El Ibex encadena su segunda semana a la baja pese al alivio en los mercados
La caída del petróleo y la tregua geopolítica impulsan las Bolsas, aunque persisten las dudas por el frente comercial y la política monetaria


Los inversores aprovechan cualquier atisbo de calma para buscar rentabilidad. Las expectativas de que el conflicto en Oriente Medio no escale han dado un respiro a los mercados: el petróleo retrocede y las Bolsas suben. El Ibex 35 no queda al margen de esta tendencia y el viernes rebota un 0,77%. Este entusiasmo no es suficiente para borrar las pérdidas de jornadas anteriores. El selectivo español cede un 0,43% en la semana y pone en la diana los 13.900 puntos.
A diferencia de sesiones anteriores, las alzas han sido generalizadas entre los valores del Ibex. Una de las pocas excepciones ha corrido a cargo de Banco Sabadell, que cede un 1,13% en medio de las negociaciones para vender su filial británica y a la espera de la decisión del Consejo de Ministros sobre la opa lanzada por BBVA. Las bajadas de los precios del crudo ejercen de freno sobre Repsol, que concluye la sesión en tablas (-0,04%). Esta pausa no le impide ser uno de los valores más alcistas en la semana tras avanzar un 4,5%.
La remontada del viernes tampoco borró las pérdidas semanales del resto de índices europeos. El Dax alemán baja un 0,7%; el Cac francés, un 1,24%; el Euro Stoxx 50, un 1%; el FTSE británico, un 0,86% y el Mib italiano, un 0,53%.

En Wall Street, la jornada se mantiene volátil. Los índices han pasado del verde al rojo en reiteradas ocasiones y a media sesión el S&P 500 baja un 0,3%. La cuádruple hora bruja —el vencimiento simultáneo de futuros y opciones— añade presión a unos mercados ya condicionados por el frente comercial. La Casa Blanca sopesa retirar las exenciones arancelarias a fabricantes de chips en China que utilizan tecnología estadounidense. El ruido geopolítico compite con el alivio momentáneo provocado por el anuncio de Donald Trump de posponer dos semanas su decisión sobre una posible intervención en Irán.
El Brent se modera
Uno de los mercados que más oscilaciones está experimentando en las últimas jornadas es el de las materias primas. La decisión de Trump de posponer una eventual intervención en Irán y las informaciones que apuntan a que la república islámica estaría dispuesta a negociar límites al enriquecimiento de uranio ayudan a aliviar la presión sobre el Brent. El crudo detiene los ascensos de las últimas jornadas y el viernes cede un 3%, hasta los 76,5 dólares. A pesar de este recorte, desde el 10 de junio el Brent acumula una revalorización 14,4%. Los nervios en Oriente Medio están a flor de piel. Los analistas piden prudencia y creen que si la tensión sigue en aumento, el Brent podría escalar hasta los 130-180 dólares. Para ello, Teherán tendría que cerrar el Estrecho de Ormuz, que canaliza casi un tercio del comercio mundial de crudo, y proceder al bombardeo de instalaciones petroleras, oleoductos y puntos clave en la región, algo que ya hizo en 2019. Israel, por su parte, advierte de una campaña prolongada contra Irán.
La aparente tranquilidad que muestran los mercados en las últimas horas es interpretada por muchos una señal de alerta. Las próximas semanas se perfilan clave. Al horizonte incierto sobre Irán se suma el fin de la tregua comercial. El 9 de julio, la Administración Trump dará a conocer su nueva batería de aranceles. “Los inversores esperan al final de la tregua comercial para obtener mayor visibilidad”, apuntan desde Société Générale.
Pese a la acumulación de incertidumbres, el consenso de mercado mantiene el optimismo. Gestores y analistas creen que la mejora macroeconómica en Europa y un entorno de tipos más favorable están sentando las bases para que la rotación de carteras desde la renta variable estadounidense a las acciones del Viejo Continente se acelere. A pesar de las fuertes revalorizaciones que acumulan los índices europeos, los analistas de Goldman Sachs creen que la diversificación sigue teniendo recorrido. “Las acciones europeas ofrecen una perspectiva muy atractiva para los inversores, especialmente para aquellos que cuenta con unas carteras muy concentras en el mercado estadounidense”, añaden.
En términos similares se pronuncian los analistas de Deutsche Bank, quienes consideran que los aranceles presentarán una carga mayor para las empresas estadounidenses y que las valoraciones de las firmas europeas son más atractivas. Como guinda a los catalizadores de la renta variable europea, Peter Smith, director de inversiones en Federated Hermes, señala el impulso fiscal. Frente a una Casa Blanca que ha focalizado todos sus esfuerzos en la guerra arancelaria, el Viejo Continente ha empezado a tomar conciencia de que no basta con la política monetaria para revitalizar la economía. Los inversores tienen puestas las esperanzas en el plan de estímulos anunciado por Alemania y los planes de gasto en defensa para el conjunto de Europa.
Una de las señas de identidad de la semana ha sido la política monetaria. A la rebaja de tipos en Suiza y Noruega se suma la decisión de mantener sin cambios las tasas en Reino Unido y EE UU. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, insistió en la necesidad de esperar a que se aclare la situación antes de tomar una decisión, pero mantuvo vivas las esperanzas de bajar los tipos dos veces en lo que queda de año. Ni los analistas ni los miembros del comité consiguen ponerse de acuerdo sobre cuándo volverán a bajar los tipos. En una entrevista a Reuters el presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, ha apuntado que no tienen prisa, mientras el gobernador Christopher Waller avanzó que el banco central podría bajar las tasas tan pronto como el próximo mes. Las expectativas de tipos más bajos ayuda a mantener controladas las rentabilidades de la deuda. El bono de EE UU a 10 años se mantiene en el 4,37%, lejos del 4,5% de las últimas semanas, con la deuda a 30 años en el 4,88%.
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