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Pedro Jesús Cuadros: “Me cuesta pensar que el bitcoin pueda ser una reserva de valor”

El economista y profesor universitario está participando en un nuevo estudio sobre los inversores en criptomonedas, según el cual el 11% de la población española tiene o ha tenido estos activos

Pedro Jesús Cuadros, profesor universitario, en Ciudad Universitaria (Madrid).
Pedro Jesús Cuadros, profesor universitario, en Ciudad Universitaria (Madrid).Samuel Sánchez
Álvaro Sánchez

Apenas recuperado del jet lag de un viaje relámpago de cuatro días a un congreso en Dallas, donde presentó un artículo sobre supervisión bancaria, Pedro Jesús Cuadros Solas (Jaén, 35 años), profesor titular de Cunef Universidad y economista de Funcas, recibe a CincoDías cerca de su despacho en la Ciudad Universitaria de Madrid para hablar sobre criptoactivos. Lleva años aproximándose a la materia, sobre la que ha publicado diversos artículos e investigaciones acerca de aspectos como la irrupción de las stablecoins o la interconexión entre las criptomonedas, el ciclo económico y los tipos de interés. Pese a que el bitcoin cotiza cerca de máximos históricos y el criptoinvierno parece haber quedado atrás, su opinión acerca del futuro de las divisas digitales está cargada de escepticismo. “Detrás de una empresa sabemos que hay beneficios, proyectos y dividendos que determinan su precio. Con el bitcoin hay mucha opacidad”, señala.

Pregunta. ¿Qué opinión le merece el fenómeno cripto?

Respuesta. Es un fenómeno complejo, como lo es la tecnología que hay detrás. Y ese precisamente puede ser su valor. Esas redes de blockchain, que aunque tienen capacidad de mejora, porque son poco sostenibles (no hay que olvidar que el gasto energético del bitcoin es muy elevado), pueden ser muy relevantes, si bien ahora sufren la competencia de otras tecnologías como la inteligencia artificial.

P. Parece estar asentándose como activo de inversión entre los pequeños inversores.

R. Me parece que la aproximación de muchos inversores minoristas es más especulativa, basada en la búsqueda de rentabilidades a corto plazo sin tener en cuenta los riesgos tan elevados a los que se someten. El riesgo en sí no es malo, te expone a una rentabilidad muy elevada, pero hay que tener en cuenta que puede ser a costa de perder toda la inversión. Me parece que hay mucho desconocimiento. Hay estudios que demuestran que cuando les preguntan a inversores minoristas: ¿Qué tecnología respalda estas criptomonedas?, ¿Dónde está el valor? Lo desconocen. Sabemos que el bitcoin sube y baja, pero muchas veces no sabemos qué factores lo explican, cosa que no pasa con los activos financieros tradicionales. Detrás de una empresa sabemos que hay beneficios, proyectos y dividendos que determinan su precio. Con el bitcoin hay mucha opacidad sobre cómo se forma el precio.

P. ¿Son un riesgo para la estabilidad financiera, o el sistema no está tan expuesto?

R. Todo dependerá del grado de adopción. Se viene observando que ha crecido la correlación entre el bitcoin y los mercados financieros tradicionales. En la primera fase de bitcoin era todo lo contrario. Sus inversores decían tratar de huir de unas finanzas centralizadas. Hoy no es el caso. Desde la pandemia la correlación ha ido en aumento, y se ve en las variaciones de tipos de interés, que están afectando tanto a los activos financieros habituales como al bitcoin. Y se ha visto muy claro este verano, con la abrupta caída de las bolsas este agosto, el lunes negro. Cayeron todas las bolsas y también el bitcoin. ¿Por qué se desplomó un 7% el bitcoin, más que algunas Bolsas?

