Renault y BMW tienen los mejores airbags para el accidente del motor
Las multas por emisiones y los aranceles dañarán al sector en Europa, pero esas dos firmas pueden desmarcarse
Los fabricantes de automóviles europeos no pueden tomarse un respiro. La perspectiva de multas por emisiones de carbono en casa y aranceles en el extranjero implica otro año de ventas estancadas y bajos márgenes operativos. Pero algunas empresas están menos expuestas a la tormenta que se avecina. Si ocurre lo peor, las acciones de Renault, que vale 15.000 millones de euros, y BMW, de 51.000 millones, deberían de desmarcarse del resto.
Los grupos automovilísticos aún no se han recuperado de la pandemia: Volkswagen, por ejemplo, entregó un 17% menos de coches en 2024 que en 2019. Los fabricantes han logrado en ocasiones aumentar los márgenes subiendo los precios, como Stellantis, o apoyándose en el auge de las ventas chinas. Sin embargo, esos motores ahora están fallando.
El beneficio operativo de los cinco principales fabricantes de automóviles europeos (los mencionados y Mercedes-Benz) probablemente cayó alrededor de un 26% en promedio en 2024, calculamos, utilizando estimaciones de analistas recopiladas por Visible Alpha. Solo Renault registrará un crecimiento en esa partida, muestran los mismos datos. Mercedes-Benz y Renault publicarán sus resultados del cuarto trimestre el 20 de febrero, antes que Stellantis, Volkswagen y BMW.
El nuevo año trae nuevos obstáculos. En Europa, los legisladores probablemente impondrán multas a los grupos que no hayan reducido sus emisiones de carbono en un 15% en comparación con los niveles de 2021. Esto coincide con una desaceleración en las ventas de vehículos eléctricos, lo que hace que los objetivos ecológicos sean aún más difíciles de alcanzar.
Los fabricantes de automóviles tendrán que pagar multas o vender eléctricos a precios de saldo para cumplir los objetivos. Los analistas de Barclays estiman un impacto en el beneficio operativo de hasta 3.000 millones de euros para los cinco grupos combinados. Eso es el 5% de sus ganancias totales previstas para 2025 antes de intereses e impuestos, según los datos de Visible Alpha. Casi dos tercios del impacto podrían recaer en Volkswagen por sí sola.
El otro obstáculo es la política. Los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos en Europa pueden desencadenar represalias por parte de Pekín. El siguiente es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podría aumentar los aranceles sobre los automóviles que cruzan las fronteras de Canadá y México, y también podría golpear a las importaciones directas de vehículos europeos. Stellantis importa casi un tercio de los automóviles que vende a Estados Unidos desde México o Canadá. Berenberg calcula que podría enfrentarse a un golpe equivalente a dos quintas partes del beneficio de explotación por una guerra comercial, antes de tener en cuenta medidas compensatorias como desplazar la producción o subir los precios. En segundo lugar, está Volkswagen, con un golpe potencial de casi una quinta parte, según los cálculos del mismo bróker.
Sin embargo, hay algunos puntos positivos. Tomemos el caso de Renault: tiene una serie de vehículos eléctricos relativamente baratos en camino, como el R5, que pueden ayudarle a esquivar las multas de la UE. Y las ventas de la empresa francesa son mayoritariamente en Europa, lo que limita su exposición a los aranceles de Trump.
BMW, por su parte, es poco probable que se enfrente a grandes multas por emisiones de carbono porque casi una quinta parte de sus coches ya son eléctricos. También importa relativamente menos coches de México o Canadá y tiene la segunda exposición potencial más baja a los aranceles estadounidenses entre sus pares, según Berenberg.
Los inversores no están teniendo en cuenta esa seguridad. Las acciones de Renault cotizan a poco más de 4 veces las ganancias futuras, un descuento del 6% con respecto a Stellantis y apenas superior al de Volkswagen. Mercedes-Benz y BMW, por su parte, están muy igualadas en un múltiplo de 6. Si se desatan las tormentas políticas, es probable que esas valoraciones se separen aún más.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías