Una nueva perspectiva para las ayudas al coche eléctrico
Para verdaderamente catalizar el cambio, necesitamos un sistema de ayudas más eficiente, accesible y con efecto inmediato
La reciente extensión de los plazos para solicitar ayudas a la compra de vehículos eléctricos en España es un paso positivo hacia la promoción de la movilidad eléctrica. No obstante, para maximizar su impacto, es esencial que se acompañe de una optimización significativa en el proceso de concesión de estas ayudas. Actualmente, la complejidad burocrática y los tiempos de espera dilatan la efectividad de las subvenciones, desalentando a potenciales compradores interesados en realizar la transición hacia vehículos más sostenibles.
Lo que necesitamos va más allá de extender los plazos: necesitamos un modelo más simple para los compradores y con un efecto inmediato, similar al que se aplica en Portugal, que ha adoptado un enfoque más eficaz y directo. Allí, los vehículos de combustión están gravados con altos impuestos, mientras que los eléctricos disfrutan de importantes exenciones fiscales. Por ejemplo, los coches eléctricos en Portugal están exentos del impuesto de matriculación y los compradores pueden desgravar el IVA de la declaración de la renta. Estos incentivos no solo son más generosos, sino que también son más fáciles y rápidos de obtener para los usuarios, lo que ha resultado en un ritmo de ventas de vehículos eléctricos mucho más sólido.
El crecimiento del mercado de coches eléctricos en España ha sido notable en los últimos años. El 2023 refleja un incremento del 69,4% en las matriculaciones de coches eléctricos con respecto al ejercicio anterior. Esta alza es más representativa si nos fijamos en que las ventas globales de automóviles utilitarios crecieron un 16,7%. Este aumento significativo no solo subraya el interés creciente en los vehículos eléctricos, sino que también indica un cambio positivo hacia opciones de movilidad más sostenibles. Sin embargo, este crecimiento sigue siendo insuficiente para alcanzar los ambiciosos objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, que aspira a tener cinco millones de vehículos eléctricos en circulación para esa fecha.
Actualmente, el proceso de solicitud y recepción de ayudas para la compra de vehículos eléctricos en España es complicado y conlleva largos tiempos de espera antes de que los compradores puedan recibir las subvenciones prometidas. Esta complejidad burocrática no solo añade frustración a los consumidores, sino que también actúa como un obstáculo significativo que desalienta a muchos potenciales compradores de hacer la transición hacia la movilidad eléctrica. Para verdaderamente incentivar la adopción masiva de vehículos eléctricos, es crucial simplificar y agilizar el acceso a estos incentivos, asegurando que sean accesibles de manera directa e inmediata en el momento de la compra del vehículo. Este enfoque no solo facilitaría la decisión de compra de los consumidores, sino que también aceleraría el ritmo de penetración de los vehículos eléctricos en el mercado español, alineándose así con los objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones a largo plazo.
Adoptar un modelo de ayudas más eficiente no solo contribuirá a alcanzar los objetivos de la Unión Europea en cuanto a vehículos eléctricos, sino que también apoyará otros objetivos de sostenibilidad. La transición hacia la movilidad eléctrica está intrínsecamente ligada al uso de energías renovables, ya que la carga de estos vehículos puede provenir de fuentes de energía limpia. Además, los coches eléctricos pueden integrarse en sistemas de gestión energética más avanzados, incluyendo la carga bidireccional, donde los vehículos no solo consumen energía, sino que también pueden devolverla a la red o incluso abastecer una casa, optimizando el uso de recursos y contribuyendo a la estabilidad del sistema eléctrico.
España tiene el potencial de liderar la revolución de la movilidad sostenible en Europa, pero para ello, es crucial simplificar y agilizar el acceso a las ayudas para la compra de vehículos eléctricos. Esto no solo acelerará la adopción de la movilidad eléctrica, sino que también reforzará nuestro compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Es hora de que adoptemos un enfoque más pragmático y eficiente.
Extender los plazos para solicitar ayudas es una medida bienvenida, pero es solo una parte de la solución. Para verdaderamente catalizar el cambio hacia una movilidad eléctrica, necesitamos un sistema de ayudas más eficiente, accesible y con efecto inmediato, como viene advirtiendo el sector. Este cambio no solo es posible, sino necesario para cumplir con los objetivos climáticos y de sostenibilidad que España se ha propuesto.
En resumen, el impulso hacia una movilidad eléctrica robusta y sostenible en España requiere no solo de políticas de largo plazo ambiciosas, como las establecidas en el PNIEC, sino también de acciones inmediatas y efectivas para facilitar la adopción de vehículos eléctricos. La simplificación del proceso de concesión de ayudas y su entrega rápida y directa al comprador son pasos cruciales en esta dirección. Siguiendo el ejemplo de países como Portugal, podemos crear un entorno más propicio para que los consumidores opten por vehículos eléctricos, contribuyendo así a la reducción de emisiones y al avance hacia un futuro más sostenible y limpio para todos.
Iván Tallón es country manager para Iberia de Wallbox.
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