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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los mercados atarán en corto la inestabilidad francesa

París es vulnerable a los cambios de opinión de los inversores, ya que el 54% de la deuda pública está en manos extranjeras

Elecciones Francia
Cartel electoral de Reagrupamiento Nacional, con la foto de Marine Le Pen, y parte de la de Jordan Bardella, en París.Remon Haazen (Getty Images)

El problema de la deuda francesa sería difícil de abordar incluso si Emmanuel Macron hubiera sido un presidente popular apoyado por una cómoda mayoría parlamentaria. El estancamiento actual lo hace más difícil. Y el próximo Gobierno tendrá otro socio incómodo: el mercado de bonos.

Quien acabe gobernando heredará un país con un déficit y una deuda pública del 5% y el 112% del PIB, respectivamente, en 2023. El inmovilismo político podría conducir a la despreocupación fiscal. Un Gobierno minoritario o de coalición dirigido por la izquierda podría querer aplicar al menos parte de su programa, que incluye 100.000 millones de gasto adicional hasta finales de 2025. E incluso si surge un Gobierno de centro, podría suspender los 20.000 millones de ahorro que el actual ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, había previsto para este año.

El primer problema del nuevo régimen será cumplir la exigencia de la UE de reducir la deuda. París podría ignorarla, pero se arriesgaría a sanciones y a la suspensión de unos 10.000 millones de fondos europeos.

Y los juegos políticos no ayudarían a Francia con los mercados de bonos. París es vulnerable a los cambios de opinión de los inversores, ya que el 54% de la deuda pública está en manos extranjeras, frente al 50% de hace dos años. El BCE aún posee el 20% de la deuda soberana francesa. Es un colchón, pero Francia no puede contar con más apoyo del banco central si no cumple los requisitos de la UE.

Esto deja el país a merced de los inversores, que podrían preocuparse por su capacidad para reducir una deuda que se ha doblado en 20 años. Para estabilizarla, París necesitaría recortar su déficit antes de los costes de intereses desde cerca del 3% del PIB a menos del 1%, calculamos, asumiendo unos costes de endeudamiento del 3% y un crecimiento nominal del 3,2% en 2025, según estimaciones del FMI. Solo lo ha logrado una vez desde 2008. El escenario más probable es un Gobierno frágil que permita que la deuda siga al alza.

Los resultados electorales han sido un alivio para los inversores, pero París aún tiene que pagar una prima de más de 65 puntos básicos sobre la deuda alemana a 10 años, frente a los 50 preelectorales. Parece poco, si se tiene en cuenta que España, con menos deuda y un crecimiento más rápido, paga unos 80 puntos básicos. El futuro Ejecutivo francés deberá decidir si los retornos suben o no.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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