Un miembro de la Reserva Federal apunta que debe bajar los tipos con “más cautela” en adelante
Cristopher Waller avisa de que el informe de empleo de octubre estará distorsionado por las huelgas y los huracanes
La Reserva Federal de Estados Unidos abrió el ciclo de rebajas de los tipos de interés en septiembre con un agresivo recorte de medio punto. El mercado llegó a esperar en algún momento que ese movimiento se repitiera en la reunión de los próximos 6 y 7 de noviembre, justo después de las elecciones presidenciales. Sin embargo, el presidente del banco central, Jerome Powell, ya enfrió las expectativas y el mercado espera ahora un recorte de un cuarto de punto. Este lunes, uno de los miembros del consejo de la Reserva Federal y de su comité encargado de fijar la política monetaria, Christopher Waller, se ha mostrado también escéptico sobre la conveniencia de otro recorte agresivo. Las rebajas de tipos se deben acometer en adelante con “más cautela”, ha dicho en un discurso.
Los últimos datos de empleo, más fuertes de lo esperado; de inflación, también por encima de lo previsto, más el incremento de las ofertas de empleo y las elevadas previsiones de crecimiento del producto interior bruto “apuntan a que la economía podría no estar ralentizándose tanto como se desearía”, ha indicado.
“Aunque no queremos reaccionar de forma exagerada a estos datos ni mirar a través de ellos, considero que la totalidad de los datos indican que la política monetaria debería proceder con más cautela en el ritmo de recortes de tipos de lo que era necesario en la reunión de septiembre”, ha sentenciado, aunque guardándose una carta por si las cosas cambian en las próximas semanas: “Estaré atento para ver si los datos, que se publicarán antes de nuestra próxima reunión, sobre la inflación, el mercado laboral y la actividad económica, confirman o socavan mi inclinación a ser más cauteloso sobre la relajación de la política monetaria”, ha añadido.
En este punto de inflexión de la política monetaria, Powell ha insistido en que las decisiones se tomarán reunión a reunión, sin anticiparlas como era frecuente en el pasado. En la reunión de septiembre, el mercado llegó al día clave bastante dividido sobre si la Reserva Federal iba a bajar los tipos 0,5 o 0,25 puntos. Lo habitual es que se dé por descontada la decisión.
Los miembros de la Reserva Federal anticiparon en sus previsiones que lo que veían más probable era una rebaja adicional del precio del dinero de medio punto hasta final de año, lo que se traduciría en un recorte de un cuarto de punto en la reunión de noviembre y de otro tanto en la de diciembre. Sin embargo, esas previsiones no solo no atan a los miembros de la Fed, sino que es frecuente que se desvíen de la realidad.
Las cotizaciones de los futuros sobre fondos federales asignan en este momento una probabilidad implícita del 86% a que haya un recorte de 0,25 puntos y del 14% a que no se mueva el precio del dinero desde el rango actual del 4,75%-5%, mientras que la opción de recortar 0,50 puntos está fuera de la mesa, según los datos de CME. Las actas de la última reunión de la Reserva Federal también dejaron claro que no hay prisa por bajar los tipos y hasta mostraron cierta resistencia a esa rebaja inicial de medio punto.
Un dato de empleo distorsionado
El informe más importante pendiente de publicar antes de la próxima reunión es el de empleo del mes de octubre, que se conocerá el 1 de noviembre. Sin embargo, como ha advertido Waller, no cabe esperar demasiado de él. “Por desgracia, no será fácil interpretar el informe sobre el empleo de octubre que se publicará justo antes de la próxima reunión del FOMC [Comité Federal de Mercado Abierto, por sus siglas en inglés]. Lo más probable es que este informe muestre una pérdida significativa, pero temporal de puestos de trabajo como consecuencia de los dos recientes huracanes y de la huelga en Boeing”, ha indicado durante su discurso en la Universidad de Stanford de este lunes.
“Espero que estos factores reduzcan el crecimiento del empleo en más de 100.000 este mes, y puede que haya un pequeño efecto en la tasa de desempleo, pero no estoy seguro de que sea tan visible. Dado que el informe sobre el empleo se publicará durante el habitual periodo de silencio para los responsables de política monetaria que comentan la economía, ninguno de nosotros tratará de relativizar esta baja cifra, aunque espero que otros lo hagan”, ha añadido.
Waller cree que el aterrizaje suave está al alcance de la mano, es decir, que se puede seguir avanzando hacia el objetivo de inflación del 2%, apoyando al mismo tiempo un mercado laboral sano que cree empleo y mejore los salarios.
“De cara al futuro, espero que el aumento de las nóminas se modere con respecto al ritmo actual, pero que continúe a un ritmo sólido. La tasa de desempleo podría subir un poco, pero es probable que siga siendo bastante baja en términos históricos. Aunque creo que el mercado laboral se encuentra en una posición sólida, seguiré observando toda la gama de datos en busca de signos de debilidad”, ha indicado en su discurso.
Mientras tanto, las previsiones del sector privado apuntan a que la inflación PCE, la medida preferida por la Reserva Federal, subió en septiembre. ”Hemos avanzado mucho en materia de inflación durante el último año y medio, pero ese avance ha sido claramente desigual: a veces parece como si estuviéramos en una montaña rusa. Aún está por ver si el dato de inflación de este mes es solo ruido o si indica aumentos continuos”, ha dicho. Waller cree que hay buenas razones para pensar que los aumentos de precios serán modestos en el futuro.
Con el mercado laboral en equilibrio, el empleo cerca de su nivel máximo y la inflación en general cerca del objetivo en los últimos meses, Waller indica que de lo que se trata es de mantener la economía en esa senda y da por descontado que habrá nuevas rebajas de tipos. “Para mí, la cuestión central es cuánto y con qué rapidez reducir el objetivo del tipo de los fondos federales, que creo que actualmente está fijado en un nivel restrictivo”, ha explicado.
Más allá de la magnitud de los recortes en las próximas dos reuniones, considera que el mensaje general de las últimas proyecciones es que hay un margen considerable para ir bajando los tipos. ¿A qué ritmo? “Si la economía continúa en su actual momento dulce, esto ocurrirá gradualmente”.