Pero las que pueden tener más impacto en la estabilidad, como vienen recordando el Banco Mundial, el Banco Central Europeo o el Banco de España, son las stablecoins, las criptomonedas estables, porque su valor está ligado a una moneda fiduciaria, tienen que tener reservas en esa moneda fiduciaria, y la variación del precio de esa moneda puede hacer que el emisor tenga que comprar más reservas y terminar afectando. Es por eso que MiCA, la nueva ley europea, se centra principalmente en las stablecoins, porque son las que más potencial impacto pueden tener sobre la estabilidad financiera.

Pedro Jesús Cuadros, en Ciudad Universitaria (Madrid).
Pedro Jesús Cuadros, en Ciudad Universitaria (Madrid).Samuel Sánchez

P. Parece que ha pasado mucho tiempo, pero hace solo dos años se produjo el colapso de TerraLuna.

R. Exacto. Lo primero es que existe opacidad. Muchas veces no se conoce muy bien en qué tipos de activos tienen las reservas estas stablecoins, que es una de las cosas que quiere corregir MiCA. No es lo mismo tenerlas en efectivo o en letras del Tesoro, que son activos muy líquidos, que tenerlas en otras criptomonedas, como hacen algunas stablecoins.

P. Muchos jóvenes estén invirtiendo en criptomonedas, ¿a qué cree que se debe?

R. El perfil sigue siendo el de un hombre joven que o bien tiene un nivel bajo de estudios o bien muy elevado. ¿Por qué jóvenes? Primero, porque hay una barrera tecnológica para que determinados segmentos de la población accedan a ellas, porque necesitas descargarte una wallet, aprender como funciona... Y eso deja fuera a un porcentaje de la población. También por una cultura amante del riesgo. Se combinan la proximidad tecnológica con no temer el riesgo. Hay que diferenciar esto de la rentabilidad. Todos somos amantes de la rentabilidad, pero muchos jóvenes no terminan de darse cuenta de los riesgos.

P. ¿Tienen suficiente educación financiera?

R. La educación financiera juega un papel determinante en la decisión de adquirir o no criptomonedas. Se utilizan tres preguntas para saber si una persona tiene o no educación financiera, con supuestos prácticos. Se preguntan cosas como, oye hoy ganas 100 euros y mañana te suben un 1%, la inflación es del 3%, ¿puedes comprar lo mismo, más o menos? Y luego preguntamos y tú cuánto crees que sabes. La parte subjetiva. El resultado es que los que tienen una alta educación financiera objetiva tienen menos probabilidades de invertir en criptomonedas. Perciben mejor los riesgos. En cambio, aquellos que creen que saben mucho de finanzas, pero realmente saben poco, hemos llegado a estimar que tienen un 75% más de probabilidades de adquirir criptomonedas. Por eso el Banco de España o la CNMV están emitiendo campañas para tratar de que se perciban los riesgos.

P. Ha participado en varios estudios sobre esta industria y en diciembre lanzas otro de la mano de Funcas, ¿qué conclusiones aparecen?

R. Uno de los datos más llamativos es que el 11% de los españoles tiene o ha tenido alguna criptomoneda, concretamente un 6% posee alguna actualmente y un 5% las tuvo en el pasado. También preguntamos qué porcentaje de su capital tienen invertido, y la respuesta es que más de la mitad tiene menos del 5% invertido, pero hay un 18% que tiene más de un 15%, es decir una sobreexposición a ese tipo de activos. Sobre cómo les está yendo la inversión, el 40% dice haber obtenido ganancias, el 17% pérdidas y otros afirman estar a la espera. Otra conclusión preocupante es que un 66% afirma no haber oído, leído o visto anuncios o recomendaciones advirtiendo de los riesgo de las criptomonedas. Y es relevante porque las campañas de organismos públicos existen, pero la información parece que no les llega.

P. Este año se recordará como el del lanzamiento de los ETF de bitcoin y ethereum. ¿Hasta qué punto son importantes?

R. Parte del buen 2024 para el bitcoin se debe a los ETFs. Se reducen las barreras y más inversores particulares pueden entrar en ellos. La capitalización de los ETFs de bitcoins, que se aprobaron en enero, superan los 80.000 millones de dólares. Han captado muchos fondos.

