David Azcona (Beka Finance): “El mercado hasta ahora solo le ha hecho cosquillas a la Bolsa de EE UU”
El experto advierte de que los inversores aún no descuentan el riesgo de recesión por la guerra comercial y ve el S&P 500 en los 4.900 puntos

En Beka Finance ya eran pesimistas sobre 2025 antes de que Donald Trump disparara con sus aranceles al mundo entero. En esta firma independiente de inversión y servicios financieros, con 20.000 millones de euros en activos bajo gestión, ya arrancaron el año con una probabilidad de recesión para EE UU del 55%. Su economista jefe, David Azcona, explica que los aranceles son el detonante para un cambio de ciclo tras un período excepcional en el que “la primera economía del mundo estaba gastando todo lo que quería y más y estaba subvencionando el crecimiento”. Augura que lo peor de la corrección bursátil está por llegar.
Pregunta. Su escenario base para 2025 ya era de un claro riesgo de recesión por los aranceles. ¿La realidad está siendo aún peor de lo que esperaban?
Respuesta. En nuestro escenario base el riesgo de recesión en EE UU en 2025 es ahora del 65%. El tiempo es oro y si dilatas la situación como se está dilatando y aumentas la incertidumbre de familias, empresas, gobiernos...eso hace muchísimo daño. En todo el mundo. Y hoy otro de los riesgos es la disfunción del mercado. Muchas de las estrategias estaban basadas en la disponibilidad de crédito, de gobiernos y empresas financiándose tranquilamente, independientemente de lo que sucediera. Y en el último mes hemos visto ese punto crítico, el hecho de que Estados Unidos viera dificultades en financiarse, que la gente escapara del dólar. Ese riesgo de disfunción del mercado también es bastante importante y es lo que ha hecho todavía empeorar más nuestras perspectivas. El activo director del mercado es casi siempre el crédito. Si no fluye el dinero en la economía, es bastante difícil que lo vaya a hacer bien.
P. La tregua de los 90 días anunciada por Trump concluye en julio. ¿Cree que por entonces puede haber cambiado la situación a mejor?
R. Existe la posibilidad de un impulso fiscal de Estados Unidos superior al que se descuenta y que Trump diga ancha es Castilla, pese a los miedos del mercado respecto a la sostenibilidad de la deuda norteamericana. Los bonos ya han mandado una señal. Y también existe la posibilidad de un acuerdo bastante más amistoso del que se prevé con China, a lo que damos una probabilidad de entre un 20% y un 30%. Pero lo que decimos es que esto no se trata solo de Trump, es una estrategia a futuro. Si los aranceles a China bajasen al 60% sería un notición, pero sigue siendo un gran salto, una ruptura del comercio internacional, independientemente de la tregua de 90 días. A largo plazo el daño va a ser severo. Vamos hacia una economía menos productiva, si cierras tus fronteras te estás quedando con productores menos eficientes que los que están fuera. Vamos a una economía que tiene un potencial de crecimiento inferior.
P. ¿Le ve algún sentido económico a esa estrategia comercial de Trump?
R. Creo que los interrogantes sobre la deuda norteamericana se habrían producido más pronto que tarde. Sí hay un plan, que pasa por una subida progresiva de aranceles, conversaciones con los países, por una comunión continua con la Reserva Federal para intentar acompasar esas presiones inflacionistas de los aranceles con la política monetaria…Lo que pasa es que la implementación está siendo a la manera de Trump...Sí existe un plan que creo va a ser perjudicial en el corto plazo, pero va a ser más beneficioso para Estados Unidos en el medio plazo. El consumidor supuestamente debe de consumir menos, pero a la larga debería de haber una mayor estabilidad dentro del mercado laboral que permitiese que esa capa de la clase media baja aguantara mejor en el largo plazo. Lo que viene adelante es un statu quo más volátil, mucho más cerrado en el que cada uno mira a su ombligo e intenta hacer que su nación sea la más próspera.
