El disputado caramelo de Stellantis y los banqueros sin corazón
España cuenta con una baza importante para la industria de la automoción: profesionalidad, experiencia, competitividad y una factura menor en costes laborales
La producción del Peugeot 208 eléctrico y, sobre todo, la ubicación de la plataforma de producción STLA Small, donde se fabricarán todos los vehículos eléctricos pequeños de Stellantis a partir de 2025, es un caramelo industrial de primera categoría y también un motivo de disputa para España y Francia. En realidad, a día de hoy, el caramelo parece estar más cerca del campo de juego español, una vez que la exministra de Industria, Reyes Maroto, dejó avanzadas las negociaciones con el grupo para que instalase en suelo patrio la plataforma de coches pequeños. Pero en política nada está cerrado hasta que se cierra o, lo que es lo mismo, no es raro vender el pescado antes de pescarlo, especialmente cuando hay otro pescador pendiente del mismo pez, que además es presidente de Francia y se llama Emmanuel Macron. Las presiones galas tienen a su favor el hecho de que el Gobierno francés tiene participación en Stellantis y juega con la apelación al patriotismo, (algo que suena familiar), pero España cuenta con una baza irresistible para una industria focalizada en los márgenes: profesionalidad, experiencia, competitividad y una factura menor en costes laborales.
Los bancos centrales tienen corazón (y además no les gustan las criptomonedas)
Pese a que Mario Draghi nos enseñó que los banqueros centrales no tienen corazón, el rechazo generalizado a las criptomonedas es la mejor demostración de que ese corazón late y que lo hace al unísono. El expresidente del BCE contó en una ocasión un chiste sobre un enfermo cardíaco que debe elegir donante entre un joven de 25 años y un banquero central de 80. “Elijo el corazón del banquero”, dice, “porque nunca se ha usado”. Frente a los criptoactivos, sin embargo, la tensión de los reguladores se activa. Entre los epítetos que les han dedicado recientemente destacan la autoreferencialidad y la ausencia de futuro. Y, sin embargo, las criptomonedas laten.
El secreto de la fotogenia, también en la economía, es elegir un buen ángulo
Entre las posibilidades más interesantes y escurridizas de los cuadros macro está el poder leerlos del derecho, del revés, desde el norte, desde el sur y desde casi cualquier punto de vista. El dato del IPC de junio, por ejemplo, del 1,9%, constituye una buena noticia en términos de moderación de la inflación. Y así lo ha destacado el Gobierno, al resaltar que España se ha convertido en el primer país de la UE en reducir la inflación por debajo del 2%, el nivel de referencia del BCE. Ese hecho, porque es un hecho, unido a que España es también el país europeo que más crece, arroja una fotografía muy favorable de la economía española. Para equilibrarla, hay que recordar que España es además el último país europeo en recuperar el tamaño de su economía antes de la pandemia.
La frase del día
“Les dije a los ucranianos el año pasado, cuando conduje 11 horas hasta Kiev para que me dieran una lista [con peticiones de armamento], que no soy Amazon”.
Ben Wallace, ministro británico de Defensa
Hay algo peor que no encontrar trabajo: ser estafado con un falso trabajo
Los tribunales están para aplicar las leyes y aplicar las leyes implica interpretarlas y adaptarlas a la situación concreta. Lo que ha hecho el Tribunal Supremo en un caso de ofertas de trabajo falsas es un ejemplo de manual de ese proceso. La sentencia del tribunal considera que utilizar ofertas de trabajo falsas no solo es un delito contra los derechos laborales, sino un delito de estafa agravada, ya que el trabajo es un “bien de primera necesidad”, especialmente en un contexto de crisis económica.
Habría que preguntarse qué ocurriría si, en lugar de en medio de una crisis, el delito se hubiese producido en un paraíso de pleno empleo, donde un contrato de trabajo no fuese un bien de primera necesidad. Pero es difícil, a día de hoy, que lleguemos a verlo.
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