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¿Merece la pena cambiar ahora de hipoteca variable a fija? Formas de modificar los tipos y su precio

El Euríbor por encima del 4% y unos tipos fijos que pueden llegar a alcanzar el 5% TAE complican la decisión de los españoles, que buscan mejorar sus condiciones

Marina Vítora
Firma de hipotecas.
Firma de hipotecas.sukanya sitthikongsak (Getty Images)

El Euríbor continua en niveles muy elevados, pero no es el único. Mientras que el índice hipotecario por excelencia ha alcanzado el 4,06% de media en lo que va de agosto, los tipos fijos también crecen hasta sobrepasar, en algunos casos, el 5% TAE. Con este contexto, es lógico tener dudas sobre la rentabilidad de cambiar los tipos de la hipoteca. Hacerlo o no dependerá de muchos factores y circunstancias, pero lo principal es recordar que desde noviembre de 2022 los gastos por este procedimiento son gratuitos.

Existen dos maneras de cambiar de tipo variable a fijo y viceversa: la subrogación y la novación. La primera conlleva un cambio de entidad financiera y, en la mayoría de las ocasiones, alguna modificación en las condiciones que se tenían con la anterior entidad, como el tipo de interés. La novación, por su parte, implica la modificación de las cláusulas con la entidad en la que se tiene la hipoteca, por lo que podrá afectar al tipo de interés, el capital, el plazo de amortización o los requisitos de bonificación.

Hace tan solo un año, estos trámites conllevaban unos costes, pero a finales de 2022 el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital -con Nadia Calviño al frente- impulsó el Real Decreto Ley 19/2022, por el que se estableció un Código de Buenas Prácticas con el propósito de aliviar la subida de los tipos de interés en préstamos hipotecarios. Este decreto establecía que todos los cambios de hipoteca de variable a fijo realizados durante el presente año 2023, estarían completamente bonificados. Es decir, que tanto la novación como la subrogación serían completamente gratuitos. El único inconveniente de esta norma es que no se aplica a los cambios de hipotecas variables a mixtas.

Si, dadas las circunstancias, estas opciones no fuesen las idóneas, habría otra manera de realizar el cambio de hipoteca, que implica cancelar el préstamo y contratar uno nuevo. En este caso hay que contar con los gastos de los trámites de cancelación y formalización de la hipoteca.

¿Merece la pena hacerlo ahora?

Vistos todos los procedimientos para cambiar la hipoteca, toca plantearse si sería o no rentable. Esto va a depender de las circunstancias de cada hipoteca, ya que no es comparable tener una deuda reciente con la que convivir durante 30 años, que una hipoteca que ya se está terminando de pagar y con la que se puede aguantar en tipo variable.

La responsable de comunicación de Asufin -la Asociación de usuarios financieros-, Verónica Rodríguez, explica que “cambiarse en estos momentos a una hipoteca fija con un interés por encima de un 2,5-3% TAE puede ser un disparate”, ya que se espera que el Euríbor empiece a bajar a partir del próximo año.

Es muy importante tener en cuenta, antes de dar cualquier paso en falso, lo que queda por pagar del préstamo y lo que se está dispuesto a pagar al mes, pero desde Asufin recomiendan “aguantar los tipos” variables una vez que la senda alcista de los tipos de interés parece que está llegando a su fin y que el Euribor es un indicador que marca lo que puede ocurrir dentro de un año y, para entonces, todo apunta a un periodo de estabilidad en el precio del dinero.

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