El BBVA dice que la opa es “una operación de libro” y el Sabadell “que le faltan muchas páginas por escribir y no va bien”
Los máximos ejecutivos de ambas entidades difieren sobre competencia, evolución bursátil y marcha de la oferta
Guerra sin cuartel entre el BBVA y el Banco Sabadell. El consejero delegado de la entidad vasca, Onür Genç, ha defendido este lunes que la operación propuesta sobre la catalana es “una operación de libro, ideal para todos”. Unas horas después, su homólogo del Sabadell, César González-Bueno, le ha replicado: “Es un libro al que le faltan muchas páginas por escribir”. “La operación no va bien y las últimas páginas están por escribir”, ha rematado.
El consejero delegado del BBVA, Onür Genç, ha sido mucho más comedido que González Bueno en su intervención en el XV Encuentro Financiero, organizado por KPMG y Expansión. Ha defendido que el racional de la operación no es reducir la oferta de crédito a pymes, sino para incrementarlo. “Es una operación destinada a crecer en pymes”, ha afirmado, recordando que el banco espera, una vez completada la opa, incrementar el crédito en 5.000 millones de euros.
Ha asegurado que solo un 1,5% de las pymes españolas trabaja solo con el BBVA y el Sabadell. Una cifra que en Cataluña se eleva al 3,6%. Este ha sido uno de los principales recelos que ha despertado la opa entre las patronales catalanas y en el Gobierno. Tanto el BBVA como el Banco Sabadell aguardan la decisión clave de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la transacción. En particular, sobre si decidirá aprobarla en una primera fase, con pequeños compromisos, o si aprecia problemas de competencia y, por tanto, prolongará el análisis a una segunda fase. Sobre este aspecto Genç se ha mostrado taxativo al creer que deberá contar con el visto bueno en la primera fase. “Mantenemos nuestra convicción de que no hay problemas de competencia y es una operación de fase 1″, ha dicho. Y lo ha justificado por la metodología utilizada en las transacciones anteriores en el sector, en concreto la fusión entre CaixaBank y Bankia, y en la medida en que la entidad combinada no es más del 22% en ninguno de los productos, no será líder y que las cuotas resultantes no llegan al 25% que marca la UE como preocupantes.
Con respecto a estas cuestiones de Competencia, González-Bueno ha rechazado la cifra del 1,5% que ha dado Genç, al considerar que parte de una base de datos limitada, que no abarca a todas las pymes. Y que computa únicamente a las empresas que trabajan solo con el BBVA y el Sabadell y no a las que operan también con alguna otra entidad, por lo que sus cálculos de solapamientos se elevan al 40%. A diferencia del banco vasco, considera que Competencia debe analizar la transacción en una segunda fase, puesto que es compleja y que muchas terceras partes (como sindicatos, asociaciones empresariales o políticos) quieren opinar.
González-Bueno se ha mostrado mucho más combativo. Ha afirmado que la operación “no tiene sentido”. “Hemos pasado de una operación imparable, como decía el BBVA en el Financial Times, a una que no va muy bien dentro de los carriles”, sostiene.
En su opinión, una operación de este tipo necesita de varios elementos para salir adelante y ninguno de ellos se cumple. El primero es el precio, que en su opinión “no lo hay”. Y ha aludido a la escasa prima, así como a las promesas de dividendo, que pasan por repartir 2.900 millones en los próximos dos años, lo que equivale al 30% del valor en Bolsa del banco. “Esto es mucho, porque en 18 meses puedes tener una rentabilidad del 30%, mientras que el BBVA te ofrece un 3% ahora. Es una rentabilidad muy alta e inigualable”, ha sostenido. Ha apuntado también al carácter hostil como un segundo elemento en contra de la operación.
Poco a poco, el banquero ha ido elevando el tono. Ha afeado al BBVA tener un objetivo de capital del 12%, frente al 13% de su banco, pese a, según su opinión, se trata de un banco que está en mercados “menos estables”. “Está bien que se consoliden los bancos europeos, pero el BBVA no lo es. Es un banco de mercados emergentes”, ha acusado y ha defendido que su contrincante ha caído un 20% desde que se anunció la opa y ellos suben un 12%. En su opinión, por las caídas de los bancos mexicanos. “Nosotros nos movemos como Bankinter y ellos como Banorte”, ha espetado.
La competencia mantiene las espadas en alto
En el mismo foro intervinieron dos de los principales competidores del BBVA y del Sabadell en el mercado español, CaixaBank y Bankinter. El consejero delegado del primero, Gonzalo Gortázar, ha rechazado que ninguno de los dos bancos involucrados en la opa estén despistados. Ha apuntado, en cambio, el momento actual en banca como de competencia fuerte e intensa. “Para ganar hay que lucharen buena lid, hacerlo mejor, sudar la camiseta”, ha dicho.
Por el lado de Bankinter, la consejera delegada, Gloria Ortiz, se ha manifestado en la misma línea. “Están compitiendo como lo han estado antes”, ha dicho, o que incluso están más activos. Ortiz ha señalado que Bankinter no compite “en detrimento de nadie nunca”, pero que si hay “oportunidades” las va a “aprovechar”. Ha explicado que “seguramente” haya salidas de clientes de las dos entidades cuando la operación se ejecute, a tenor de lo que habitualmente sucede en este tipo de transacciones, pero “por el momento” no aprecia que los bancos implicados estén compitiendo con menos intensidad.