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La OCDE propone unificar la fiscalidad del ahorro a través de una nueva cuenta de inversión individual

El organismo propone, a petición de la CNMV, 32 medidas para el desarrollo del mercado de capitales español, entre ellas el refuerzo de los planes de pensiones de empleo y levantar las restricciones a los individuales

Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, en los XVII Premios Cinco Días
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, en los XVII Premios Cinco DíasPablo Monge

El desarrollo del mercado de capitales como vía para movilizar la ingente inversión necesaria para abordar los retos de crecimiento se ha convertido en un quebradero de cabeza para reguladores e instituciones europeas. La CNMV ha hecho bandera de esa urgencia a la vista de la preferencia por el ladrillo y los depósitos en el ahorro de los españoles y ha encargado a la OCDE un análisis exhaustivo del mercado de capitales de España, en una iniciativa apoyada por el Gobierno. Las conclusiones del organismo europeo se han presentado hoy e incluyen propuestas de calado, como la creación de una cuenta de ahorro individual y de fiscalidad simplificada para impulsar la inversión, el fomento de los planes de pensiones de empleo, el levantamiento de los límites a los planes de pensiones individuales y la mejora de los incentivos fiscales y la prohibición de las ventanas de liquidez de estos.

La medida de mayor impacto es la propuesta del llamado modelo sueco de cuentas de ahorro individuales, un mecanismo según el cual los ahorradores pueden elegir entre distintas vías de ahorro e inversión con una fiscalidad única. Es decir, el ahorrador puede pasar de invertir en fondos a depósitos, letras del Tesoro, acciones o ETFs. El sistema se basa en una flexibilidad casi total a la hora de definir o modificar la asignación de activos (en lugar de depender de los productos ofertados por el sector financiero) y en una fiscalidad simplificada.

Igualmente, la OCDE destaca la importancia de una fiscalidad simple. El organismo insiste en la importancia de que la tributación de las ganancias patrimoniales sea más sencilla, más allá de si hay incentivo fiscal o no, y asegura que una tributación compleja puede disuadir a los ahorradores de destinar su dinero a los distintos vehículos de inversión. “Las cuentas suecas no ofrecen beneficios fiscales respecto a otros productos, pero el diseño supone que no se pagan impuestos sobre plusvalías en el momento de la venta, sino sobre la base de activos”, explica la OCDE, que considera que este modelo podrá elevar tanto el ahorro como su rentabilidad en España: “Las tasas de ahorro de los hogares en España son bajas, un efecto que se debe no solo a los limitados niveles de ingresos, sino también a la falta de opciones de ahorro atractivas disponibles”, asegura la OCDE”, indica, sin descartar la aplicación de beneficios en los impuestos.

El informe fue presentado en un acto en la sede de la CNMV en Madrid, y supone la última gran iniciativa de Rodrigo Buenaventura antes de que acabe su mandato este mes de diciembre y pone el foco en una de las cuestiones en las que más ha hecho hincapié el regulador del mercado español: la necesidad de mejorar e impulsar las herramientas para el desarrollo del mercado de capitales, lo que sin duda requiere de iniciativas legales. “Los mercados de capitales permiten la financiación de la economía, de la innovación, de la descarbonización, de esos muchos proyectos a los que los bancos no pueden llegar y los gobiernos no pueden respaldar. Necesitamos garantizar el entorno adecuado para el desarrollo de los mercados de capitales. No se generan espontáneamente y necesitan un marco regulador adecuado”, ha insistido.

También han presentado las propuestas, además del propio Buenaventura, la secretaria general del Tesoro, Paula Conthe, y representantes de la OCDE y la Comisión Europea. Las conclusiones, 32, se basan en un trabajo de campo de dos años “a partir de un análisis empírico basado en datos originales y en una encuesta a empresas españolas, así como en debates con agentes del mercado, incluidas autoridades gubernamentales”. El análisis indica, asimismo, los organismos de los que depende la aplicación de las medidas (BME; CNMV; ministerio de Economía, entidades privadas o Hacienda) y si las propuestas son de corto, medio o largo plazo. Las cuentas de ahorro individuales estarían agrupadas en las medidas de corto plazo.

En este sentido, Paula Conthe, secretaria general del Tesoro, ha expresado que estas medidas son una prioridad: “El desarrollo de los mercados españoles es una prioridad totalmente alineada con la Unión del Mercado de Capitales” y ha destacado la existencia de un “amplio consenso en que es necesario el desarrollo” de este mercado. Nathalie Berger, responsable de apoyo a las reformas en la Comisión Europea, ha recordado cómo el bajo papel de los inversores institucionales tiene impacto tanto en la rentabilidad de los ahorros de los hogares como en el tejido productivo, y ha insistido, en la misma línea que Conthe, en que las medidas no se pueden aplicar de forma aislada, y que es necesario un “fuerte compromiso político”.