P. Ese proceso puede durar años, ¿qué pasará mientras con el dólar? ¿No desbarata ese plan si pierde su condición de activo refugio?
R. En un momento en el que supuestamente el dólar se debiera apreciar, no está actuando como siempre. Pero si los bancos centrales compran menos dólares se van a dar un tiro en el pie. En la medida en que hagan que el dólar caiga, están depreciando toda la riqueza acumulada en reservas en dólares, con lo cual no es tan obvio que vaya a proseguir ese movimiento de fin del excepcionalismo de EE UU. Sí se está viendo que van poco a poco sustituyendo al dólar por otros activos como el oro, pero es finito. Y el resto de las de economías no van a dejar que Trump deprecie el dólar tanto como él quisiera. El yen por ejemplo se ha apreciado a niveles de 141 unidades por dólar y las empresas japonesas no pueden competir con eso.
P. ¿Cree que el mercado está descontando el escenario de recesión que ustedes manejan?
R. Para nada. Sí hay una corrección en el mercado norteamericano, pero esto son cosquillas respecto a lo que debería de estar sucediendo. A principios de año nuestro nivel objetivo para el S&P 500 era 5.100 puntos y ahora lo hemos bajado a 4.900. Será ahí cuando el mercado ponga en precio esa recesión. A ese nivel llegarán las grandes oportunidades.
P. Y mientras, ¿qué están haciendo con las carteras de inversión?
R. La oportunidad ahora es estar resguardados en la parte más corta de los bonos de gobiernos y de empresas de alta calidad empresarial. Esperamos bajadas de tipos por parte de los bancos centrales, tres recortes de la Reserva Federal este año. Y en el momento en que ya todo el mundo vea ese escenario de recesión, será el momento de ser más agresivo en Bolsa. Ahora en abril sí hemos vuelto a entrar en India, porque depende en gran medida de su consumo interno para seguir creciendo, y hemos comprado Japón, creemos que está muy infravalorada en dólares respecto a Estados Unidos. Nos gusta también mucho el sector de salud y el inmobiliario centroeuropeo por el plan de gasto en infraestructuras alemán. Los activos alternativos como fondos de infraestructuras o de crédito privado van a estar mucho más demandados. Permiten quitar volatilidad a la cartera pese a esa prima de iliquidez. Estamos sustentando las carteras con productos alternativos y multiestrategia. No se trata de comprar Bolsa cada vez que recorta porque algo ha cambiado en el mercado y los mismos mimbres del pasado no tienen por qué hacerte la cesta en el presente.
P. ¿Qué les parece la Bolsa española?
R. La Bolsa europea lo está haciendo francamente bien y la española se ha visto favorecida por la composición sectorial. Pero creo que esa composición no va a acompañar ahora tanto al Ibex. Las utilities tienen mucho peso y veremos qué es lo que sucede con ellas después del apagón. Y los bancos, bajarán los tipos y en algún momento tienen que empezar a descontar que si la economía no va tan bien van a tener que dotar más provisiones por morosidad. En la medida en que no sean capaces de contener la bajada de márgenes, tienen un problema.
P. Aun así, las previsiones de crecimiento para España son buenas.
R. Hasta ahora todos los en todas las entidades supranacionales nos están dorando la píldora. Nos dicen que vamos a crecer al 2,6% frente a una Europa que va a estar más cerca del 0%. Pero pensamos que esa no va a ser la tendencia a futuro, porque al final si un alemán te está diciendo que el sector servicios de su país está cayendo, pues también puedes poner en tela de juicio la demanda de servicios españoles. En algún momento de este año los inversores van a valorar qué capacidad tiene por sí misma cada economía de subsistir sin necesidad de los demás. Van a medir en función de eso. Y cuando ese sea el catalizador de los mercados, el balance positivo de Europa en esta primera parte del año se revertirá.
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