_
_
_
_
Las claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cuándo se compran bancos en apuros, y el reparto de cartas de Hacienda

Las adquisiciones de entidades problemáticas suelen darse cuando no queda más remedio

CINCO DÍAS
Sucursal de Metro Bank, en Londres.
Sucursal de Metro Bank, en Londres.Hannah McKay (REUTERS)

Los bancos en problemas no suelen resultar demasiado atractivos para una operación corporativa, que se acaba precipitando cuando no queda más remedio, y cuando los Estados dan cómodas garantías a los salvadores, como pasó en marzo con la absorción de Credit Suisse por parte de UBS, o con Silicon Valley Bank en EE UU. La pequeña entidad británica Metro Bank se salvó in extremis a principios de mes de una quiebra, ampliando capital y refinanciando su deuda, pero se mantiene como una posible presa para bancos competidores, como Santander UK. Supondría aumentar la exposición de la filial británica del gigante español al mercado inmobiliario, en el que ya está muy presente, así que los analistas no ven demasiadas ventajas, más allá de que sería una forma de crecer en una industria muy consolidada. Quizá si se abarata lo suficiente...

Metro Bank, en todo caso, vivirá a partir de ahora bajo la lupa de los reguladores y de los propios inversores. Como pasó con Credit Suisse, que también llevaba años arrastrando molestias, ningún final de la historia debería suponer una sorpresa.

El interés por Applus+ obligará a su comprador a pagar más de lo deseado

Aunque tiene nombre de streaming de vídeo, Applus+ es una empresa de certificación y homologación, algo mucho más aburrido, pero imprescindible para que las cosas funcionen como deben. El buen desempeño de la compañía explica la guerra de opas entre Apollo, por un lado, e ISQ y TDR, por otro, que obligará al ganador a pagar más de lo esperado en un principio.

Los analistas creen que aún hay margen para que la puja siga creciendo, hasta los 10,5 euros por acción, desde los 9,5 y 9,75 actuales. El mercado lo tiene claro, pues la acción ya cotiza por encima de las dos ofertas.

Hacienda parte, reparte, y quiere llevarse la mejor parte

Se comprende que Hacienda vigile al milímetro el comportamiento fiscal de los contribuyentes, sean particulares o empresas, pero suena regular que, cuando son los propios los que consultan para saber si pueden acogerse a ciertas ventajas, la Dirección General de Tributos se ponga de perfil y prefiera dejar la respuesta en el aire, y que el afectado se arriesgue a ejecutar el proceso en cuestión (en este caso, una reestructuración o fusión corporativa acogiéndose al régimen fiscal especial) sin conocer, al menos de forma aproximada, las consecuencias. Hacienda parte y reparte, pero además quiere llevarse siempre la mejor parte, y guardarse las espaldas para acabar decidiendo cuando todas las cartas están sobre la mesa.

Que los ‘servicers’ de banca tengan menos negocio es una buena noticia

El negocio de los gestores inmobiliarios de activos bancarios o servicers es básicamente el de colocar carteras tóxicas, de las que las entidades financieras querían desentenderse. Así que el hecho de que su actividad esté de capa caída y que se prevea una concentración de la industria es una buena noticia, porque refleja que los bancos ya no se dedican a absorber viviendas por impagos hipotecarios.

Pese al incremento de los costes financieros de los créditos, los prestatarios en general están atendiendo regularmente sus pagos. Los medios ya no están llenos de desagradables procesos de ejecuciones hipotecarias, con las consabidas protestas de grupos activistas, como la PAH, que lanzó a la fama a la que luego sería alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En

_
_