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Las claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves: el sector inmobiliario siempre vuelve, aunque no hay que fiarse del todo de los tipos

Los costes de la transición energética aún darán muchos vaivenes

CINCO DÍAS
Calle de Málaga.
Calle de Málaga.Escuela de Periodismo UAM-ELPAÍS

El sector inmobiliario siempre vuelve. Salvo unas pocas excepciones, como el mercado de oficinas, y la construcción para alquilar, ganará impulso en este año que empieza, gracias al descenso de los tipos de interés, que abaratan la financiación y aumentan el interés relativo de este mercado como inversión. Con todo, convendrá ser prudentes, porque la flexibilización monetaria de los bancos centrales aún está cogida con pinzas. Los costes de la transición energética aún darán muchos vaivenes, y tanto el BCE como la Reserva Federal pueden verse obligados de nuevo a endurecer las condiciones financieras.

A pesar de ese pensamiento de fondo, es indudable que hay opciones atractivas de inversión en España; por ejemplo, en el sector turístico, que no cesa: aunque a mucha gente le cuesta llegar a final de mes, a otros, como cada vez más pensionistas –y no solo españoles–, les sobra el tiempo y el dinero para emplearlo en viajar. También promete el ámbito de los centros de datos, amén del propiamente residencial.

La moda de crear una reserva de bitcoin cruza el Atlántico

Lo que se pone de moda en Estados Unidos suele acabar copiándose, de una forma u otra, a este lado del Atlántico. Así, la idea de crear una reserva pública de bitcoin, que está ganando inercia en EE UU, ya ha llegado a Europa, en la voz de Christian Lindner, el halcón que hasta hace poco era ministro de Finanzas alemán.

Es razonable que las instituciones tomen posiciones defensivas ante la evolución del mercado, pero cabe preguntarse si tiene sentido apostar por un activo que, por ahora, es meramente especulativo, y que básicamente se retroalimenta a sí mismo, sin tener un efecto sobre la economía real.

Las telecos ‘low cost’ cubren una demanda notable con una estrategia arriesgada

Es posible que a las principales telecos españolas, Movistar, Masorange y Vodafone, no les haga mucha gracia que otras más pequeñas, como Avatel, Finetwork y sobre todo Digi, estén llevándose clientes a base de ofrecer tarifas mucho más asequibles, pero también a base de endeudarse de forma notable. Es el mercado, como diría Rodrigo Rato; y es verdad, también, que las grandes compañías (salvo quizá MásMóvil, ahora fusionada con Orange) no habían prestado mucha atención al nicho low cost antes de la irrupción de estas marcas. Hay, desde luego, demanda de tarifas asequibles por servicios básicos: internet y llamadas, para qué más. La duda es si la apalancada estrategia de negocio explotará en un algún momento.

La frase del día

“Los contratistas de defensa llevan demasiado tiempo esquilmando al pueblo estadounidense. Estoy dispuesto a trabajar con Elon Musk para frenar el despilfarro en el Pentágono”

Ro Khanna, congresista demócrata de EE UU

Cualquier momento es bueno para comenzar el año

Para mucha gente, sobre todo los que tienen niños en edad escolar, el año empieza en septiembre; para otros, en especial los contables y los que se apuntan al gimnasio (vayan o no), en enero. Hay otros, particular los enamoradizos, que consideran que el año empieza en primavera, con el cambio de armario; hasta el siglo XVI, de hecho, era bastante habitual que el calendario comenzara en marzo. Seguro que hay incluso quien considera que el ejercicio se estrena en verano, con la canícula.

En realidad, cualquier momento es bueno para hacer borrón y cuenta nueva, y dejar atrás un ejercicio de resultados financieros negativos, de pérdidas en Bolsa, de operaciones corporativas lastimosas. Basta con abrir un nuevo calendario y empezarlo por la hoja menos pensada.


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