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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Intel, nuevo apoderado de la Casa Blanca

EE UU y aliados como Israel necesitan una empresa a la vanguardia para sus chips de defensa

Intel microprocesadores
El edificio inteligente que sirve de sede a Intel en Petah Tikva, cerca de Tel Aviv (Israel).AMIR COHEN (REUTERS)

Intel se está convirtiendo deprisa en un apoderado de la América SA de Biden. El martes dijo que aceptaría una subvención de 3.200 millones de dólares de Israel para construir una nueva planta valorada en 25.000 millones. Ello, sumado a desembolsos similares de EE UU y Alemania, crea un bucle que se convertirá en una extraordinaria bendición para los accionistas. Biden quiere formar una cadena de suministro de chips aliada a fin de defenderse de China; para ello debe recurrir a Intel.

La nueva fábrica se construirá en un emplazamiento ya existente, a 42 kilómetros de Gaza. Intel recibirá además un tipo impositivo reducido. La empresa afirma que forma parte de un esfuerzo por fomentar una “cadena de suministro más resistente”. Dado que Washington intenta excluir a China de la destreza de sus aliados en hacer chips, y que Pekín, en respuesta, se apresura a desarrollar los suyos propios, el fortalecimiento de la cadena reviste una importancia crucial.

Intel ha estado muy ocupada, destinando más de 30.000 millones de euros a dos plantas en Alemania, subvencionadas por Berlín. En 2021, anunció más de 43.500 millones de dólares en nuevas inversiones en Arizona, Nuevo México y Ohio, gracias al respaldo de la Ley de Ciencia y Tecnología de EE UU. Dado que Intel es el principal fabricante del país cercano a la vanguardia, puede recibir muchos de los fondos previstos por esa norma.

Pero Intel no se conforma con el dinero y las ventajas fiscales. Aunque el valor de su acción casi se ha doblado en un año, los ingresos han caído mucho. Sufrió un enorme retroceso en las compras de PC tras el auge pandémico. Para compensarlo, ahora cuenta con el respaldo implícito de la Casa Blanca y, al parecer, de algunos aliados.

Así que probablemente usarán Intel para hacer chips que satisfagan sus necesidades de defensa. En noviembre, el WSJ informó de que Intel estaba a la cabeza para recibir financiación destinada a construir una instalación segura para hacer microchips para operaciones militares y de inteligencia. Y eso sitúa a Intel en el nexo de la estrategia industrial de Biden para fortificar las defensas tecnológicas del país. Firmas del sector como RTX y General Dynamics llevan mucho tiempo siendo considerados vicarios de las misiones de EE UU. Los chips también necesitan un paladín, y ahí está Intel.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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