P. También resisten las memecoins.

R. Han crecido mucho en cantidad, hay más de 3.000, aunque es cierto que las activas y realmente líquidas son pocas: dogecoin, pepecoin, shiba inu... Se vuelven atractivas por el miedo de muchos a perderse algo. Y permite la inversión de gente con pocos ahorros porque son monedas que cuestan la mayoría menos de un dólar. Surgen como una parodia, relacionadas con las redes sociales, y atraen a los segmentos de población que más las usan, así que han crecido en capitalización este año. Otro fenómeno relevante está siendo el de los AI Tokens, las criptomonedas que respaldan proyectos y aplicaciones basados en la inteligencia artificial usando blockchain. Se habla de que hay más de 90 AI tokens, y están creciendo en capitalización.

P. ¿Cree que el bitcoin puede llegar a ser una reserva de valor, un oro digital?

R. Me cuesta pensar que el bitcoin pueda ser una reserva de valor. Durante la pandemia se creía eso, pero es un activo muy volátil. Un activo refugio tiene que tener un valor subyacente. Aquí el principal valor subyacente es la tecnología, pero que eso sea suficiente para que sea una reserva de valor me parece complicado. Es cierto que en el último año no hemos visto correcciones drásticas. En febrero hubo un pico anticipando el halving y por la aprobación de los ETFs en enero. Pero a lo largo de la historia sí ha habido correcciones relevantes, y eso resta credibilidad a que el bitcoin pueda convertirse en una reserva de valor

P. Estamos en plena bajada de los tipos de interés. ¿Impulsará esto al bitcoin?

R. Lo que nos dirá la teoría es que si bajan los tipos de interés se incrementa el apetito por activos de más riesgo, y ahí están las criptomonedas, que podrían beneficiarse de que la rentabilidad de bonos del tesoro y deuda pública se va a reducir. El problema es que hasta ahora no hemos vivido un momento a lo largo de la historia donde hayamos visto cómo se comporta el bitcoin durante una bajada de tipos. Lo hemos visto con las subidas, pero veníamos de un periodo de tipos bajos, por lo que no hay experiencia histórica con las bajadas. Tampoco sabemos exactamente cuánto van a bajar los tipos. A lo mejor para que el precio se dispare tendrían que ser más intensas y continuadas de lo que finalmente van a ser. El factor más relevante puede ser la adopción institucional, que cada vez haya más fondos de inversión, con los ETFs, que decidan invertir en ellas, porque les dan credibilidad.

P. Puestos a anticipar riesgos, ¿qué amenazas se le ocurren que pueden afectarle?

R. Cualquier tipo de fraude relacionado con las grandes plataformas, o si algún exchange tiene que cesar su actividad porque los reguladores de Europa o EE UU encuentran algún tipo de problema. Eso frenaría la confianza en la adopción. Luego también está el tema de la fiscalidad, por ejemplo la introducción de impuestos específicos muy elevados sobre las ganancias con criptomonedas [Italia y Dinamarca han anunciado tasas de este tipo]. Los países se están dando cuenta de que el fenómeno crece y parte de esas ganancias no están tasadas, y si entramos en una ola de imponer mayores impuestos a las criptomonedas también sería un factor importante.

P. ¿Qué papel puede jugar el precio de la energía?

R. Ahora hemos aliviado el coste, pero si viene un nuevo shock por otra guerra, acabará afectando al precio de las criptos. Además, con el halving se ha reducido la recompensa a los centros de minado, y a algunos no les compensa seguir, hay menos incentivos. Es interesante porque se están relocalizando en zonas con energía más barata, o están utilizando los mismos equipos para el uso de la IA, que requiere un uso computacional importante, porque le ven más potencial. El bitcoin es una moneda no sostenible y es un problema no resuelto. Y los shocks son ahora menos improbables que antes. Para el minado requieren elevado esfuerzo computacional que necesita energía.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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