Wall Street se sacude el pesimismo y reconquista a los gestores con los resultados y los pactos comerciales
Los índices estadounidenses continúan revalidando máximos en una fulgurante remontada desde abril. Algunas firmas elevan estimaciones para el S&P 500 a cierre de año


Habrá aranceles y el golpe a la economía mundial, incluida la estadounidense, será inevitable. Pero los inversores tienen claro que la vida sigue y que, ahora que parece superado el riesgo de una guerra comercial a gran escala, la Bolsa estadounidense puede ir recuperando un lugar destacado en las carteras. De menos peso que en años anteriores, que han sido de exceso de exposición al mercado estadounidense, pero con la creciente expectativa de que 2025 será otro buen ejercicio para Wall Street. Con una campaña de resultados que arroja beneficios sólidos para las compañías y acuerdos con importantes socios comerciales que resultan favorables para EE UU, los inversores están recuperando el interés por la Bolsa estadounidense y algunas firmas incluso elevan estos días sus previsiones para el S&P 500 este año.
La reacción del mercado este lunes al acuerdo comercial de EE UU y la UE y el balance de los índices estadounidenses en el último mes —y en especial desde los mínimos de abril— dan muestra de que los inversores no han abandonado a Wall Street, ni siquiera después de que haya quedado claro que este año requiere la diversificación de la cartera. Las Bolsas europeas y estadounidenses recibieron con más alivio que entusiasmo el pacto comercial entre Estados Unidos y la UE, si bien el dólar sí reaccionó con más alegría —y su mayor apreciación frente al euro desde mayo— ante unos términos que dejan a Trump como claro ganador y debilitan notablemente a una potencia comercial.
En el mes de julio, las alzas de los índices estadounidenses superan a las de los europeos —con subidas de más del 3% para el S&P 500 y el Nasdaq frente a un Dax que apenas suma el 1%—, y en el balance de los tres últimos meses, la remontada del 15% del S&P 500 duplica a la de las Bolsas europeas. “Nuestra actualización de mitad de año para la Bolsa estadounidense incluye un aumento en el precio objetivo para el S&P 500 y una modesta mejora de los fundamentales a medida que el foco se aleja de los aranceles”, resumen en Citi.
La entidad mantiene una previsión conservadora para el S&P 500 a fin de año en los 6.300 puntos, coincidiendo con el actual consenso de mercado. Pero hay firmas que en estos días de publicación de resultados trimestrales y acuerdos comerciales —como los anunciados ya por EE UU con Reino Unido, Japón y la UE— están actualizando de forma significativa su previsión para el principal índice de la Bolsa estadounidense. En Morgan Stanley reconocen ahora que es más probable que se cumpla su escenario alcista para el S&P, en el que ven al índice en los 7.200 puntos a mitad del próximo año, frente a los 6.400 puntos que ronda ahora el índice.
En Oppenheimer Asset Management, centenaria gestora estadounidense, han hecho un drástico ajuste para el S&P 500, desde los 5.950 puntos a los 7.100 para cierre de este año, una de las previsiones más optimistas del consenso de mercado. De cumplirse su estimación, los avances en las negociaciones comerciales y el fin de la amenaza de una guerra comercial a gran escala facilitarían de hecho que el selectivo firmara el tercer año consecutivo de ganancias superiores al 20%. En Wells Fargo también dan una previsión para el S&P 500 que supera, aunque por poco, los 7.000 puntos. En RBC no tan optimistas pero también han actualizado al alza este mes su previsión para el S&P 500 desde los 5.730 a los 6.200 puntos. Un nivel que a los precios actuales no arroja potencial pero que supone regresar a la valoración previa que manejaba la firma a mediados de marzo —cuando la rebajó de los 6.600 a los 6.200 puntos—, antes de la declaración de guerra comercial que supuso mal denominado como día de la Liberación, el 2 de abril.
El gigante de la inversión Goldman Sachs sí cree que los 6.600 puntos pueden ser el nivel para el S&P 500 a final de 2025. Revisó al alza su valoración del índice a mitad de julio, desde una previsión anterior en los 6.100, y apunta a un nivel de 6.900 puntos a 12 meses vista. En Goldman Sachs advierten en todo caso que los riesgos a causa de los aranceles de EE UU no han desaparecido para la Bolsa estadounidense y su jefe de estrategia global, Peter Oppenheimer, ha recordado esta misma semana que es posible que los aranceles afecten a la Bolsa, incluso aunque Washington llegue a acuerdos con socios comerciales clave y a que el actual sentimiento de los inversores sea el de desechar que esas tasas al comercio puedan precipitar una recesión.
Los buenos resultados empresariales son clave en el actual optimismo y en los renovados máximos históricos que están marcando estos días el S&P 500 y el Nasdaq. Así, las cuentas del segundo trimestre en Wall Street se encaminan hacia su mayor porcentaje de resultados positivos desde el segundo trimestre de 2021. Este trimestre es de hecho el quinto consecutivo en el que el S&P 500 registra un margen sobre el beneficio neto superior al 15%.
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