Paula Conthe: “Ojalá las letras sean el primer paso para que los ciudadanos inviertan en otros activos”
El Tesoro descarta la creación de instrumentos de deuda dirigidos a pequeños ahorradores
La rebaja de los tipos de interés ha sido el pistoletazo de salida para que las rentabilidades de la deuda se moderen. Ahora que los rendimientos de letras se apean de los máximos registrados en 2023, los pequeños ahorradores tienen que replantearse si reinvertir el dinero de los títulos que vencen a tasas más bajas, acelerar el trasvase de flujos hacia vencimientos mayores para seguir obteniendo unos retornos similares o empezar a mirar otros productos. “Los datos demuestran que en general están optando por la reinversión. Por el momento no se percibe interés de los particulares en la deuda a medio plazo”, afirma Paula Conthe. “Lo que hemos visto es que los inversores perciben las letras como una opción de inversión muy atractiva y rentable. Se han convertido en inversores habituales. Ojalá ese sea el primer paso para que inviertan en otro tipo de cosas”, remarca.
El apetito de los minoritas por la deuda a muy corto plazo llega en un momento en el que los reguladores claman por el desarrollo del mercado de capitales para movilizar la inversión necesaria con la que abordar los retos de crecimiento. Una de las propuestas presentadas por la OCDE a finales de año pasaba por la creación de cuentas de ahorro individuales, según las cuales los pequeños inversores pueden elegir entre distintas vías de ahorro e inversión con una fiscalidad única. “Una parte muy importante del impulso del mercado de capitales es movilizar el ahorro de los minoristas hacia la inversión productiva”, señala Conthe. Pero la responsable del Tesoro aclara que no basta con asegurar productos rentables y eficaces. “La educación financiera y la protección al minorista son algunos de los elementos que se van a tener en cuenta. Acompañaremos a la CNMV y el Banco de España para que el ahorrador conozca qué opciones tiene y qué implica cada una”, subraya.
La responsable del Tesoro reconoce que en las reuniones que mantienen con los inversores internacionales, una de las cuestiones que ha salido a relucir es la posibilidad de que España aproveche el interés de los particulares por la deuda española para lanzar emisiones de deuda dirigidas a los ahorrados a imagen y semejanza de lo que realizan otros tesoros como el de Italia. Esta idea no está entre los planes de España. En su lugar, el Tesoro se afana por diversificar y ampliar la base inversora con deuda a medio y largo plazo. “El repunte de las letras ha aumentado el interés de los minoristas, pero en el conjunto siguen siendo una parte pequeña. Por eso afrontamos con tranquilidad la posibilidad de que decaiga ese apetito. Entendemos que se va a estabilizar”, apunta. Esto no ha sido un obstáculo para que por segundo año consecutivo el Tesoro emita más letras de las que vencen. Además de para poder atender la demanda de los inversores, el Tesoro remarca que el objetivo principal es dotar de liquidez a estos instrumentos.
La responsable de financiación considera que una alternativa más atractiva que la creación de instrumentos de deuda dirigidos a particulares es la de fomentar la inversión sostenible para llegar a un público más amplio. Desde el lanzamiento en 2021 del primer bono verde soberano, el Tesoro ha realizado sucesivas reaperturas, dos de ellas el año pasado. “Hemos llegado ya a un importe total de 15.000 millones de euros y es una parte muy importante para contribuir al desarrollo del mercado de finanzas sostenibles”, apunta. En un año en el que se reforzará la emisión de deuda para impulsar la reconstrucción de los territorios afectados por el desastre natural del pasado octubre, el Tesoro analizará con lupa todas las alternativas a su alcance. Por ahora no está entre sus planes la emisión de deuda social. “Tenemos una estrategia muy predecible, muy regular y por el momento no estamos viendo opciones para ampliar el programa”, aclara.
Entre los retos más inmediatos está la tradicional emisión sindicada de comienzos de año. “Vemos un acceso muy sólido y continuo”. En un arranque de año en el que la oferta de deuda por parte de los emisores soberanos ha llevado al mercado en euros a vivir algunas de las sesiones de mayor actividad, Conthe no percibe signos de agotamiento. “En las emisiones de enero de 2024 y de septiembre la demanda registró récords”, subraya.