La fiebre cíclica por la hipoteca variable, y los delitos y adicciones de Ecclestone
La experiencia debería servir para que, cuando los tipos bajen, la euforia por este tipo de préstamos no exceda lo razonable, pero la historia siempre se repite
La era de los tipos altos y de la austeridad monetaria es un buen ejemplo de que nunca llueve a gusto de todos, o de que todo depende del color del cristal con que se mire y de un buen puñado más de frases populares. La cruzada antiinflacionaria de Christine Lagarde en el BCE ha supuesto un varapalo para ahorradores y familias, especialmente para aquellas endeudadas con hipotecas a tipo variable, tan ventajosas en la época del dinero barato y abundante, y tan ruinosas ahora. El encarecimiento del precio del dinero, por contra, se ha convertido en la política friendly por definición para la banca, que ha ensanchado los márgenes y ha sacado una buena tajada de los préstamos hipotecarios a tipo variable. En España, BBVA y Banco Santander son los más beneficiados por esa circunstancia, dado que tienen cerca del 75% de su cartera hipotecaria a tipo variable, seguidos por Caixabank y Bankinter, mientras que Sabadell se queda a la cola, con solo un 50%, que no es poco. La experiencia debería servir para que, cuando los tipos bajen, la euforia por endeudarse con este tipo de préstamos no exceda lo razonable...pero la historia siempre se repite.
Ozempic, un caramelo muy dulce para los falsificadores de medicamentos
El mercado de las falsificaciones, como todo parásito, engorda con el éxito de los objetos y servicios auténticos que piratea. Si el objeto en cuestión es un medicamento para adelgazar, como Wegoby y Ozempic, ambos de Novo Nordisk, la demanda se dispara. El laboratorio danés ha advertido del pico de copias pirata que están experimentando ambos fármacos, como también del riesgo para la salud que supone comprarlos en el mercado negro. La compañía hace bien en advertirlo, pero el ansia por bajar de peso a precio reducido y sin prescripción médica es una tendencia creciente y de resultados sanitarios muy peligrosos.
Una cosa es criticar la política de competencia y otra saltársela a la torera
La política de competencia de la Comisión Europea está un día sí y un día no en el ojo del huracán por su estilo Rottenmeier, su lentitud paquidérmica y su dureza en términos de remedies. Ahí está la lista de historias de amor empresariales rotas como consecuencia de la férrea mano de Bruselas. Pero una cosa es criticar esa política y otra muy distinta saltarse a la torera sus requerimientos. Al parecer, es lo que ha hecho la biotecnológica estadounidense Illumina al fusionarse con su compatriota Grail sin contar con el visto bueno de la CE por los efectos de la operación en el mercado europeo. Bruselas exige ahora a Illumina que de marcha atrás y deshaga la inversión...o que se enfrente a fuertes y justificadas multas.
La frase del día
“El combustible sostenible es la única solución que tenemos a corto y medio plazo para descarbonizar la aviación (...). No necesitamos un mandato, necesitamos ese combustible”.
Luis Gallego, consejero delegado de IAG
Lo de Bernie Ecclestone con el dinero y los impuestos es delito (y adicción)
La avaricia o la filargiria, como se denomina en griego, es el afán desordenado por la riqueza, hasta el punto de sacrificarlo todo (o mucho) por hacerse con ella. Los antiguos advertían de que el avaro puede tenerlo todo menos su libertad, atrapado en un apetito insaciable que nada y nadie puede calmar. No les falta razón y ejemplos hay muchos. El del millonario británico Bernie Ecclestone es uno de ellos. A sus 92 años, el hombre que hizo de la Fórmula 1 lo que hoy es, pagará una fortuna al Fisco por ocultar un fideicomiso de 400 millones de libras durante 18 años, y no por necesidad precisamente. No irá a la cárcel en atención a su edad, pero una larga estancia en una clínica de desintoxicación que cure su adicción al vil metal no le iría mal.
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