Los bonistas de UBS tienen memoria de pez
Los precios de mercado de sus ‘cocos’ indican que los inversores no le aplican una prima suiza
UBS se prepara para comprobar si los bonistas son elefantes o peces de colores. Podría emitir bonos convertibles contingentes, cocos, meses después de que su compra de Credit Suisse fundiera la deuda de este. Los precios de mercado sugieren que los acreedores tienen poca memoria.
El regreso previsto de UBS al mercado de deuda adicional de nivel 1 (AT1), del que informa el FT, será un test crucial para Suiza. La reputación del país entre los bonistas quedó por los suelos al borrar el valor de los cocos de Credit Suisse. Los accionistas, en cambio, recuperaron 3.000 millones de francos suizos, lo cual supuso una inversión de la estructura de capital. Y algunos acreedores sostienen que no se habían activado las condiciones que permitían tal liquidación.
En teoría, una quita de este tipo debería hacer que los inversores boicotearan los cocos de los bancos suizos, o exigieran una prima considerable para compensar la incertidumbre de cómo serían tratados en una futura crisis. No parece estar pasando. Los precios de la deuda híbrida de UBS se han recuperado desde marzo en el mercado secundario. Por ejemplo, los bonos AT1 al 4,875%, que vencen en 2027: su retorno se duplicó, hasta el 16%, tras la liquidación de Credit Suisse, pero ha vuelto a caer hasta el 10%, según los precios de LSEG. Además, los inversores los valoran con un retorno 80 puntos básicos inferior al de los títulos equivalentes de BNP, en línea con los niveles anteriores a la compra de Credit Suisse. Eso implica poca prima por el riesgo suizo.
La actitud de los inversores puede no ser mera cuestión de amnesia. UBS es ahora mucho más fuerte. Su ratio CET1 es del 14,4%, 50 puntos básicos más que en el primer trimestre, a lo que ha contribuido la muy barata adquisición de activos de Credit Suisse. La proporción de su negocio derivada de la banca de inversión, más volátil, ha caído del 33% al 25%. Esa fortaleza debería verse recompensada con una rentabilidad más baja, que compense la prima suiza.
Una vuelta suave de UBS ayudaría a restaurar la reputación de los AT1. Eso, a su vez, atraería a más inversores a esta clase de activos y permitiría a otros bancos emitir deuda a menor coste. Pero unos AT1 más baratos son un arma de doble filo. Si el mercado no castiga el mal comportamiento, los reguladores tendrán aún menos incentivos para seguir las reglas la próxima vez que la cosa se ponga fea.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días