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Así se preparan los operadores para las elecciones más inciertas: oro y liquidez, las opciones preferidas

Los inversores rebajan sus posiciones en Bolsa para hacer caja con las ganancias ante el temor de que la volatilidad se dispare tras los comicios presidenciales en Estados Unidos

Kamala Harris y Donald Trump en una composición fotográfica.
Kamala Harris y Donald Trump en una composición fotográfica.Getty Images
Gema Escribano

Las mesas de negociación en las grandes capitales financieras de todo el mundo contienen el aliento ante el evento político del año, unas elecciones presidenciales en Estados Unidos donde los sondeos siguen sin dar un claro ganador. Tras semanas en las que el mercado puso en precio el triunfo de Donald Trump, la incertidumbre se ha agudizado en el fin de semana, pues las últimas encuestas han mejorado los números de Kamala Harris en algunos de los disputados estados decisivos. La falta de claridad es uno de los grandes obstáculos para los inversores, que empiezan a preparar sus estrategias con la vista puesta en qué pasará a medida se conozcan los resultados.

Aunque hasta el momento la volatilidad se ha mantenido en niveles razonablemente estables, los operadores se preparan para un aumento de la inestabilidad. Sergio Ávila, analista de IG, espera que crezca a medida que se acerquen las horas límite, y que lo haga de forma significativa en los mercados globales, afectando no solo a las acciones estadounidenses, sino también al resto de índices, divisas y futuros. El experto cree que lo más aconsejable es establecer órdenes garantizadas que ejecutan la venta de un determinado activo si su precio desciende por debajo del límite marcado, lo que en la jerga financiera se conoce como stop loss garantizados. “Estos mecanismos brindan a los inversores una protección adicional, ya que aseguran que una posición se cerrará en el nivel preestablecido, sin importar lo volátil que pueda ser el mercado en ese momento”, señala el experto. La principal diferencia con los stop loss tradicionales, es que los garantizados eliminan el riesgo de que el precio de ejecución sea distinto al precio seleccionado. “Esto es crucial en una noche de elección donde los precios pueden oscilar abruptamente”, remarca Ávila.

Evolución del índice de volatilidad (Vix) desde 2016

Pero más allá de la noche electoral, los inversores se preparan para que la incógnita se alargue en el tiempo. Una buena muestra de ello fue lo sucedido en 2020 cuando la victoria de Joe Biden se confirmó oficialmente cuatro días después. Desde Mirabaud recuerdan que, con el fuerte aumento del voto por correo de hace cuatro años, los recuentos iniciales no fueron lo suficientemente representativos como para permitir que se anunciaran rápidamente las contiendas reñidas. “Este año, aunque un reparto más equitativo del voto por correo y del voto anticipado entre los partidos puede ayudar, aún pueden producirse retrasos, sobre todo en los estados que aún no se han adaptado al preprocesamiento de estas papeletas”, remarcan. Es decir, se espera que las dudas sobre quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca y el reparto del poder en el Congreso se prolongue en el tiempo.

El clima de incertidumbre unido a las fuertes revalorizaciones que acumulan los índices crea el caldo de cultivo perfecto para la corrección. Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finaccess Value, considera irracional que con tantos frentes abiertos el S&P 500 haya continuado marcando nuevos máximos. “El índice de referencia de Wall Street se sitúa 400 puntos por encima de las previsiones más optimistas a comienzos de año y 1.000 puntos por encima de los que esperaba el consenso del mercado”, remarca. Llegados a este punto, el experto considera que tomar posiciones en sectores que pueden beneficiarse de un hipotético triunfo de Trump (energéticas y sector financiero) o de Harris (renovables y tecnológicas) es algo muy arriesgado. En su lugar, el gestor escoge el efectivo y el oro como los activos más seguros. “Después de los movimientos que ha experimentado el mercado de deuda en las últimas semanas en las que el bono a 10 años ha llegado a subir 65 puntos básicos, la renta fija ha dejado de ser un activo seguro”, destaca. Aunque ninguno de los dos candidatos se caracteriza por la disciplina fiscal, el aumento de los aranceles combinado con una rebaja de impuestos sin reducir gastos como plantea Trump se traducirá en un incremento del déficit que requerirá de la emisión de más deuda para financiarlo.

