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Gortázar asegura que el impuesto a la banca debería llamarse “la tasa Caixabank”

El consejero delegado señala que el banco será el más afectado por ser “la mayor entidad de España”

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank presenta este jueves los resultados financieros del tercer trimestre de 2024.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank presenta este jueves los resultados financieros del tercer trimestre de 2024.Ana Escobar (EFE)

La banca se revuelve contra el Gobierno. El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha señalado este jueves que el sector está siendo discriminado después de que el Ejecutivo acordara el miércoles con Junts y PNV quitar el impuesto a las energéticas, pero mantenérselo a la banca durante tres años más con un carácter progresivo. “Lo que me parece más grave es que consagra y exagera la discriminación entre entidades. Es un impuesto progresivo, algo en lo que creo en las personas físicas, pero en las jurídicas es un concepto que se me escapa. Se está gravando según el tamaño y nosotros somos la entidad financiera más grande en España, por lo tanto seremos los que más paguemos. Se le podría llamar la tasa Caixabank”, ha afirmado el directivo.

El empresario se ha quejado de que, en un escenario en el que los beneficios de la banca van a caer previsiblemente por el fin de los tipos altos, el Gobierno ha visto en la banca un sector al que poder gravar para ayudar a reducir el déficit público. “Lo que se está diciendo es que la banca tiene que pagar más que otros sectores. Los bancos tienen una rentabilidad del 13% cuando el Ibex 35 tiene una rentabilidad del 18%, no somos más rentables que otros sectores. Lo que hay que hacer es tener un debate sereno sobre este asunto”, ha afirmado.

Gortázar, que ha visto reforzado su poder en la entidad después de que Goirigolzarri anunciara este miércoles su adiós a la presidencia, ha explicado que el gravamen supone un “impuesto al crédito”, lo que supondrá una carga para la economía española. “Que el crédito pueda crecer un 3% o un 4%, ojalá, pero sin el impuesto podría crecer más, eso sin ninguna duda. Si lo mantenemos estos tres años y se prolonga, lo que miraremos de aquí a diez años es en qué momento perdimos comba. Sin un sistema financiero fuerte no hay una economía fuerte. El impacto sobre el crédito existe”, ha añadido el directivo.

El impuesto a la banca, que originalmente era del 4,8% sobre los ingresos, pasará a ser progresivo desde un mínimo del 1% hasta un máximo del 6% en función de la base liquidable, que es el que supuestamente debería de pagar Caixabank. Si bien la medida contempla una deducción del 25% de la cuota del impuesto de sociedades, para Gortázar “consolida una doble imposición, algo muy difícil de entender” y ha hecho hincapié en que el gravamen lo pagarán los accionistas del banco. “Nuestro principal accionista es la Fundación La Caixa, es ponerle un impuesto a la obra social”, ha remachado.

En este sentido, Gortázar ha apuntado a otra posible derivada en un momento en el que la Comisión Europea busca impulsar consolidaciones bancarias transfronterizas, es decir, crear bancos europeos más potentes como podría ser el caso de la fusión entre el alemán Commerzbank y el italiano Unicredit. “Para nosotros el terreno no está maduro para participar en una operación de este tipo, pero que no lo esté para nosotros no significa que no lo esté para otros. En el momento en que llegue la posibilidad para un gran banco español de participar en una gran operación transfronteriza, ¿dónde creen que se situará la sede social si en España tenemos un entorno tributario notablemente negativo? Esto es lo que nos estamos jugando, luego nadie podrá sorprenderse de que los centros de actividad principales de los bancos europeos no estén radicados en España”, ha advertido.

En cuanto a la salida del todavía presidente de Caixabank (Goirigolzarri será sustituido por Muniesa el próximo 1 de enero), Gortázar ha indicado que se quedará con el área de comunicación, algo que hasta ahora pertenecía al presidente. Muniesa se encargará de la auditoría interna y la secretaría del consejo. Por otro lado, el consejero delegado de Caixabank ha remarcado que confía en su equipo directivo y que no hará cambios, aunque ha admitido que el banco nombrará a un nuevo consejero independiente.

Respecto a los motivos de la salida, Gortázar ha evitado hacer referencias a posibles presiones del BCE a los bancos españoles para quitar a los presidentes sus funciones ejecutivas, y se ha limitado a señalar que “es una decisión personal y voluntaria”. En cuanto a la sede social de la compañía, Caixabank descarta una vuelta a Cataluña. “Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido, no hay ningún cambio al respecto”, ha asegurado Gortázar.

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