Industria espera aprobar la ley para atraer grandes proyectos industriales en el último trimestre de 2024
La norma supondrá la creación de un plan industrial a seguir durante seis años y establece como estructurales a los Perte, aunque no se especifica de dónde saldrán sus fondos
El ministerio de Industria y Turismo ha presentado este martes el texto de la nueva ley de industria con la que pretende atraer y facilitar la implementación de grandes proyectos en España. El nuevo marco legislativo, que pretende sustituir a la normativa vigente desde 1992, entra ahora en un proceso de información pública y el Gobierno prevé aprobarla en el Consejo de Ministros en septiembre. Según fuentes del ministerio, el objetivo es que en el último trimestre de 2024 se apruebe también en el Congreso de los Diputados.
Dicha normativa propone la implantación de los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) como un elemento estructural y no como una herramienta puntual de apoyo a la industria como lo es ahora. Sin embargo, el Ejecutivo no explica de dónde sacará los fondos para futuros Perte una vez que se terminen las ayudas provenientes de Europa.
Además de los Perte, se institucionalizan los proyectos industriales estratégicos, que serán aquellos que cumplan al menos uno de los tres requisitos siguientes: que se trate de un volumen de inversión relevante por parte de una empresa o un conjunto de empresas que formen parte de un Perte; que se trate de un proyecto en una actividad que ofrezca una ventaja competitiva para el país o que sirva para solucionar un problema de desindustrialización (por ejemplo, la inversión de la china Chery en la antigua Nissan Barcelona).
La ley incluye también la creación de la “Estrategia Española de Industria y Autonomía Estratégica”, unas directrices generales que señalan hacia donde deberá de dirigirse la política industrial durante seis años. Dentro de ella, habrá dos planes estatales de tres años cada uno, que serían programas concretos con medidas, recursos y procedimientos específicos de apoyo a la industria. Además, se crea un nuevo consejo estatal de política industrial, un órgano consultivo y de asesoramiento para la coordinación entre los distintos ministerios. Esto puede ser interesante para un sector como el de la automoción, que vive un momento de cambio con el coche eléctrico y tiene como interlocutores a varios ministerios.
Otro aspecto relevante de la nueva ley es la creación de una reserva estratégica basada en las capacidades nacionales de producción industrial, una medida que viene impulsada por la pandemia, la cual dejó a España sin mascarillas o respiradores (como a otros muchos países). Fuentes de Industria explican que no se trata de tener este tipo de materiales almacenados en un sitio, sino de tener radiografiada las capacidades nacionales para, llegado el momento, saber qué empresas o sectores pueden hacer determinados materiales o bienes estratégicos.
El objetivo del Gobierno es que sea una ley consensuada y sirva para reindustrializar España, con la idea de ser más productivos, innovadores e incrementar la autonomía estratégica para así evitar ser tan dependientes de otras regiones del mundo. “En la crisis del 2008 aguantaron mejor las economías con más industria. Todos hemos vivido la pandemia, eso de buscar ciertos productos que habíamos olvidado que podían ser indispensables para nuestra vida (...) Ahora el paradigma es proseguir con los beneficios de la globalización, pero ganar autonomía estratégica”, se había pronunciado en este sentido el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en el foro CREO organizado por este periódico en mayo, donde hizo mención a esta ley. A su vez, entre los objetivos también se encuentra el apoyo al proceso de transición energética de toda la industria nacional.
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