La CNMV aclara su postura sobre Talgo
Es razonable la inquietud del Ejecutivo y no debe sorprender la diferente postura que ha tomado el supervisor, cuya misión es garantizar los derechos de los accionistas
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se ha pronunciado sobre la intención del grupo industrial checo Škoda Transportation de forjar en torno al fabricante español de trenes Talgo un proyecto de integración industrial. Es un proceso altamente complejo: la propuesta checa compite con la opa registrada el 7 de marzo por la compañía húngara Ganz Mavag, que despierta grandes recelos en el Gobierno por su relación con el Gobierno de Viktor Orbán y por sus posibles vínculos con Rusia. Mientras Škoda no concreta la oferta económica, la firma magiar ha lanzado una oferta vinculante de 5 euros por acción que valora el 100% de la española en 619 millones.
Es razonable la inquietud del Ejecutivo, que debe velar por los intereses estratégicos del país, y no debe sorprender la diferente postura que ha tomado la CNMV, cuya misión es garantizar los derechos de los accionistas. En su pronunciamiento, en línea con el artículo 42 del real decreto que regula el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores, la Comisión señala que una oferta competidora debe presentar el anuncio correspondiente de opa y que esta no sería admisible “si no incorpora una mejora”. Podría evitarse lanzar una opa, eso sí, si el consejo ha respetado su deber pasividad, la operación cuenta con el respaldo de una junta extraordinaria de accionistas -que en este caso no se salvaría en tanto el capital respalda la opa de Ganz Mavag- y si el propio supervisor acuerda una dispensa.
No estamos, sin embargo, en ese punto. No hay que olvidar que la opa húngara no cuenta todavía con la aprobación del Gobierno, pendiente del informe de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), lo que otorga a Škoda margen estratégico para limitarse a la expresión de interés que hasta ahora ha formulado. Es más, tiene tiempo de sobra para, llegado el caso, lanzar una oferta superadora de la húngara si esta finalmente llegara a tener luz verde del Ejecutivo. En otro escenario, si ese plácet no se produjera, tendría el terreno despejado. Los pronunciamientos públicos de diferentes miembros del Consejo de Ministros, que han apuntado a los vínculos con Rusia de la firma húngara, avalan esa hoja de ruta.
Siendo lógicas las salvaguardas que se implementen si la Jinvex aquilata riesgos de la operación para la seguridad nacional o el interés industrial del país, tampoco debe perderse de vista el interés del accionista. En este punto, las aclaraciones de la CNMV son oportunas para recordar las reglas del juego.
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