Claves: el desigual tirón del turismo, y lo que necesitan los tuiteros
Los viajes siguen tirando de la actividad, aunque no tanto de los salarios
Ya no está en el Gobierno Alberto Garzón, que dijo en su momento que el turismo era un sector “de bajo valor añadido”. Si encima añadiera valor, monopolizaría la economía española: en el primer trimestre volvió a impulsar la actividad, con un consumo de viajeros internacionales un 25% mayor en enero y febrero que un año antes. Es climáticamente incorrecto decirlo, pero algo tendrá que ver el calentamiento global.
El impacto del turismo ayudó a que el PIB creciera un 0,7%, frente a la ralentización de la mayoría de los países ricos. Más sorprendente fue el aumento de la inversión, de un 2,6% respecto al trimestre anterior, un hecho que es posible gracias al limitado endeudamiento de los hogares y las empresas. Con todo, está por detrás de los países vecinos. El consumo de las familias también repuntó, un 0,3% intertrimestral, gracias a la inmigración. Son buenas noticias en general, pero no deben ocultar el empobrecimiento relativo de los asalariados en estos años de inflación. Quizá, como reclaman en Canarias, los beneficios del turismo puedan filtrarse mejor hacia las capas más bajas.
Las centrales de carbón tienen los años contados, también en la otra punta del mundo
Japón juega con el hecho de que, pese a ser un país occidental de facto, vive en la otra punta del mundo. Así se explica que haya pasado desapercibido que sea el tercer país del mundo que más centrales de carbón ha abierto en los dos últimos años, tras China e India. Las vicisitudes recientes del mercado energético han provocado un auge dizque efímero de este combustible, pero ayer los miembros del G7, el reticente Japón incluido, acordaron el cierre total para 2035 como tarde. Hay tiempo para que den marcha atrás, pero la tendencia es inexorable. Incluso China e India se sumarán, cuando hayan cerrado su particular revolución industrial.
Por una vez, un ministerio nuevo que tiene mucho sentido
A menudo, los Gobiernos, sobre todo los de coalición, se inventan ministerios con poco contenido, solo para repartir poder entre los partidos que lo conforman. Crear el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, más allá de la discutible mezcla de competencias, ha tenido sentido, sobre todo, por los crecientes retos que plantea la revolución informática. Hay riesgo de sobrerregulación, pero la decisión de que los principales influencers tengan que registrarse, a fin de que cumplan las normativas de protección de menores y de publicidad, entra en lo razonable, en la medida en que su trabajo se parece cada vez más en influencia a la de los medios tradicionales. También tiene razón de ser la estandarización de los cargadores de aparatos electrónicos.
La frase del día
“Los fertilizantes nitrogenados se fabrican con gas natural y Rusia está exportando más a Europa. Resulta paradójico que el objetivo sea reducir la dependencia de Rusia, y que ahora vayamos sonámbulos cediéndole un poder crítico en alimentos y fertilizantes”
Svein Tore Holsether, CEO de Yara International
A todo tuitero le vendría bien que un adulto filtrara sus publicaciones
En casa del herrero, cuchara de palo. Elon Musk no podrá tuitear (el empresario aún no ha creado un término sustitutorio para la red ahora llamada X) libremente sobre Tesla en su propia plataforma. Ahora, sus publicaciones debe revisarlas previamente un abogado, y el Tribunal Supremo de EE UU ha rechazado el recurso del multimillonario. La cuestión es que fue él quien aceptó ese límite para librarse de una pena de cárcel.
Lo cierto es que, al propio Musk y a muchos tuiteros, no les iría mal que un adulto (o incluso un niño, con una mirada más inocente) revisara sus tuits, ya sean sobre Tesla o sobre cualquier otro tema, antes de publicarlos. Se evitarían muchos conflictos innecesarios, y muchos arrepentimientos.
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