La apuesta por la liquidez es la que gana más adeptos. Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, ha aprovechado las dudas para rebajar su exposición a la renta variable y recoger parte de las ganancias de los últimos meses e incrementar el efectivo. “El mercado está cotizando el peor de los escenarios. Es decir, que se repitan eventos como el asalto al Capitolio vivido a principios de 2021 tras la victoria de Biden o el recuento de votos en Florida en las elecciones del 2000 que terminó en los tribunales”, apunta.

Es, de hecho, la estrategia que ha seguido Warren Buffett, uno de los gurús de las finanzas. A cierre del tercer trimestre el conglomerado Berkshire Hathaway había aumentado el efectivo hasta los 325.000 millones de dólares (unos 298.431 millones de euros). Además de tratarse de una cifra récord, supone un aumento del 94% respecto a los niveles de principios de año. Gran parte de este dinero se explica por las ventas de activos. Solo en acciones, el oráculo de Omaha ha efectuado liquidaciones por importe de 34.600 millones de dólares en el tercer trimestre. Además de reducir drásticamente su participación en Apple desde los 174.300 millones en que estaba valorada a cierre de 2023 hasta los 69.900 millones actuales, Buffett ha rebajado su participación en Bank of America en un 23%. Un movimiento que los analistas interpretan como una señal de desconfianza. En paralelo a estas decisiones, Berkshire Hathaway no recompró acciones propias durante el tercer trimestre por primera vez desde que adoptó su política de recompras en 2018.

Buffet no es el único que ha rebajado su exposición al sector financiero en las últimas semanas. El departamento de análisis de Citi ha rebajado la recomendación de la banca estadounidense a igual que mercado desde comprar. “Las operaciones beneficiadas por una victoria de Trump tuvieron octubre muy bueno, impulsado también por factores macroeconómicos favorables. En la actualidad, la relación riesgo-recompensa se ha deteriorado y seguimos tomando ganancias”, destacan los expertos de Citi en su último informe. Con la vista puesta en las elecciones, desde la entidad estadounidense rebajan su peso en renta fija emergente.

Una vez que se despejen las incógnitas, del Pozo señala que sigue existiendo mucha liquidez en el mercado. Con los fondos monetarios en máximos el paso lógico sería el flujo de dinero a la renta fija, pero si el resultado contenta a los inversores es posible que aceleran la compra de Bolsa porque sigue existiendo mucho apetito por las acciones. “Si el periodo posterior a las elecciones transcurre sin contratiempos, creemos que las coberturas pueden desmantelarse y podríamos ver una caída del Vix y que el mercado siga subiendo”, destaca Ren Zhiweu, gestor de Penn Mutuel AM. Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Global Investors, aconseja prudencia y esperar a ver qué sucede. “No gestionaremos expectativas sino realidades. Esperaremos a conocer el resultado electoral y ver la reacción inicial de los mercados, para actuar después si surgen oportunidades o hay una fuerte sobrerreacción en algunos activos, ya sean bolsas, dólar o tipos de interés”, destaca.

Aunque en lo que va de año el oro sube más de un 30% y pone rumbo a su mejor año desde 1979, el consenso del mercado se muestra optimista. “El oro es una posición que probablemente siga obteniendo buenos resultados al margen del resultado electoral, ya que el aumento de los déficits, las compras de los bancos centrales y el descenso de los tipos reales son factores favorables”, señalan desde la gestora Wellington Management. En la misma línea se mueve Patrick Fruzzetti, gestor de cartera de Rose Advisors, que en declaraciones a Bloomberg señala a los mercados les gusta el oro en tiempos de incertidumbre, especialmente cuando tiene que ver con cuestiones geopolíticas. “Esa es una razón por las que conviene tener oro de cara a las elecciones”, subraya Fruzzetti.

Al margen de oro y liquidez, Araceli de Frutos, asesora del fondo Alhaja inversiones y administradora de una Empresa de Asesoramiento Financiero Nacional (EAF), comenta que en este escenario los asesores de fondos pueden cubrir sus posiciones con derivado, mientras que desde la selección de fondos apunta que puede ser interesante tener en cartera fondos de retorno absoluto que minimicen la volatilidad de estas carteras.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
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