El futuro de la conducción, y Microsoft quejándose de monopolios
El coche sin manos y sin pies presenta por dónde irán los coches... y el negocio
Sin manos ni pies, pero con ojos. La conducción autónoma sigue teniendo bastante de tabú, pero los fabricantes del motor han encontrado un término medio que puede contentar a todo el mundo. Se trata de poder soltar el volante y los pedales, de modo que el usuario puede relajarse en ciertos tramos de las autovías. Pero no del todo: tiene que seguir mirando a la carretera. El avance es especialmente interesante porque funciona cuando hay atascos, evitando al conductor tener que frenar y arrancar el coche constantemente. El primero que venderá coches de este tipo en España será Ford. Costará 25 euros... al mes, porque se contratará mediante suscripción, una señal de por dónde pueden obtener nuevos ingresos en el futuro las automovilísticas.
Este sistema resuelve, a priori, una de las principales dudas que plantea la conducción autónoma: quién es el responsable de lo que ocurra con el coche y con terceros. Parece quedar claro que el usuario es el que tiene la última palabra, ya que debe estar atento a todo lo que pueda amenazar la seguridad del tráfico.
Los envíos del comercio electrónico, un incordio para los vendedores
Los envíos del comercio electrónico salen rentables... sobre todo a las empresas de paquetería. Para las tiendas de los productos en sí, son un incordio del que no pueden prescindir para no perder cuota de mercado con la competencia. Las empresas de ropa siguen buscando la manera de reducir las pérdidas por la multitud de prendas que se devuelven, y las de alimentación, como Dia, se conforman con quedar a cero. La cadena, que ya ha concluido su recorte de establecimientos, quiere ahora reducir nuevos costes ocupándose directamente de los envíos rápidos, en lugar de contratar a terceros.
La IA es una gran imitadora, pero ¿será capaz de aportar ingenio propio?
La inteligencia artificial, es decir, la creada por el hombre, va conquistando, o al menos explorando, cada vez más territorios. Por ejemplo, el del diseño de ropa, de la mano de Mango, que ha integrado distintas herramientas, como ChatGPT y Bard, también para la fase posventa.
La IA ha demostrado que es una excelente imitadora de lo ajeno: su último éxito es copiar con brillante las voces ajenas, haciéndolas hablar en idiomas variados. El ser humano no deja de ser un aprendiz de lo creado por otros antes que él; un imitador, en cierto modo. Pero le añade algo, un toque de originalidad, que lo convierte en propio. ¿Serán las IA capaces de filtrar montones de datos sobre las tendencias de moda, añadiéndoles una guinda de creatividad?
La frase del día
Si el partido SMER [ganador de las elecciones eslovacas] pasa de la retórica a los hechos, con infracciones en temas como la ayuda a Ucrania, podría llevarnos a un proceso de sanción e incluso a su expulsión del Partido Europeo Socialdemócrata
Pedro Marques, vicepresidente del grupo socialdemócrata en el Europarlamento
Microsoft quejándose de monopolios, y la cara cuenta de pago de Meta
Que Microsoft se queje de prácticas monopolísticas por parte de Google, en relación con sus respectivos buscadores, es un claro ejemplo de problema del primer mundo, por no decir de la sartén y el cazo. Si el gigante veterano, que tiene su propio historial de prácticas monopolísticas, es la principal víctima del emergente, las autoridades de competencia bien puede darse con un canto en los dientes, lo cual no quita que acometa las medidas necesarias para controlar la expansividad de Alphabet.
Mientras, Meta se ha sacado de la manga una suscripción de pago para Instagram o Facebook que le permita sortear la regulación de privacidad de la UE. Cuesta nada menos que 10 euros mensuales mínimos por servicio: no parece una tarifa realista.
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