_
_
_
_
Las claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves: la decisión salomónica que salva a las energéticas

La banca se lleva la parte mala del acuerdo del PSOE con PNV y Junts

CINCO DÍAS
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso.Europa Press News (Europa Press via Getty Images)

El PSOE acordó el miércoles con Junts y el PNV una decisión salomónica en torno al impuesto a las energéticas y el impuesto a la banca: mantendrá solo el segundo, durante tres años. La amenaza de la industria de la energía, en particular Repsol, de reducir su presencia en el territorio vasco y el catalán ha obtenido sus frutos. Los bancos, que cada vez están más virtualizados y cuya presencia física está más distribuida por España, no tienen tanta fuerza para susurrar al oído de los dos partidos bisagra, aunque sí ha conseguido que se suavice su tributo. Sumar, sin embargo, quiere mantener ambos, y además blindarlos contra las haciendas forales, en coherencia con sus reparos a la competencia fiscal portuguesa, que atrae precisamente a las empresas españolas. Lo que se ahorrarán las energéticas –si el acuerdo se refrenda en el Congreso, lo cual está por ver– lo pagarán en parte los fumadores (en particular los vapeadores), que sufrirán una subida de impuestos, y los usuarios de vehículos diésel (salvo los profesionales). El motivo aducido, proteger la salud y el medioambiente. Ayuda que, como los bancos, tampoco tienen una presencia territorial concreta.

Una lucha insuficiente contra los postureos empresariales

A partir de ahora, y de acuerdo con las nuevas directrices de Esma, aquellos productos que quieran mantener las etiquetas “sostenible” o “ecológico” no podrán tener acciones de empresas que extraigan carbón, que obtengan más del 10% de su beneficio de la distribución de derivados del petróleo o que ganen más del 50% del gas natural. Cabe preguntarse, a la vista de los límites, qué se permitía antes de este tímido ejercicio de coherencia. Con todo, otras autoridades deberían tomar ejemplo, y empezar a señalar a los que caen, además de en el ecopostureo, en el postureo de la conciliación, de las perspectivas laborales... y un largo etcétera.

La fantasía de que la inmigración se puede controlar a voluntad

En el final de Ladrón de bicicletas (alerta spoiler), el protagonista acaba robando la bici a otro, ante la imposibilidad de recuperar la suya propia. El discurso político antiinmigración (más acusado en unos casos, más disimulado en otros) juega precisamente con enfrentar a los pobres locales con los pobres que vienen de fuera, para evadir la responsabilidad de mejorar los recursos para unos y para otros. Los países ricos intentan vivir en la fantasía de que se puede controlar la inmigración a voluntad, trayendo solo a los que hacen falta para cubrir los empleos vacantes. Pero los migrantes no acuden por capricho o siguiendo una tabla de Excel, sino en pos de la bonanza económica, sustentada en buena medida por los inmigrantes que llegaron antes.

La frase del día

La subida de las cotizaciones a los empresarios significará que las compañías tendrán que absorber parte a través de los beneficios, y es probable que los aumentos salariales sean ligeramente inferiores a lo que habrían sido en otras circunstancias

Rachel Reeves, ministra de Economía británica

La crisis de la vivienda, un problema de espacio

Otra de las derivadas de la crisis de la vivienda en España es que, además de ser muy difícil encontrar alquileres asequibles –de la compra mejor no hablar–, los que sí lo son suelen permitir el acceso a viviendas pequeñas o, directamente, compartidas. Así, los inquilinos acaban viviendo en espacios de un tamaño tal que se ven obligados a acudir a trasteros para guardar sus pertenencias.

Y, como en todo hay una oportunidad de negocio para quien sabe verla (o para quien tiene los suficientes pocos escrúpulos), hay algunos piratas que llevan el negocio más allá, y ofrecen trasteros como viviendas. La solución, diría Marie Kondo, quizá es tener menos cosas. O, ya puestos, aumentar el parque de pisos.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_