Capital, pensiones e inversión

El impulso a los planes de pensiones privados, tanto de empleo como individuales, es otro de los ejes de la propuesta de la OCDE, que va en línea con lo que indicó Mario Draghi en su plan de mejora de la competitividad en la zona euro en lo relativo al impulso de la inversión de los particulares. Otro italiano, Carmine di Noia, director de asuntos financieros y empresariales de la OCDE, ha sido el responsable de presentar el informe, y ha destacado el largo recorrido que le queda a España: aunque los grandes inversores tienen el 26% de las cotizadas españolas (en la UE es un 31%), solo el 1,2% son inversores institucionales domésticos, frente al 20% de media de la UE.

Entre las medidas que propone es seguir apostando por el crecimiento en el tamaño de los fondos pensiones de empleo, medida que redunda positivamente tanto en la sostenibilidad de las pensiones como en la financiación de la economía. Así, la OCDE aconseja políticas para fomentar los planes de pensiones de empleo e incentivar este tipo de ahorro, así como animar a dichos fondos a participar en los mercados de capitales. Además, apunta a eliminar la posibilidad de una retirada anticipada en los fondos de pensiones para asegurar que dichos fondos puedan invertir a largo plazo, pues los rescates anticipados, como el que se aprobó en España,“limitan significativamente esta previsión y, por tanto, la medida en que los fondos de pensiones pueden contribuir a las necesidades de inversión a largo plazo”.

El organismo también reclama un cambio en la actual fiscalidad de los planes de pensiones individuales, que ha perdido gran parte de su atractivo en favor de los planes de empleo. En la actualidad, el ahorrador en este vehículo se puede deducir en su declaración de la renta 1.500 euros anuales, a lo que se puede añadir una deducción de 8.500 euros por lo aportado a los planes de empleo. Pero hasta 2020, la deducción en un plan de pensiones individual era de 8.000 euros, ante lo que la OCE propone elevar la actual deducción. Es decir, incrementar la deducción vigente de los 1.500 euros anuales, “al menos para los ahorradores que no están cubiertos por un plan de empleo”, según señala la OCDE. Y apunta, también, a desvincular las aportaciones de los beneficios fiscales, pues actualmente en España no se pueden hacer aportaciones por encima de esos 1.500 euros.

Para los fondos de inversión, la OCDE hace otras dos propuestas. Por un lado, propone eliminar para el caso concreto de inversores institucionales el requisito de al menos 100 partícipes y de una inversión mínima para tener la consideración de instrumento de inversión colectiva. Es decir, hacer una excepción en la actual tributación de las sicav, restringiéndolas al ámbito institucional y no a las grandes fortunas individuales. “Esto facilitaría la creación de fondos especializados que no siempre alcanzan el número requerido de partícipes, sin comprometer las restricciones para luchar contra la evasión fiscal. Además, daría mayor seguridad en cuanto al tratamiento fiscal e incentivaría la creación de fondos de inversión, un sector muy retrasado en España respecto a otros países”, asegura la OCDE. Por otro lado, propone que los ETF puedan disfrutar del tratamiento fiscal por el que se pueden realizar traspasos entre fondos de inversión sin tributar, con independencia del lugar en que cotice el ETF.

Desde el lado de las empresas cotizadas, la OCDE apuesta por introducir una desgravación fiscal para los fondos propios de empresas similar a la prevista en la propuesta DEBRA de la UE -que equipara el tratamiento fiscal de la financiación propia y ajena- para eliminar lo que Nathalie Berger ha calificado como un “sesgo fiscal contrario al capital” respecto al de la deuda. También se apuntan medidas para promover la cotización en el mercado de pequeñas empresas, teniendo en cuenta que en España son excluidas de Bolsa dos veces más empresas de las que debutan. La OCDE apuesta también por el fomento de la cooperación público-privada para promover el uso de los mercados en la financiación de pymes (estableciendo puentes entre patronales, cámaras de comercio y el mercado) con el fin de crear un ecosistema con diversas fuentes de financiación. Actualmente, el 90% de la inversión se financia a cargo de deuda bancaria.

Di Noia ha concluido con un símil futbolístico, pues el mercado de capitales internacional es, al igual que Champions League, una competición de muchos donde destacan unos pocos. El italiano no ve motivo para que España no esté entre ese puñado de dominadores donde, ahora mismo, no se cuenta.

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