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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La expansión de Amazon choca con la contracción global

Detiene la construcción de su segunda sede en Virginia ante las dudas respecto a la mano de obra y el teletrabajo

Sede en construcción de Amazon en Arlington (Virginia, EE UU).
Sede en construcción de Amazon en Arlington (Virginia, EE UU).JIM LO SCALZO (EFE)

La rápida expansión de Amazon está chocando con un muro. El gigante del comercio electrónico ha detenido la construcción de su segunda sede en Arlington (Virginia, este de EE UU), más de cinco años después de que ciudades como Newark (Nueva Jersey) o Dallas (Texas) cortejaran a la empresa tecnológica de 1 billón de dólares con espectáculos de perros y ponis y grandes incentivos. El destino de la nueva sede, HQ2, depende tanto del mercado laboral como del teletrabajo. En lo que se refiere a esas tendencias, ni siquiera Amazon puede estar demasiado segura.

La compañía dijo el viernes que está retrasando la construcción de la segunda fase del complejo en las afueras de Washington DC mientras evalúa el espacio para asegurarse de que se ajusta a las necesidades empresariales. Ya hay construidas 20 hectáreas, con 8.000 empleados y capacidad para colocar a otros 6.000 en el edificio. A largo plazo, los planes son contratar a 25.000.

Sin embargo, Amazon se ha topado de bruces con un problema: se ha expandido justo cuando empezaba a tomar forma una revisión generalizada tanto del sector tecnológico como de la mano de obra. En 2018, cuando Amazon adjudicó el contrato a Arlington entre más de 230 ciudades de Norteamérica que competían por el honor (con la promesa de invertir 2.500 millones de dólares), la empresa contaba con unos 648.000 trabajadores a tiempo completo y parcial. Aunque su plantilla se duplicado con creces desde entonces, el crecimiento de los ingresos se ha ralentizado de aproximadamente el 30% en 2018 al 10% en 2022. El margen de beneficio operativo de la compañía ha caído del 5,3% en 2018 al 2,3% el año pasado, lo que obligó a la empresa a anunciar una reducción del 6% de la plantilla en enero.

El consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, dijo el mes pasado que quería que las tropas volvieran a la oficina, pero hace nada, en septiembre, se mostraba flexible con los acuerdos laborales. Ello sugiere que, o bien Jassy no está seguro de cuántos empleados tendrá, o de cuántos cabrán en la oficina, o ambas cosas.

El vicepresidente mundial de bienes raíces e instalaciones de Amazon, John Schoettler, ha dicho en un comunicado: “Siempre estamos evaluando los planes de espacio para asegurarnos de que se ajusten a nuestras necesidades comerciales y a fin de crear una gran experiencia para los empleados.”

Es un tema común entre las empresas tecnológicas. Meta Platforms, por ejemplo, está reduciendo su presencia en Hudson Yards, en Nueva York, y en otros lugares para hacer frente a los recortes y a la preferencia por trabajar desde casa. Pero en lo que se refiere a la intersección de las tendencias de contratación y trabajo desde casa, ni siquiera Amazon tiene una bola de cristal.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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