde la perspectiva de los inversores, ya que la política monetaria relativamente ortodoxa reciente ha servido bien a la economía.
La inflación interanual ha ido bajando, hasta situarse en torno al 40% en los últimos meses, frente al 60%-70% de la primera mitad de 2024, lo que ha permitido al banco central empezar a reducir los tipos desde el 50%. La caída de la lira amenaza con revertir ese proceso, al avivar nuevas subidas de precios.
También existe el riesgo de que se inviertan las entradas de capital extranjero. Los analistas de Capital Economics calculan que en 2024 se produjo un fuerte aumento de las compras netas de bonos turcos por parte de no residentes, que en ocasiones alcanzaron varios miles de millones de dólares al mes, lo que ahora parece improbable que continúe. Las principales víctimas de Erdogan son claramente sus rivales políticos, pero también hay cuestiones económicas en juego.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías