Claves: la buena dirección de la inflación y el acortamiento de la agonía tory
Lagarde apunta a buenos datos de precios con un mensaje que da esperanza a los mercados
En la película La Haine (1995), que retrata la desigualdad social en el extrarradio francés (muy de actualidad en estos tiempos electorales), el protagonista cuenta un chiste que se ha acabado haciendo famoso: un hombre que se precipita por una ventana repite, mientras se acerca al suelo: “Hasta aquí, todo va bien”. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, dice que la inflación va “en la buena dirección”. Lo defendió ayer en el encuentro anual de banqueros centrales en la localidad portuguesa de Sintra, el hermano pequeño del cónclave de Jackson Hole. Y delante de quien tiene que oírlo: Jerome Powell, el presidente de la Fed.
Los siempre nerviosos mercados, obligados a interpretar cada palabra de Lagarde como una tarotista que lee los posos del té, ven con optimismo estas declaraciones. Ahora que el banco central se ha lanzado, antes que su homólogo estadounidense, a relajar el precio del dinero, la pregunta que se hacen los inversores es cuándo habrá más recortes y si, como apuntan los datos, vamos hacia un aterrizaje suave. Hasta aquí, todo va bien.
El adelanto electoral es una forma de acortar la agonía del Gobierno tory
A los gobernantes europeos les gusta últimamente adelantar las elecciones al verano: a Pedro Sánchez le salió bien hace un año, lo de Emmanuel Macron no tiene pinta de que vaya a ser una jugada maestra, y en cuanto al británico Rishi Sunak, lo suyo no hubiera tenido remedio en ningún caso. La derrota de los conservadores en los comicios de mañana puede ser histórica, y ahora lo que buscan es el control de daños; pero los continuos bandazos de estrategia pueden resultar aún más contraproducentes, si los electores perciben que lo único que hay es desesperación. Al menos, Sunak podrá irse de vacaciones con una preocupación menos.
Si los autobuses se llenan de turistas, habrá que poner más, no echar a los visitantes
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quiere acabar con los pisos turísticos en cinco años, pero, a la vez, cree que hay espacio para 5.000 plazas hoteleras. Es verdad que los establecimientos tradicionales perturban menos la vida de los indígenas que las viviendas de Airbnb; pero también generan presión sobre los servicios municipales. Ahí, como señala la patronal Cehat, es donde debe actuar la Administración, mejorando, por ejemplo, el transporte público, en lugar de hacerse trampas al solitario intentando ocultar ciertas líneas de autobús en Google Maps (caso real de Barcelona). Si para ello hay que subir las tasas turísticas, hágase. El problema de la vivienda es más difícil de abordar, sobre todo en los destinos insulares, pero también pasa, en principio, por aumentar la inversión.
La frase
Entiendo la posición a la que se enfrentan los CEO y que no quieran posicionarse en una sociedad muy dividida. Trump adoptaría un enfoque vengativo hacia la América corporativaKenneth Frazier, ex CEO de MSD
Ver bien de lejos cada vez es más prescindible... gracias a que existen las gafas
Desde el punto de vista evolutivo, se podría considerar que la mejor manera de adaptarse a la sociedad actual es ver bien de cerca (las pantallas), mientras que ver de lejos no resulta tan imprescindible... sobre todo porque existen muletas artificiales, como las gafas y las lentillas. Pero un ojo sano debería ver bien en todas las distancias, y los expertos creen que la epidemia de miopía no es una buena adaptación. Por eso recomiendan hacer actividades al aire libre, incluidas las clases de la escuela, y hacer descansos visuales cada poco tiempo.
Quizás bastaría con no ir por la calle enganchados al móvil, y mirar un poco más el paisaje, o al prójimo. Aunque lo que veríamos serían otros transeúntes enganchados.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días