La OPV de 5.000 millones de CATL garantiza un liderazgo envidiable
Su salida a Bolsa serviría para financiar fábricas en el extranjero y la aislaría de las turbulencias de las divisas
El mayor fabricante de baterías del mundo está decidido a reforzar su dominio. La china Contemporary Amperex Technology (CATL) anunció el 26 de diciembre que quiere cotizar en Bolsa en Hong Kong, con lo que podría recaudar hasta 5.000 millones de dólares (4.900 millones de euros, al cambio actual), según International Financing Review. El consejo de administración ha aprobado el plan, pero la propuesta está pendiente de la aprobación de los reguladores, incluida la Comisión Reguladora de Valores de China, dijo la compañía. La venta de acciones serviría para financiar fábricas en el extranjero y aislaría a la empresa de las turbulencias del mercado mundial de divisas.
Robin Zeng se encuentra en una posición fuerte. Los beneficios de la empresa de 150.000 millones de dólares que fundó se están acelerando más que sus inversiones, según las previsiones recogidas por Visible Alpha. Mientras que los gastos de capital pueden pasar de 4.300 millones de dólares en 2024 a casi 6.000 millones en 2028, la tesorería neta de CATL podría casi triplicarse, hasta unos 60.000 millones en el mismo periodo, según las estimaciones de esos analistas.
Sin embargo, aunque gran parte de esa riqueza permanece en la China continental, donde está sujeta a estrictos controles de capital, los próximos grandes pasos de CATL serán en el extranjero. La decisión adoptada el lunes por el Departamento de Defensa de Estados Unidos de incluir al grupo en una lista de entidades que, según él, trabajan con el ejército chino, pone en peligro los acuerdos que ha alcanzado para conceder licencias de su tecnología a Ford y Tesla, así como otras oportunidades en el país.
Pero CATL se ha comprometido a construir una planta de 7.600 millones de dólares en Hungría, una empresa conjunta de 4.200 millones con Stellantis en España, una asociación en Indonesia y un nuevo centro de I+D en Hong Kong. El fabricante de baterías también ha sopesado oportunidades de inversión desde Tailandia hasta México, según Reuters y Bloomberg.
Para respaldar sus enormes ambiciones, el grupo ha intentado en repetidas ocasiones captar capital en el extranjero para complementar la deuda extraterritorial. Hace dos años, estudió la posibilidad de emitir certificados de depósito global en Suiza, pero se topó con problemas regulatorios. La debilidad del mercado frustró su intención de cotizar en Hong Kong a principios de 2024.
Esta vez, el éxito podría limitar la exposición de CATL al debilitamiento del yuan: los analistas encuestados por LSEG creen que la divisa podría caer hasta un 10% frente al dólar estadounidense este año, sin duda impulsada, al menos en parte, por las amenazas arancelarias del presidente entrante Donald Trump. Mientras tanto, las acciones A de la empresa, que cotizan en Shenzhén, se han revalorizado un 65% en los últimos 12 meses, lo que reducirá la dilución derivada de la emisión de nuevas acciones.
Con fondos frescos, Zeng puede impulsar con fuerza nuevos productos para ampliar el papel de CATL en la cadena de suministro global. Una idea es ofrecer a los fabricantes de automóviles un chasis integrado que incluya una batería y un sistema de alimentación incorporados, es decir, casi todo menos la carcasa exterior y el software del vehículo. Puede que CATL no necesite exactamente otros 5.000 millones de dólares, pero Zeng no tendrá problemas para encontrar la forma de gastarlos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías