La lira turca se desfonda por la crisis política y arrastra a BBVA
La detención del alcalde de Estambul y principal líder de la oposición desata una oleada de ventas en el mercado financiero del país y lleva a la divisa a mínimos


Los mercados financieros de Turquía registran hoy el peor comportamiento a nivel mundial ante la fuerte crisis política que ha desatado la detención de Ekrem Imamoglu, el alcalde de Estambul y principal rival del presidente del país Recep Tayyip Erdogan. La lira turca se ha llegado a desfondar el 7%, hasta superar las 43 unidades por dólar, y se ha estabilizado luego sobre las 41 unidades, aun así zona de mínimos. El principal índice bursátil del país ha caído un 11,1% y el rendimiento del bono turco a 10 años en liras se dispara cerca de 200 puntos básicos, por encima del 30%. La sacudida financiera también arrastra a BBVA, que tiene en Turquía uno de sus mercados clave, y hoy sufre el mayor retroceso en Bolsa entre la banca europea, del 1%.
La detención de Ekrem Imamoglu echa por tierra el relativo optimismo que últimamente rodeaba a la economía turca, que había regresado a la ortodoxia en su política monetaria y está al margen de las tensiones arancelarias de EE UU. El suceso devuelve la crisis política e institucional del país al primer plano, ya que el arresto del alcalde de Estambul supone eliminar las aspiraciones del principal rival político de Erdogan. De hecho, este mismo domingo estaba previsto que Imamoglu fuera nombrado por su partido, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), candidato a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2028. Las autoridades turcas acusan al alcalde de Estambul, uno de los líderes políticos más populares del país, de corrupción y de brindar presuntamente apoyo a una organización terrorista.
El CHP ha calificado la detención de “golpe de Estado” y ha asegurado que procederá con sus primarias, en las que previsiblemente se refrendará la candidatura de Imamoglu. El transporte público en Estambul se ha interrumpido en varios puntos de la ciudad y el gobernador de la ciudad ha prohibido por cuatro días todas las manifestaciones o marchas de protesta.
“Los activos turcos están sometidos a una fuerte presión vendedora”, afirma en declaraciones a Bloomberg Piotr Matys, analista sénior de divisas de In Touch Capital Markets. “Para algunos inversores también es un recordatorio de que el presidente Erdogan pretende reforzar aún más su control del poder impedir que su mayor rival político se presente a las presidenciales previstas para 2028, aunque no se puede descartar que se adelanten los comicios”.
La inestabilidad política turca y la intromisión del gobierno de Erdogan en la política monetaria han influido en el pasado con fuerza sobre la cotización de BBVA, un lastre que la acción del banco revive hoy. Sus títulos han cedido un 1% al cierre, tras suavizar unas caídas que han llegado a ser del 2%. Turquía es un mercado clave para BBVA y que ha comenzado a ofrecer mejores perspectivas para el conjunto del grupo. En 2024, la filial turca obtuvo un beneficio atribuido de 611 millones de euros, el 15,9% más que en el año anterior, y aportó el 5,6% del total de ganancias del grupo, a gran distancia de México, la primera fuente de beneficios, y España.
Con la opa sobre Sabadell, BBVA pretende en todo caso rebajar el peso de los países emergentes, y con ello la volatilidad que inyectan a menudo a las cuentas. La sacudida en el mercado turco llega a tan solo unos días de la junta de accionistas que BBVA celebra el viernes en Bilbao, justo en la recta final del proceso de oferta por Sabadell.
A pesar de la presión sobre la lira turca, Turquía continúa registrando una disminución gradual de la inflación, que bajó en febrero por noveno mes consecutivo, alcanzando una tasa del 39,05%, inferior a la tasa de enero del 42,12%. Este descenso en la inflación permitió al banco central aplicar un nuevo recorte de 25 puntos básicos en marzo, situando la tasa de referencia en el 42,5%. El mercado anticipa que las tasas podrían descender hasta cerca del 30% para finales del año.
“Desde el punto de vista económico, Turquía muestra señales de recuperación tras salir de una recesión técnica, registrando un crecimiento del 1,7% en el cuarto trimestre de 2024. Sin embargo, la situación política reciente y la incertidumbre sobre la futura dirección monetaria mantienen la volatilidad y presión sobre la lira turca”, sostiene Sergio Ávila, analista de IG.
Sobre la firma
