El ICO estudia si dar luz verde a la opa húngara sobre Talgo en pleno rechazo del Gobierno
Más de una veintena de entidades han dado la dispensa a Magyar Vagon para opar Talgo sin reclamar la devolución de la deuda
El grupo húngaro Magyar Vagon continúa el trabajo silente para hacerse con Talgo, pese al rechazo del Gobierno y a su búsqueda de otro comprador que le haga frente, con la checa Škoda como principal punta de lanza. La empresa magiar avanza en las negociaciones con las entidades financiadoras del fabricante de ferrocarriles español con el fin lograr las dispensas a repagar la deuda y mantener los avales al grupo y ya cuenta con el plácet de casi todas ellas. En este contexto, una entidad relevante, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), estudia un movimiento similar y dar luz verde a la transacción, según fuentes próximas a la misma.
Talgo cuenta con líneas de crédito con entidades financieras por 393 millones de euros. A estos hay que sumar un aspecto clave, los avales, que ascienden a los 1.100 millones. Las líneas de avales son clave para que la compañía pueda optar a concursos públicos y se lleve nuevas adjudicaciones. De acuerdo con la información pública, la compañía española tiene como principales entidades de crédito al Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Bankinter, Kutxabank, Ibercaja, Cajamar, Sabadell y al Instituto de Crédito Oficial (ICO). A nivel de banca internacional cuenta con vínculos con Commerzbank, Crédit Agricole y Barclays.
En paralelo, el grupo checo Škoda Transportation (ajeno a Škoda Auto), controlado por el gigante inversor también de origen checo PPF, ha propuesto una “combinación de negocios y de integración industrial” al fabricante español, según reconoció Talgo la semana pasada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los contactos del nuevo pretendiente con la empresa y con el Gobierno español cristalizaron en una muestra de interés que carece, por el momento, de una oferta en efectivo. Como publicó CincoDías, fuentes cercanas a la operación aseguran que el holding inversor CriteriaCaixa va a desempeñar un papel clave, aunque de socio minoritario, en una propuesta que está en proceso de diseño.
Retraso por las autorizaciones
Las condiciones de la deuda actual de Talgo fueron desde un inicio una de las claves de la opa de Magyar Vagon. La firma, en su ofensiva por la compañía, precisaba del compromiso de las entidades bancarias para que, como consecuencia de la opa, no reclamasen la devolución de la deuda y cerrasen las líneas de avales, dado que ambos contratos financieros suelen tener cláusulas de cambio de control. Recabar estas autorizaciones demoró, de hecho, un tiempo la presentación de la oferta ante la CNMV, si bien la propuesta no está finalmente condicionada a obtener estos síes.
Magyar Vagon ya cuenta con el apoyo de más de una veintena de entidades financieras. Hasta 12 de ellas son entidades con préstamos y circulante otorgados al fabricante de trenes y otros 11, bancos con presencia en la línea de avales; ninguna de las entidades presentes en este tramo se ha negado a proporcionar la dispensa. Así, el ICO sigue el precedente del resto de bancos y sondea dar su propio plácet a la opa. Fuentes próximas a la transacción indican que las partes ya han cumplido los requisitos que impone el ICO en este tipo de operaciones y que la luz verde se materializará si la opa tiene éxito. Fuentes del ICO precisan que se sigue evaluando la operación.
Las dispensas de los bancos al grupo húngaro son relevantes también en otro plano. Para conceder este tipo de aprobaciones necesitan pasar por unos exigentes controles, que investigan la procedencia del dinero del oferente, en unos exámenes conocidos en la jerga financiera como know your client (conoce a tu cliente). En este contexto, las fuentes apuntan a que Magyar Vagon ha aportado a las entidades financieras información sobre, entre otros asuntos, su propiedad y el origen de sus fondos. También indican que ha remitido esta misma información tanto a la CNMV como al Gobierno.
La compañía, que trabaja con Lazard como asesor financiero, busca con el visto bueno de los bancos exhibir una especie de pedigrí con el que rechazar las acusaciones por las que el Gobierno podría rechazar la opa. Estas son, entre otras, los supuestos vínculos de la empresa con Rusia. Para la compañía húngara, el hecho de haber pasado la prueba del algodón de los bancos de inversión debería ser un argumento más que suficiente para disipar las dudas del Gobierno y garantizar la conveniencia de la opa. Más si un organismo público como el ICO finalmente concede una dispensa similar.
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