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El Foco
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Hasta dónde llegará la rendición de cuentas del Plan de Recuperación y Resiliencia?

La adenda aprobada ayer por el Gobierno puede ser un punto de inflexión hacia un nuevo modelo de control

Silvia López-Palomino/Cristina Carcelén Hurtado
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; la ministra Portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; la ministra Portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.Eduardo Parra (Europa Press)

La adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobada ayer por el Gobierno, para completar el proceso de impulso a la reindustrialización estratégica del país, supone la movilización de un total de 84.000 millones de euros en préstamos, 7.700 millones en transferencias a fondo perdido y 2.600 millones del programa REPowerEU. En total 94.000 millones de euros que se inyectan en la economía española. Estos fondos se suman a los casi 70.000 millones correspondientes al Plan de Recuperación, de los que España ya ha canalizado 31.000 millones.

En un proyecto de esta magnitud, la rendición de cuentas juega un papel fundamental. La transparencia y la responsabilidad son elementos esenciales para garantizar que los fondos se utilicen de manera efectiva, eficiente y en beneficio de la sociedad en su conjunto, cumpliendo con los objetivos para los que fueron creados.

En la adenda se señala que, con el fin de garantizar una adecuada gestión del plan que responda a los más altos estándares de auditoría, se ha desplegado un marco completo de control y de información; en colaboración con la Comisión Europea sobre la base de los sistemas ya existentes para la gestión de los fondos europeos, pero reforzando y adaptando su enfoque, para dar la cobertura necesaria que garantice la adecuada protección de los intereses financieros de la Unión Europea. Se busca así la prevención y, en su caso, la puesta de manifiesto y la corrección de las irregularidades relativas al fraude, la corrupción, el conflicto de intereses o la doble financiación.

El sistema de control descansa en tres pilares esenciales, dos órdenes ministeriales de Hacienda y la herramienta informática de gestión y seguimiento del plan, denominada Coffee, donde se establecen los principios que recogen una gestión basada en resultados (cumplimiento de hitos y objetivos), el principio de no causar daño significativo al medio ambiente, etiquetado verde y digital, respeto a la normativa de ayudas de Estado y prevención, detección y corrección del conflicto de interés, el fraude, la corrupción y la doble financiación.

Por tanto, se ha establecido un marco sólido de control en torno a la protección de los intereses financieros de la Unión y a la verificación del cumplimiento de los hitos y objetivos que, en definitiva, es lo que determina la realización de desembolsos por parte de la Comisión Europea.

Ahora bien, teniendo en cuenta que el Tribunal de Cuentas Europeo y el Parlamento hacen un seguimiento muy especial de la ejecución y control del plan español, ¿hasta dónde llegará realmente la rendición de cuentas en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)? ¿Se llegará a un modelo de costes?

El Tribunal de Cuentas europeo en su primera auditoría sobre el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, Informe especial 21/2022 de septiembre de 2022, para examinar la idoneidad de la evaluación que realizó la Comisión Europea de los planes nacionales de recuperación y resiliencia, incluyó a España en la muestra de países examinados.

En este informe, el tribunal reclamaba mayor transparencia en cuanto a los costes en los que se incurre para la consecución de los hitos y objetivos. En el sistema definido por la Comisión Europea, los costes de las medidas únicamente se tuvieron en cuenta y fueron evaluados en el momento de la aprobación del plan, pero no volvieron a valorarse ni a verificarse, ni siquiera forman parte del procedimiento de desembolsos, como ocurre en el resto de fondos de la UE.

También, en este contexto, el pasado mes de febrero una delegación de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo visitó España con el objetivo de evaluar sobre el terreno la aplicación del plan español, en particular los sistemas de gestión, auditoría y control en vigor.

El Parlamento, en su informe final, reclama para España mayor transparencia y que se publique de forma estructurada y accesible la información sobre los proyectos, pagos y reformas vinculadas a los fondos de recuperación, aunque reconoce que las autoridades nacionales ya han publicado “casi toda la información” pero de manera agregada.

Estas cuestiones planteadas sobre los sistemas de control adquieren, con la adenda, mayor relevancia al introducir instrumentos financieros para la ejecución del plan. El control de los instrumentos financieros suele ser más complejo, ya que llevan consigo un mayor nivel de riesgo.

Por tanto, con la presentación de la adenda, se intensifica y se hace más necesaria una respuesta a las cuestiones anteriormente planteadas en torno al sistema de control. Los instrumentos financieros requieren un mayor nivel de transparencia y revelación de información, por lo que la adenda puede ser el punto de inflexión hacia una nueva rendición de cuentas, con el fin de garantizar la transparencia y fortalecer la confianza de todas las partes implicadas en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Por último, es también importante reconocer que la configuración del propio mecanismo, diseñado para responder a retos económicos y sociales, podría derivar en un control adicional, un control de resultados alcanzados en términos de creación de empleo, crecimiento económico, sostenibilidad ambiental, cohesión social y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, que, en definitiva, son los objetivos a cumplir y para los que fue creado. Además, si uno de los objetivos de los instrumentos financieros es cubrir los fallos de mercado, ¿provocará la adenda un cambio disruptivo en el proceso de control y auditoría?

La rendición de cuentas es un proceso continuo de supervisión para el que, en este caso, dada su configuración, aún existen desafíos por superar.

Silvia López-Palomino/Cristina Carcelén Hurtado son Socia de Sector Público y Fondos Europeos/ Senior Advisor del área de Sector Público

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