Claves: por que vale la pedir pedir dinero aunque se tenga, y el perro se ha comido los deberes de España
Los más pudientes utilizan líneas de crédito, logradas con el aval de sus activos financieros, que luego se desgravan como gastos financieros
A mediados del siglo XVI, surgió en la rica región italiana de Lombardía un nuevo tipo de préstamo: el lombardo, que permitía a los mercaderes tomar prestado dinero poniendo como garantías activos financieros, y no objetos de valor. Este tipo de operación sigue en uso, pero ahora con una finalidad adicional: pagar menos impuestos. Porque la ingeniería fiscal es un poco como la naturaleza, que siempre se abre paso.
El truco es de fácil ejecución: tiene usted, por poner una cifra, 10 millones de euros en un fondo de inversión, y los aporta como garantía para una línea de crédito. Consigue unas condiciones atractivas, y se deduce el gasto en intereses. Y si tiene una sociedad, y demuestra que el dinero recibido se dedica a una actividad empresarial, quedará exento del cálculo patrimonial para pagar el impuesto sobre las grandes fortunas. Mucho mejor que vender esas acciones y sufrirlo después, cuando toque hacer la declaración de la renta. Ese es el truco, ahora solo hace falta conseguir los 10 millones.
El perro se ha comido los deberes del Gobierno de España
España se ha visto obligada a aplazar el envío a Bruselas del plan económico de 2025 porque no tiene Presupuestos. Ahora, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se tiene que plantar ante la profesora –Úrsula Von der Leyen– y decirle por qué no tiene los deberes hechos. Una explicación cuando menos complicada: el Ejecutivo tiene una mayoría de Gobierno que no es tal, y a pesar de no pocas concesiones, es posible que no haya sacado adelante ninguna votación clave esta legislatura. Gracias, en buena parte, a un partido liderado por un señor que vive en Waterloo. Sería más fácil decir que el perro se ha comido los deberes.
Sabadell y BBVA pasan de las manos a las palabras por la opa
El éxito de una opa hostil pasa, fundamentalmente, por los números: si el accionista cree que se beneficiará de la operación, venderá. Pero no es este un debate que se pueda ceñir solo a cifras, tipos de cambio y cotizaciones. Como humanos que son –y, por qué no, amantes de la literatura– los empresarios también pueden entrar en discusiones de mayor calado, en el terreno de la semántica o, incluso, de la lírica: cuando BBVA lanzó la opa sobre Sabadell, los dirigentes de ambos discutieron si esta merecía el calificativo de hostil. Ahora, el debate alcanza otras cotas: el CEO de BBVA, Onür Genç, defiende que es “una operación de libro”, y su homólogo de Sabadell, César González-Bueno, le replica que “es un libro al que le faltan muchas páginas por escribir”. Ni Quevedo y Góngora.
La frase
Las personas nombradas para la próxima Administración de Donald Trump deben demostrar su lealtadHoward Lutnick, codirector del equipo de transición de Donald Trump y CEO de Cantor Fitzgerald
Para hacer deporte por obligación, es mejor no esquivar las tareas físicas
El humano contemporáneo no para de hacerse trampas al solitario. Por ejemplo, coge el coche para ir a por el pan, sube en ascensor en lugar de por la escalera, o contrata a una tercera para que le limpie la casa, pero luego se las ve y sea las desea para encontrar un hueco en la jornada para ir al gimnasio o salir a correr.
A algunas personas les gusta hacer ejercicio, pero otras simplemente lo hacen por obligación, ya sea para bajar kilos, o por sentirse mejor físicamente. En esos casos, no hace falta que se apunten a caras actividades o centros deportivos: con ocuparse personalmente de las tareas cotidianas más ingratas, tienen suficiente. Además, si de paso dejan el Lamborghini en el garaje, harán feliz al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (aunque molestarán al de Industria).