Los consejos de administración han perdido la guerra contra las drogas
Crece el consumo de estupefacientes entre ejecutivos como Musk, y en general en EE UU
El multimillonario Elon Musk afronta un nuevo escrutinio. Algunos ejecutivos y miembros del consejo de administración de las seis empresas que posee, entre ellas Tesla, fabricante de vehículos eléctricos, y SpaceX, constructor de cohetes, están preocupados por su consumo de estupefacientes, informó el Wall Street Journal el día 6. El artículo señala que ha tomado LSD, cocaína, éxtasis y setas psicodélicas, entre otras.
Un abogado de Musk dijo al WSJ que Musk se somete regularmente a pruebas aleatorias de drogas en SpaceX y “nunca ha fallado una”. Las inclinaciones del ejecutivo no son infrecuentes en Estados Unidos, donde el consumo de drogas va en aumento y las leyes y normas empresariales se están relajando. Sin embargo, la creciente prevalencia de las drogas entre los consejeros delegados es problemática. Es difícil saber dónde está el límite, sobre todo porque siempre están trabajando.
La actitud de los empresarios ha cambiado en los últimos años, cuando la mayoría de los estados de EE UU han legalizado el uso recreativo de la marihuana. Los datos recogidos por la Oficina de Estadísticas Laborales revelan que solo el 16% de los centros de trabajo privados encuestados hicieron pruebas de detección de sustancias a sus empleados en 2021, menos de la mitad que en 1996.
Incluso organismos gubernamentales como la CIA y el FBI han relajado las normas para las nuevas contrataciones, y algunos funcionarios han expresado su preocupación por su capacidad para atraer a jóvenes talentos, según un artículo del New York Times publicado en abril de 2023.
Los que sí examinan los hábitos de sus empleados están descubriendo un uso más extendido. El operador de laboratorios Quest Diagnostics analizó millones de test hechos en 2021 y descubrió que la tasa global de positividad había subido a su nivel más alto en dos décadas.
Con las prescripciones de drogas como la ketamina en aumento, incluso para el tratamiento de la salud mental, las empresas ya no pueden adoptar una postura de línea dura contra los empleados que las usan fuera de las horas de trabajo. El propio Musk ha dicho que consume ketamina para tratar su depresión. Otros directivos de empresas tecnológicas, como Sam Altman, de OpenAI, están impulsando empresas que promueven un mayor uso de psicodélicos para tratar adicciones y otras dolencias.
Aun así, el consumo de sustancias por parte de los directivos podría plantear riesgos. Por un lado, el consumo de drogas prohibidas a nivel federal, incluida la marihuana, podría poner en peligro multimillonarios contratos públicos. Además, es difícil determinar qué se entiende por horas de trabajo para un consejero delegado siempre ocupado, cada palabra del cual puede mover los mercados.
Al igual que ocurre con otras sustancias que alteran el estado de ánimo, como el alcohol, el impacto de las drogas en el rendimiento puede ser subjetivo y difícil de juzgar. Los ejecutivos del sector tecnológico que se enorgullecen de pensar de forma alternativa pueden pensar que no pasa nada por consumir drogas. Para el trabajador tecnológico medio de oficina, el consumo fuera de las horas de trabajo probablemente tampoco merezca la atención de su empleador.
Pero cuando se trata de ejecutivos de alto nivel, estaría justificado que los consejos de administración trazaran líneas más firmes, haciendo pruebas periódicas, por ejemplo, o exigiendo transparencia. En todo caso, eso les informaría de que se está gestando un problema de estupefacientes antes de que empiece.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días
